HEXAGRAMA CINCUENTA Y DOS

Abrió su I CHING al Azar y apareció ante él, el hexagrama 52 correspondiente al símbolo KEN

-La Quietud- -La reflexión-

_________El príncipe, recostado en su alcoba se acariciaba los dedos de los pies,

                   cosa extraña en el, ese día había realizado una larga caminata y como

                   el caminar no era su fuerte estaba cansado. No solo eran los pies lo

                   que le dolía, también

____  ____sus pantorrillas y porque no en general todo el cuerpo y hasta la

____  ____espalda misma, evidentemente el ejercicio no era para él, las caminatas

                   no eran para él, él era el hijo del soberano del lugar, del hombre más

                   poderoso de la comarca entera. Su padre, se convertía en la excusa

_________para no hacer nada, total, se había recibido de príncipe antes de nacer

                   e indudablemente era el mejor título, al que uno podía aspirar en ese

                   reino y si por una de esas extrañas  circunstancia de la vida, alguna vez

                   sentía culpa por no hacer nada, se reiría como un loco de esa sensación

                   hasta que esta -la culpa- lo dejara de molestar y luego,

____  ____descansaría sus mandíbulas mientras dormiría una siesta reparadora, pero

                   ¿Por qué caminó ese día y se canso tanto? Cosa rara en el. Lo hizo porque

                   el brujo de palacio le dijo que a una legua de su casa, al pie de un peral,

                   al borde mismo del camino que se cruza con el que va a las montañas del

                   reino, se iba a encontrar con un duende que le daría la fuerza de la

                   voluntad, pero hasta allí fue y volvió sin encontrar nada ni a nadie, por

____  ____ consiguiente, perezoso como siempre se quedó dormido y fue en el reposo, 

                   que experimento una gran serenidad.