martes, 13 de noviembre de 2012

SI NO SE CREE IMPOSIBLE AMAR




El viaje en colectivo había sido largo y tedioso, de Puente La Noria a Barrancas de Belgrano, casi del centro del imperio a la propia China, al Barrio Chino y a su arco de triunfo que en vértice con las vías, veloz hacia el Tigre se alejaba, al fin había llegado. Bajo del colectivo, cruzó las barreras y terminó recorriendo los negocios de velas, pulseras, anillos, comidas raras y olores diversos, que a su olfato nunca antes habían penetrado. En eso estaba, oliendo los sabores de comidas extrañas cuando asombrado notó de pronto, que del dedo índice de su mano derecha, una replica de un dedo, una mano, un brazo, un hombro y una mujer entera, comenzaron a surgir, casi de manera instantánea al lado suyo. La recién llegada que había aparecido de el y estaba a su lado, unidos ambos por sus dedos índices de sus opuestas manos, levanto la suya y con la suya ambas y dio un beso, en el lugar donde el destino los hubiera unido y así se separaron, la carne de la carne, luego le tomo su brazo, lo atrajo hacia su pecho y le dijo en vos muy baja.
--Caminemos
--No entiendo nada.
Respondió el mirando hacia todos lados, a ver si alguien los miraba, si alguno de los que por ahí pasaba se hubiera dado cuenta, de que forma y porque causa estaban juntos, como si fueran una pareja de las tantas que por allí paseaban, ella noto al instante su desasosiego, sus temores y su asombro y tomándolo de la mano suavemente, le volvió a insistir dulce pero firme.
--Caminemos, mientras te explico esto que esta sucediendo entre nosotros.
Echaron a andar juntos y entonces ella, mientras pasaba su brazo por la cintura de el y acortaba el paso, para que el andar por la calle fuera algo que se diera de forma natural,  le dijo.
--Voy a explicarte todo para que entiendas que paso ¿Por qué estamos juntos? ¿Cómo es que de pronto, sin que nadie estuviera a tu lado y estando solo, aparecí yo de golpe junto a vos? Y lo que te resulta más extraño supongo, que fueras vos quien me engendrara a mi, voy a explicarte no tengas dudas, voy a decirte todo. En nuestro lejano país en la provincia de Twing-Ki ,(lugar de las almas errantes) deambulan los espíritus de las mujeres jóvenes, que el mal amor de un hombre las mató, esos espíritus están atados a sus parientes y sus parientes unidos a ellos por el recuerdo eterno de esa muerte, un día mis familiares decidieron dejar Twing-Ki y venir aquí al Barrio Chino, debes saber, porque para el caso es necesario que lo sepas, que las personas no viajan solas, en realidad no pueden hacerlo, pues los dioses no quieren que así sea, entonces, siempre cuando viajan lo hacen acompañados de sus espíritus y de sus recuerdos, así es como llegue yo a este Barrio Chino y ocupe en el mi lugar como espíritu del mismo, pero lo que aún no sabes y debo decirte y tal ves te cueste entenderlo, que los dioses los míos, los que ordenaron el universo y crearon el imperio, a aquellas jóvenes mujeres muertas por amor, estuvieron de acuerdo en darles una segunda oportunidad de visitar el mundo, para tratar de terminar bien lo que tan mal empezaron, para ello decidieron que si un espíritu, que es algo etéreo volátil e invisible, fuera tomado en el aire circundante por el olor de una comida y estos vapores, absorbidos por el cuerpo joven de un hombre que a ella le gustara, mediante el uso del olfato, el espíritu de mujer ya dentro de el, volvería a ser materia y se convertiría en compañera suya, por lo tanto yo y todo lo que has visto, ha sido consecuencia del designio de los dioses ¿Qué te parece entonces?
--No creo nada de lo que estas diciendo ¡Sos una tremenda loca!
Y salió corriendo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

DIALOGOS Y CIRCUNSTANCIAS DE UN TERAPEUTA Y SU PACIENTE




--Vengo a verlo, porque en todo el silencio de mi vida, tuve miedo, vengo a verlo, porque en el oscuro manto, de mi existencia, la timidez, todo lo tapó, vengo a verlo, porque ninguna decisión, pude llevar a cabo, ya que el dominio de la duda, fue mi eterna reflexión, vengo a verlo, porque solo la tristeza, gobierna mi destino, y, en este corto relato, de lo que soy, nunca he visto, que la felicidad, pasara por mi lado, vengo a verlo, porque el corazón marchito que poseo, jamás amo, ni fue amado, hombre alguno, se intereso por mí, toco mi cuerpo, beso mis labios, vengo a verlo, porque en la inutilidad de mi, sigo aferrada a la vida y como no tengo coraje, no me mato, vengo a verlo, porque junto al desencanto que poseo, de mi misma, en algún lugar recóndito, de mi cerebro, todavía me amo, vengo a verlo, porque nunca he gozado, reído o amado, vengo a verlo, porque no puedo resolver nada, de todo lo que me pasa, no encuentro quien me ayude, porque no despierto el amor de nadie en este mundo, vengo a verlo, porque estoy sola y triste, desesperada, pero sin perder la razón, siento que lo mío, me impide vivir como quisiera, vengo a verlo en fin, porque me dijeron que usted, cura los problemas del alma y de la mente, que son los míos, los problemas, miedos y sensaciones, que desde que nací, los sentí propios, me acompañaron siempre, no se dejarlos y me impiden vivir, si la felicidad, es hacer lo que uno quiere, yo nunca pude hacer lo que he querido, si lo razonable es llevar a cabo, lo que uno puede, jamás he podido, ¡Hábleme! Dígame que tengo, quisiera un día, no se cuando, ver en mi rostro una sonrisa, sentir en mi alma torturada una alegría y en el presagio extraño de mi suerte, ver que todavía es posible sentirse parte de la vida, común a tantos seres ¡Hable lo escucho! Me dicen que usted sabe, el comienzo equivocado de las cosas, que usted reconstruye el relato, de un pasado incomprensible, que explica, el porque del sufrimiento humano, que sin ser Dios, es un hombre, que siendo un hombre, puede con la palabra, ser entendido por el otro, que mi sufrimiento, encuentre paz con lo que me dice, que el miedo retroceda, si en precisas frases, que forman un continuo comprendido, usted pueda captar, el mensaje de mi voz herida, lo transforme en una explicación, que despeje las dudas, esas eternas compañeras mías, me haga ver, en lo profundo de mi noche, un leve amanecer de mi esperanza, ¡Hable por favor! Lo escucho, entre la muerte y yo, solo está su palabra, en toda la amplitud de mi tristeza, ninguna voz humana, fue escuchada, la primera y por lo tanto la única, será la suya, hable, no me mire y dilate su discurso.
--Yo soy la voz, del que no habla, pero sabe decir lo que se siente, escucho, más de lo que digo, aprendo del otro, que es mi hermano, por lo tanto, lo primero que debes comprender, que tu cura solo está, en lo que hables, solo lo que digas, es la puerta abierta, para explorar tus males adquiridos y desentrañar el misterio de tu alma.
--Siendo así, recorro mi pasado que es la causa actual de mi presente, nací mujer en una casa, donde mi madre, parió confiada y decidida, en que el fruto de su insoportable embarazo, sería un varón, no tuvo suerte, ni ella ni yo, nos odiamos del primer día hasta que murió, pase mi infancia sola, en el primario, comencé a tener ataques de fobia, al secundario no lo termine, porque tuve miedo de salir de casa, viví encerrada en ella, por cuenta y orden de mi propio destino, cuando mi reloj biológico, marcó veintidós años, pude empezar a salir, trabajar en simples tareas de oficina acompañada por mi pánico, cosa que hago hasta hoy, por eso, junte miedo y vine a verlo.
--Es difícil saber de que se trata, cuando aquel que llega, no se entiende, no tiene registrado en su pasado, el momento verbal, donde un relato quizás equivocado, marcó el principio de un sinfín, de traumas sin palabras.
--Por mucho tiempo, fui tartamuda, me olvide de decirle.
--Eso influye, no cabe duda, que si a la timidez, de una personalidad fóbica, le agregamos la tartamudez es evidente, que por el mal manejo de las palabras, que puedan explicarle mentalmente, las causas de sus miedos, dentro de ese entorno, que le toco crecer, aumenta el grado de reclusión social y alejamiento del ser, de su propia realidad.
--Rara vez hablaba, la burla de los chicos me impedía hilar palabras, al igual que la risa de los profesores, cuando pasaba al frente. El mudo es puesto en un limbo  -pobre no habla-  y nada se le dice, al tartamudo en cambio, se lo persigue con la crueldad de la burla, el desprecio ante su impotencia de un articulado correcto de palabras, durante mucho tiempo, nunca dije nada salvo, si me obligaban a hacerlo las circunstancias, por las que atravesaba mi corazón herido. Pase años de mucha vergüenza, por mis propias palabras salidas de mi boca, repetitivamente, aunque mi cerebro las pensaba, tan hermosas como cualquier otro las pudiera decir, mi boca las convertía en pájaros incontrolables, cuyas alas no seguían, el normal ritmo de vuelo hacia la altura.
--La timidez, detiene el discurso de lo humano, el deseo, es imposible de realizar con ella, paraliza la acción social de nuestra mente, tienes ahí un enemigo importante a tener en cuenta, que esta contigo, a tu lado, siempre y que es imperioso y necesario que combatas. En cuanto a la tartamudez, si casi se te ha ido como dices, ya que solo te aparece en picos de ansiedad extrema, lo mismo seguro, yo diría indudable, que ha dejado en tu personalidad, un bloqueo muy difícil de combatir, en cuanto a tus vivencias sociales, además una baja muy importante de tu autoestima, en la tartamudez, no tienes un enemigo, sino alguien, que sufrió a la par tuya, al que tienes que ayudar a través del lenguaje, para que ambos reconstruyan, la palabra, el dialogo, que será fundamental en tu recuperación. Volver a la vida normal, a una vida social razonable, simplemente, es volver a hablar con el otro, dialogar, de igual a igual, como los niños, cuando están libres de condicionamientos externos. Entonces, algo más que debes saber, la cura, es aprender el dialogo con el otro. El ser normal dialoga. El neurótico dialoga con él, dentro de un sistema, de espacio y realidad, producto de su propia enfermedad. El fóbico, dialoga consigo mismo y la enfermedad del miedo, que le produce interiormente, un dialogo, con un futuro por el imaginado, completamente irreal de lo que al final sucede, en donde siempre, la palabra y el pensamiento, van en una única función, crear pánico. Por lo cual, es necesario que apliquemos dos técnicas, la primera, tratar de destruir, objetiva y gramaticalmente, el dialogo enfermizo que tengamos, si conseguimos terminar con ese relato equivocado, debemos, como un recién nacido, comenzar de nuevo lentamente, a darle un significado lógico a nuestras palabras, porque el ser humano solo puede afrontar el miedo, con la palabra, que lógicamente lo interprete y lo calme, de nada vale hablar, es preciso tener un idioma, que nos evite los problemas, del medio donde estamos, el que descubre que decir, maneja la situación, los niños se protegen de los grandes solo, por la frase que puedan hilvanar, necesitas saber, que la palabra justa, desarma, el silencio te acorrala y el hablar sin sentido, te expone a ser agredida, entonces entre el silencio y el sin sentido, estalla el pánico, tu pánico.
--Entiendo lo que dices, necesito aprender a través de lo que digo, a conseguir del otro lo que quiero, pues si esto puedo hacer no tendré miedo, ya que se cumple mi deseo, estoy en territorio que comprendo, se que el otro, accederá a mi juego, pues no puede eludir el dialogo que lo enfrenta, que me iguala ante él, como persona social que lo interpreta. Pero pienso yo, quiero que sepas lo que mi mente calla ¿Cuándo conseguiré esto?  ¿Es posible cambiar, dentro mío, todo lo que mal pensé, en tanto tiempo? ¿Acaso se puede inculcar un relato, a alguien que no hablo nunca?
--Heráclito dijo “que las palabras son las sombras de las cosas” yo digo, que de las nuevas cosas que tú hagas, a partir de ahora, nacerá tu nuevo diálogo, que será, producto de una clara interpretación de lo que sucede, cuando te enfrentas a las nuevas sombras, que proyectan en tu mente los viejos diálogos, que deberemos corregir a través de hechos, que vos deberías esforzarte en realizar, en función de la cura. Te explico, yo creo que, pienso porque existo, del mismo modo estoy convencido, que a toda palabra lógica, debe proceder siempre y en todo momento, un acto comprendido, si no entendes lo que te pasa, no podes dialogar sobre lo que sientes, la palabra es una respuesta a una interpretación de la mente, para estar bien síquicamente, este hecho,  debe estar sincronizado con la lógica social, producto del medio donde el individuo se desenvuelve, una mínima falla entre mente-palabra y lógica, produce, inestabilidad emocional, causa de tu pánico y tu fobia. Debemos conseguir, que cuando pienses y hables de lo que te esta pasando, ambas cosas, respondan a la lógica social, de aquello que te sucede.
--Entonces, si amo a un hombre, si busco su deseo, si equivocadamente, oculto el mío y no lo muestro ante sus ojos, si enferma como soy me siento fea e incapaz, de merecer sus besos y caricias, ¿Qué debo hacer? ¿Huir de él? o mostrarme tal cual soy, a ver si lo conquisto. Pensándolo bien, ¿Cuál es el deseo del otro, que yo no pueda satisfacer?  ¿No será posible, que la fealdad que yo imagino, no sea vista por él, hermosura que desea conquistar? ¿En que soy fea, si ese hombre que miro, me encuentra linda, por ser frente a sus ojos, el instinto del deseo que busca conseguir? ¿Lo relativo entra en el amor? Un seno grande, uno chico, una mujer así o de otro modo, un cuerpo alto, bajo, flaco, sustancioso, piernas, brazos y sexos, ¿Cuál es lo ideal que una posea, cual la idea que de una, él tenga en su cabeza? ¿Acaso, una boca besa por su forma, o besa por la pasión que la desborda? No debo imaginar nada, soy como soy, como fui hecha, por lo tanto, así debo entregarme a quien, con amor hacia mi, venga a buscarme.
--Eso es, tal cual lo dices, entonces mañana cuando vuelvas a tu trabajo, si en el se encuentra el hombre que quisieras te ame, te comprenda, acércate a el tal cual eres, muéstrate como sos, si el no te lo dice dile que quieres, si el no te comprende, no vale la pena pensar en quien no ve, lo bueno que vos tienes, es mejor dejar al que no sabe, buscar de seguir con quien te entiende.
--Trataré si puedo te aré caso, pues entiendo lo que dices, las palabras valen, si el acto las confirma, si de lo que aquí hablamos, resulta un cambio en mi, debe ser consecuencia de que he decidido afrontar, lo que nunca pude hacer ¿Cómo voy al encuentro, de lo que nunca hice? ¿Teniendo presente la forma de encararlo?  ¿Cuál es me pregunto esa manera? ¿Encontrar las palabras, que al pronunciarlas, suenen lógicas y aceptables, en el ambiente social en que las digo? ¿Tendré éxito? No lo se, quien puede saberlo, más lo importante es haber hablado. Yo me llamo Belén, el hombre al que quisiera abordar, si lo aquí dicho me lo permitiera, Damian, compañero mío en la oficina, ¿Debo intentarlo verdad? ¿Ustedes que opinan? ¿Debe un fóbico, seguir el camino trazado por su terapeuta, llevar a la practica, el dialogo encarado entre ambos, con el fin de solucionar sus problemas –en mi caso Damian- como les dije? ¡Digan que sí! Lo necesito, necesito la aprobación del medio social en donde vivo, para intentar que él sea mi pareja y yo, pueda dejar de estar sola en este mundo. Voy al trabajo, estoy en el colectivo, el subte no lo tomo me da pánico, en la próxima parada bajo, camino y entro a la oficina, ahí en ella como siempre, esta Damian y yo frente a el me siento, haciendo mi trabajo, el trabajo del día que ambos realizamos, el es el contador el responsable de todo, nuestro empleador, viene más tarde, el hombre para el cual trabajamos, visita a sus clientes, después viene y nos deja, lo que se debe hacer, en eso consiste la tarea nuestra de todos los días, por si no lo saben, elegí ese lugar para sentarme, así estoy de espaldas al amplio ventanal de la oficina, si estaría frente a el, no podría dominar el vértigo que me produce, ver a través de sus cristales, la gente, los autos y las cosas tan chiquitas allá abajo, para mí la altura es un espanto, pero bueno, ya entro –les diré que el ascensor produce pánico- ya llegue, deséenme suerte, es mi primer intento de curarme.
--Buen día Damián, ¿Cómo pasaste el fin de semana?
--Bien Belén, pero me asombra.
--¿Qué te asombra?
--Lo mucho que hablaste a tu llegada, sos de decir hola nada más, sentarte frente mío, muda como un mueble de esta oficina.
--¿Eso hago?
--Sí, te diría más, si me preguntan con quien trabajo, quienes son mis compañeros de oficina, digo nadie, pues de verdad en este ambiente, siempre estoy solo.
--Como solo  ¿Y yo?
--No te das cuenta, Belén, no dices nada, hace dos años que trabajamos juntos, solo se tu nombre, Belén, que me lo dijeron cuando nos presentaron.
--Tenes razón, me acuerdo de eso.
--De pronto hoy, a tu buen día. Le agregaste ¿Cómo pasaste el fin de semana? Asombroso, percibiste por primera vez que frente tuyo, había alguien que pudo haber pasado, bien o mal, un fin de semana como todo humano, nuevamente, no puedo salir de mi asombro, tus labios pronunciaron seis palabras seguidas, interesándose por mi ¿Qué tomaste de nuevo, hoy antes de venir, Belén?
--El colectivo de siempre, sabes que el subte,
--Te da miedo.
--Estoy sentada frente tuyo.
--Por el vértigo, que el ventanal produce en vos.
--¿Soy complicada?
--Lo complicado, que no hablas una palabra.
--Estoy hablando.
--Maravilloso, escucho tu voz y no lo puedo creer, estar solo aquí, como en un túnel,
--Del subte que me da pánico.
--Exacto, de pronto escuchar una voz humana, que te diga, estoy hablando, por fin Belén, no me importa si tomaste el colectivo u otra cosa, si te da pánico el subte, si el ventanal te bambolea, puedo dialogar con vos, rompiste el silencio ineludible, dejaste de ser mueble, para ser persona.
--Me costo mucho, Damian.
--¿Ser persona?
--Hablar, persona soy, porque tengo sentimientos, sufro y sueño como vos, o cualquier otro.
--Que sabes si sufro o sueño, si nunca cambiaste una palabra.
--Escuche tus suspiros, Damian ¿No indican sufrimiento? Observe tu mirada ausente ¿No estabas soñando?
--Ambas cosas son ciertas, pero porque nunca, nunca dijiste nada.
--Porque siempre pensé que no podía, que mi dialogo no era necesario, que nadie se detendría a oírlo, ya que hilvanar palabras me costaba, como cocer una tela desgarrada, con hilo y aguja despuntada.
--Belén, es increíble, te puedo preguntar, ¿Por qué ahora?
--¿Debo decírtelo? ¿Es necesario, que descubra ante vos esta pavada?
--No es pavada, es cosa seria, nos involucra, pasamos juntos dos años sin hablarnos, durante ocho horas, de lunes a viernes, solo un saludo, una mirada, un hasta mañana y después, te ibas y a otra cosa.
--Con otro colectivo, distinto al de la ida, porque a la vuelta, este atraviesa un túnel y me da miedo.
--No sabia eso, pero no interesa, quiero saber, ¿Debido a que este diálogo?
--Debido a que, a ese que, también le tengo miedo, Damian.
--¿Al motivo del dialogo?
--No, al motivo que me interesa hablarlo no, sino a las consecuencias, si lo digo.
--¿Cuál es el miedo? Yo te escucho.
--¿Pero sabrás responderme, a lo que diga?
--Por supuesto, me considero amplio y liberal, digamos sin prejuicios, con sentido común, solamente una cosa, respondo como pienso, no te engaño.
--Eso esta bien, es generoso de tu parte, entonces Damian; va el relato, espero que lo entiendas, quizás, sea el producto de años de silencio, de años que vos tampoco, escuchaste nada, hoy necesito decirte todo, todo lo que siento y estoy aprendiendo a decirlo en palabras, para que otro, quizás vos, lo interprete y pueda decirme, si estoy equivocada.
--Habla te escucho, no me pierdo palabra.
--Damian, en el silencio, del tiempo transcurrido, que trabajamos solos, mientras mis labios no decían nada, aunque mis sentidos lo interpretaban todo, busque tus ojos y encontré los míos, en cada papel que nos pasamos, mis manos temblaron por las tuyas, junte suspiros que lleve a mi alma, en donde con ellos, hice pájaros de fuego, que volaron en busca de tu amor, nunca pude saber, si te alcanzaron, dado que nunca, jamás, te pregunte nada, hoy que quiero saber, es cuando digo ¿Damian, estos pájaros, mis sueños te llegaron? No, no contestes todavía, quiero que sepas, por si no esta claro, si lo dicho por mí no lo comprende, tu corazón algo lejano, si tal vez, tu alma está ocupada por otro amor, que no es el mío, es preciso que entiendas que te amo, que te quiero, que te busco y te deseo, por todo el tiempo que nunca hablamos.
--Que te digo Belén, solo te escucho y ansío saber de tus palabras, la música del encanto que ellas tienen, ahora bien, durante dos años sentí que me ignorabas, sufrí, porque no hablabas, temí, que solo conmigo te sucediera esto, que era tan poco, tu interés hacia mí, que preferías callar a hablarme, decidí sacarte de mi vida, decidí no verte como mujer, trate de hacerme a la idea que estaba solo en este cuarto, frente al inmenso ventanal, busque que seas una mancha de ese cristal iluminado, no pude, debo reconocer que pese a todo mi esfuerzo de ignorarte, siempre fuiste una mujer enfrente mío, con un buen día y un adiós, interminables, con una incógnita pendiente en mi memoria ¿Qué querrá de mí, esta mujer impenetrable? Lo más probable nada, ¿Si pudiera saberlo? ¿Si pudiera acaso, alcanzar su silencio y develarlo? Nunca pude, hasta hoy, que me lo dices, jamás entendí  porque no hablabas y bien, ya lo has hecho.
--Debes contestarme, necesito saber si soy amada, de la misma manera que te amo.
--De la misma manera, es tu propio mundo el que me llama a decir que te quiero, son tus palabras las que hablan, e impulsan a las mías a que sepas que te amo, Belén, montado en el silencio del tiempo transcurrido, descubro hoy, que siempre te he querido.
--Entonces Damian, amor mío, cuando termine el día de trabajo, el día distinto, diferente a todos los días que han pasado, nos iremos juntos, abrazados, tomados de la mano, mirándonos a los ojos, como quieras amor, como nos salga, como podamos hacerlo, nos iremos a casa, a disfrutar de este amor por tanto tiempo oculto, solo te pido una cosa, ningún hombre ha tomado mi cuerpo, ninguna boca beso mis labios, mano alguna me toco, soy virgen Damian, soy rara, soy extraña, fui sola, hoy estoy contigo, estoy contigo no para dejar de estar sola, Damian ¡no! Eso sería injusto de mi parte, estoy contigo, a tu lado, porque pude decirte que eres mío, el hombre que elegí, para acostarme, el hombre que quisiera me haga suya, independiente de todo yo te amo, solo una cosa quiero, cuando estemos juntos, en el lecho, los dos abrazados, que seas dulce conmigo, que no te precipites, que la primera ves, sea para mi la más hermosa, que quede en mis recuerdos para siempre, como un momento de amor inolvidable,  ¿Podrás hacerlo Damian? Quiero que lo hagas, necesito de vos, me des ternura, en el momento que hieras mi himen para siempre, cuando descorras, el velo vaginal de mi santuario y entres en el, para hacerme tuya.
--Cuando descorra el velo, estaré a tu lado, cubriendo con un beso, ese momento, entrando lentamente, a tu santuario, sin forzar, más de lo que debo y buscar tu placer, antes que el mío. Será un instante hermoso, no lo dudes, porque quiero que así sea, ya que siento respeto por tu cuerpo.
--Gracias Damian, ahora trabajemos, hoy a sido un bello día, falta todavía, para irnos de aquí, cuando llegue el momento, partiremos.

Estuvieron ocupados en sus cosas, vino el empleador y trajo balances, resúmenes de cuenta, extractos bancarios, listas de debe y haber, formularios, todo fue leído, visto, analizado, el trabajo del día poco a poco terminado, hasta que como todo, como el primer resumen y el último balance, llegó la hora de irse, Damián, corrió del ventanal la cortina de plástico, apagó las luces, ambos salieron, el pasillo y luego el ascensor los llevó a planta baja, la calle estaba cerca, hacia allí fueron, una ves solos, entre la gente y la noche que llegaba, Damian la tomo del hombro, Belén, pasó un brazo por su cintura, empezaron a caminar, rumbo adonde, no lo sabían, suponían, que hacia la casa de ella.

--¿Es lejos tu casa Belén?
--Si Damian, mejor amor, en la otra cuadra, tomemos el colectivo.
--¿Ese que no pasa bajo el túnel?
--Si, ese que me permite llegar, sin contratiempos.
--Es lo que quiero, que te sientas cómoda a mi lado.
--Lo estoy Damian, se que me quieres, segura estoy de que te amo, entonces entre los dos, debemos cuidarnos, de todos nuestros miedos y problemas, si alguna vez te cuento, lo que en mi cabeza pasa, el miedo compartido, explicado al otro mi pareja, deja de ser miedo obsesivo, se diluye, se va, pierde su efecto, pues no impera ya como amo y señor sobre mi misma, lo destruí al hablarte de el, me lo saque de encima, cuando vos lo analizaste desde otra óptica, diferente a la mía ¿No es difícil, no Damián lo que te digo? Estoy hablando de mi y de nosotros, te explico en este colectivo que tomamos, rumbo a casa donde vamos, que es fácil estar juntos, si nos comprendemos y ayudamos, si te digo lo que me pasa y vos me respondes: No te preocupes, eso no es así, el pensamiento tuyo es irreal, fuera de texto, no te hará nada, solo existe en vos y si charlamos se irá, por la puerta abierta de tu mente. Con esto solo Damian, con que yo hable y tu me digas, seremos felices y nuestra relación muy saludable, si le agregas el amor, todo perfecto,
si aparece el deseo al cual buscamos, maravilloso, que más pedir, un beso, tu mirada, tu cuerpo y tu memoria, fundidos con mi alma, en pos de estar juntos, unidos, apretados, sin querer separarnos, tan solo, simplemente, porque los dos nos amamos.

Pronto se dieron cuenta, que el viaje llegaba a su fin, la parada próxima, era el departamento de Belén, bajaron, se tomaron del hombro y vieron alejarse al colectivo, siguiendo su camino, de repartidor de gente en sus hogares.

--¿Cuál es tu casa Belén?
--Aquel edificio de balcones a la calle, algo antiguo cerca de la esquina, en la mano de enfrente, vení Damian crucemos, la luz está en rojo, como nuestro deseo, quiero llegar a casa, quiero que estemos juntos, quiero que seas mío.
--Yo también lo quiero.

Es fácil llegar cuando se quiere, la vereda de enfrente, la entrada, el ascensor, un pasillo, la puerta.

--Esta es mi casa Damián, mi mundo, mi misterio, la celda que ocupo en este universo inmenso, que no nos pertenece y hoy, vos la invades, penetras en ella, te conviertes en habitante de mi vida, siento que no estoy sola y es más, percibo que me quieres y se que yo te amo, entonces este nido desierto, apenas ocupado, de pronto se convierte en un nido perfecto, guarda en el y cobija, a dos seres felices que se aman, Damian, hemos llegado, estamos aquí para consumar el bello acto de nuestra unión, ante la vida, lo que nunca podremos volver a repetir, el comienzo de nuestro amor,  ¿Te das cuenta? Lo que hoy hagamos, quedará en el pasado de nosotros, tratemos amor, que sea el recuerdo más bello que tengamos, dado que es el primer recuerdo, es el comienzo, es la primera puntada de un bordado, que nos irá mostrando lo que somos, mientras tratamos de ser, lo que queremos. Amor, tesoro, ¿Cómo hacemos esto? Habla te escucho ¿Cómo armamos el decorado? ¿La ilusión? ¿El punto de partida, que dará sentido a todo lo demás? ¡Habla, quiero oírte!
--Son las palabras mías, las que indiquen que debemos hacer, no lo se, no hay un plan establecido cuando amamos, ni un camino fijo a recorrer, si nos queremos, solo un lecho, un silencio, dos cuerpos en él que se desean y una forma de amar que ambos practican, solo la forma, el deseo desplegado que cada uno agita, es lo que vale, deja que tu alma corra libremente, que tu corazón, derrame su delirio en pos del ser amado, con la mente en blanco, solo puesta en él, ama, abraza, besa, muerde, has lo que tengas ganas y cuando llegue el fin, cuando el orgasmo, rey y señor de los finales, venga en tu auxilio, toma su cuerpo y abrázalo, fúndete en él, besa su boca, húndete en su alma, que la eyaculación, por si sola no dice nada, es un acto fugas e indecoroso, necesario al fin, más no sublime, eso es todo, después vendrá el relax, se miraran, alguien dirá, te quiero, otro te amo, con las manos tomadas, con la cara en el pecho, con los largos cabellos de ella desbordados, sobre la piel de él aún latente, llegará la ternura, llegará de golpe, el saber que están juntos y no separados, que se aman, se necesitan y tal vez sin saberlo, han comenzado a vivir, la pareja que soñaron.
--¿Todo es así, Damian como lo dices? Suena hermoso, en tu voz y tus palabras, vamos entonces en busca de lo nuevo, pero pregunto, digo, pienso ¿Cómo hacemos? Soy nueva en el detalle de los hechos, aunque hace tanto que te quiero, explícate amor, ¿En que consiste, el preparativo previo?
--Algo muy simple, tan sencillo, date una ducha y anda a la cama, después yo hago lo mismo, cuando juntos en el lecho, nuestros cuerpos se encuentren, ya veremos, nuestra pasión entonces, dirá que hacemos, el amor surgirá, sin saber como.

Así fue, debió ser, fue necesario que así sea, Belén baño su cuerpo, se acostó en el lecho, Damian, del mismo modo, fue a su encuentro, juntos en la cama, desnudos, se buscaron, cada boca mordió un labio, sus lenguas sedientas se enroscaron, las manos, ávidas de piel y sexo, como siempre, como nunca, se encontraron, el le beso los senos, ella beso su cuerpo, el busco su cuello, su vientre y su sexo, se acariciaron, de adelante, de atrás, de todos lados, hasta los hermosos y pequeños dedos, de Belén, junto a sus pies, fueron besados, uno por uno, sin llegar a diez, porque el labio de él, fue hacia su boca y allí arriba, cuando se encontraron, en profundo y apasionado beso, Belén sintió, como su alma, su corazón y su sexo, eran penetrados, suave y dulcemente, como Damian dijera, por el sexo de él, enarbolado, en pos de descubrir, tras aquel velo, el misterio, que Belén gozo al instante, un orgasmo, fuerte y ondulante, de más a menos, de poco a mucho, de gemido a grito, de tiempo que se muere, lentamente y vuelve a resurgir, apasionado, gimió una, dos ¿Cuántas veces?  ¿Quién lo sabe? Quedaron ambos, tendidos en la cama, como volviendo de un sueño, se miraron, y, sin saber que decir, solo se hablaron.

--Damian amor mío, he sido amada, dulcemente amada, me has hecho tuya, soy feliz a tu lado.
--Te siento mía Belén, es tan hermoso, que el tiempo pase y estamos juntos, aquí en el cuarto, lejos de la gente, solos vos y yo, hemos creado nuestro propio lugar, nuestro sendero, nuestro jardín lleno de flores, que comenzara a poblarse de recuerdos, mientras estemos así los dos desnudos, viendo el cielo. Ahora sabes Belén que nos amamos, ahora se yo, que nos queremos, hemos gozado tanto este momento, que ya estar separados, no podremos.
--Damian, amor, respecto a eso, quiero que ya, ahora, en este instante, que no pase más el tiempo solitario, por favor cariño, quiero desde hoy compartir tu techo, podemos elegir donde vivir ¿Te gusta mi casa? Trae tus cosas y en ella formamos, nuestro nido, ¿Te agrada más tu departamento? A el vamos, no tengo problemas, de hacer lo que vos quieras, Damian, juntamos nuestros sueldos, llevamos contabilidades en casa, no se, lo que vos digas, pero quiero estar junto a vos y vos al lado mío, que toda mañana cuando despierte, vea tu rostro, toque tu cuerpo y si en la noche, tuvimos sexo, bese tus labios, porque te quiero.
--Estoy de acuerdo, me gusta más tu casa, porque tiene mucho de vos, Belén, que la transforma, en un nido hermoso para ambos, hoy a la tarde, le digo a nuestro empleador, falto al trabajo y hago la mudanza.
--¿Tendré que cerrar yo sola la oficina, me da miedo?
--No temas, llegaré justo a la hora de salida, cerrare y nos iremos juntos, a tomar algo, al cine si te gusta, después vendremos aquí, a nuestra casa, tu lugar, mi lugar, el de nosotros.
--Gracias Damian, solo una cosa, vamos a dormir que es muy tarde, mañana nos aguarda, nuestro primer día juntos, abrázame amor, lo necesito, quiero que llegue el sueño a mi cabeza, mientras me siento rodeada de tus brazos y mis senos dormitan en tu pecho.

La claridad del día, inundo el cuarto y como siempre, la luz descubre los detalles, dos cuerpos jóvenes, desnudos, abrazados, dos bocas cerca, sin besarse, los parpados, cubriendo las pupilas,  ¿Estarán soñando? Piensen ¿Qué soñarían ustedes en ese lecho, desnudos junto a él o ella y abrazados?  ¿Qué soñaría yo, si pudiera compartir los sueños, de mis personajes, sus cuerpos y mi abrazo? No lo se, ustedes quizá sí, que suene el despertador entonces y continuemos, en el cuento, con la historia que la relatan ellos.

--Damián, la hora amor a levantarnos, se nos hará tarde, date vos un baño, mientras preparo el desayuno, después me baño yo y nos vamos, vos al trabajo, yo voy a entrar un poco más tarde, porque voy a ver al terapeuta, Damian, escuchas amor, o estas dormido.
--Te escucho Belén, no te hagas problema, tenemos tiempo, voy a darme una ducha, a mi háceme café con leche, en cuanto a la oficina, anda tranquila, que el empleador, hoy viene por la tarde.
--¿Cuanto de café y cuanto de leche, Damian?
--Mitad y mitad amor, para comer lo que tengas, pan, galletitas, dulce, no tengo problemas.
--Hablando de comer Damián, a la noche, o mejor si puedo yo, a la mañana, tenemos que ir al Súper, somos dos, es necesario comprar algunas cosas.
--Si podes anda vos, a la salida del terapeuta, así no se nos arruina la salida de la noche, por otro lado, yo hoy a la tarde, cuando me mude, traigo toda la comida que tengo en casa, por el momento, deja el Súper, no creo que sea necesario.
--De acuerdo amor, apúrate con la ducha, voy a la cocina, nunca imagine, caminar desnuda, frente a un hombre en esta casa, pero es maravilloso, hacerlo frente tuyo Damian.
--Lo mismo digo Belén, sos hermosa desnuda, es muy lindo ver tu cuerpo, mientras libre de ropa, preparas el desayuno.
--Por favor, no sigamos hablando, este tema calienta Damian, vamos a volver a la cama y es muy tarde para ello, date el baño, que el desayuno esta casi listo.
--Es tarde, tenes razón, sino con gusto volvería. Chau, me baño y salgo, serví el desayuno.

Desayunaron contentos y felices, Damian se fue a la oficina, Belén se baño, vistió su cuerpo y puso rumbo a lo del terapeuta, llegó casi justo, ya que el paciente anterior a ella estaba saliendo, entró y se acomodó frente a él, por un rato, se miraron en silencio, ella esperando, a ver si él se daba cuenta de su cambio, él –no puedo develar el secreto de un profesional- digamos que él, estaba atento, esperando, ¿Esperando que? Que su paciente hable, ya que no era Dios, para saber lo que pasaba por su mente, cual sería hoy su problema, que debería decirle, lo saco de sus cavilaciones propias de su profesión, la voz de Belén.

--Hace tiempo, vine aquí para contarle que estaba sola y triste, que jamás hombre alguno, beso mi boca, acaricio mi cuerpo, hundió en el su mano, buscando mi sexo. Después de eso, hablamos mucho, me dijo del poder de la palabra, le explique que nunca había hablado, tratamos de hurgar en mi pasado, el discurso nuevo que pudiera cambiar, de algún modo mi destino, al fin creo, yo y usted, quizás ambos, llegamos a la conclusión de que estaba preparada para decir, para explicarle al otro, en palabras que el interpretara, lo que yo quería, lo que yo buscaba, lo que yo deseaba y hable, le hable en primer término a quien debía hablarle, al hombre que quería fuera mío, al hombre que deseaba me hiciera suya, fuera mi pareja y estuviera al lado mío en esta vida, me acerque y le dije, yo te amo, me acerque y le dije, yo te quiero, necesito ser tuya pero antes, preciso saber, si tu corazón y tu alma, ya me pertenecen, si tu cuerpo es mío antes de poseerlo, si tu boca saciara mi beso, luego calle y lo mire a los ojos, a sus bellos ojos iluminados por la llama del amor y solo dijo, escuche de sus labios, oí de su boca, ¡Si quiero! Desde entonces estamos juntos, acaricio mi cuerpo, beso mi boca, penetro mi sexo, es mío, yo suya, nos amamos, formamos pareja, viviremos juntos bajo un mismo techo, le dije además, lo que necesito que sepa para estar conmigo, que soy fóbica, que tengo miedo, pánico, pero que debe comprenderme y ayudarme, porque nos queremos, ambos estuvimos en el lecho, fuimos felices, ambos compartimos el amor y nos amamos, acepto, entendió mis miedos, si me asalta alguno, se lo explico, con esto siento alivio, siento que el miedo no me oprime como antes, se diluye, se va con él, tomado en su relato, que me explica lo absurdo de aquello, que le digo. Soy feliz, estoy contenta, ¿Cómo sigo? ¿Cómo sigue el cuento, que le cuento? ¿Qué debo hacer, de ahora en más?
--Solo una cosa debes, seguir viviendo, seguir hablando con la gente, buscando la palabra, que te abra la atención del otro que te escucha, si has encontrado una pareja inteligente, que entiende tu relato obsesivo y lo corrige, todo irá mejor, el miedo huye cuando es interpretado, por dos seres, que se quieren y que en su amor, se sienten contenidos, lo demás es la vida, con sus más y sus menos, nunca dejarás el miedo, pero lo importante, es que lo aceptes, sepas vivir con él y tengas a tu lado un compañero que te ayude, a superarlo.
--Una pregunta ¿En estas condiciones a usted, debo dejarlo?
--Lo que debes hacer es olvidarme, suplantarme por otros en tu vida, yo soy un receptor de tus desdichas, soy un ser humano, falible y comerciante. Si ya entiendes, de que se trata el juego que jugamos y creo que si, debes dejarme, siempre estoy aquí si lo precisas, pero si tu pareja funciona como pienso, nunca vendrás, otras palabras guiaran tus pasos, porque no soy yo que te curo, sino vos, que me tomas como tu curador, yo solo soy, lo que vos proyectas sobre mi, si me vieras fuera de este cuarto, en la vida diaria, en el mercado, seguro te asombrarías de que alguien como yo, pudo curarte, por lo tanto Belén, aquí te dejo, en la puerta del cuento terminado.        
       
      


viernes, 2 de noviembre de 2012

SE VOLVIO A DARLE UN BESO




Esteban Lucas Demaría, abrió la puerta de su coche y salió a la banquina, la tarde calurosa, le obligó a buscar la sombra protectora de los árboles al costado del camino,  una vez más, pensó que quería Marta, que lo habia citado en ese lugar, tan solitario para hablarle ¿De que? No lo sabía, pero imagino que sería algo referente, a la relación de ellos dos y era eso, lo que lo tenía preocupado, miro la ruta y a lo lejos, diviso la columna de polvo que un auto levantaba, sin duda debería ser el coche de Marta y así fue, al rato el automóvil mediano, de color rojo, estaciono al lado del suyo y ella, bajaba sonriente acercándosele.

--Esteban, disculpa, se me hizo tarde, ¿Hace mucho que esperas?
--No amor, hará quince minutos que llegue, como estas ¿Bien?
--Si bien ¿O no me ves bien?
--Te veo hermosa como siempre, pero lo que me extraña, es el sitio que elegiste hoy para encontrarnos, en medio de la nada de la provincia, solos, en una ruta de tierra, que nadie transita, ni las liebres a esta hora.
--¿Qué ves de extraño? Quería estar sola con vos, eso es todo.
--¿Solamente eso?
--Si amor, o acaso, ¿Hay otros lugares, menos solitarios, donde se pueda estar tan solo como aquí?
--No lo se  Marta, pero la soledad no es mi fuerte, me pone nervioso, además me intriga, ¿Qué queres hablar conmigo?
--Veni, porque no nos sentamos aquí, bajo la sombra, sobre el pasto fresco que cubre el suelo, después de eso te hablo, cuando estemos sentados te cuento.
--Si es asi listo, ya estoy en cuclillas en el suelo, veni vos a mi lado y hablemos.
--Esteban hoy, aunque sos hombre y nada sabes, se cumplen tres años de que salimos juntos, nos amamos, más allá de tu esposa y tu familia. Tres años que le has robado tiempo a Isabel, para estar conmigo, tres años que fuimos felices, pero la felicidad como la vida, tiene altibajos y hoy amor, creo que algo empieza a fallar entre nosotros, empiezo a notar que ya no eres el de antes, o tal ves, sea yo que haya cambiado, no lo se, pero si te cite aquí, es porque quiero saberlo.
--No te comprendo, me estas achacando que empecé a no quererte, cuando no es así, ya que podes estar segura te quiero como siempre.
--¿Cómo siempre? Antes llamabas todos los días, ahora en estos últimos meses, si no te llamo yo, nada se de vos, estas ausente.
--Lo que pasa, que de pronto creció la empresa, tengo más trabajo, menos gente, te das cuenta que aumentaron las obligaciones comerciales de repente.
--Puede ser, quizás tengas razón y no me de cuenta, que tu trabajo es mayor, que estas mas ocupado y el tiempo, que me dedicas a mi, se ha achicado.
--Eso que decís es lo que me pasa, la empresa creció mucho, necesita de mí para que funcione, ¿Entendes? Esta Isabel, los chicos, vos, trato de satisfacer a todos.
--¿Es completa la lista Esteban?
--¿Qué lista?
--La lista que recién hiciste, de las personas que están, digámoslo asi, bajo tu tutela, Isabel, tus hijos, yo ¿No falta alguien en ella?
--¿Qué es lo que insinúas? No te entiendo ¿Qué otra persona puede haber en ella?
--Vos sabes Esteban, que el último en enterarse es uno mismo, por tanto, ¿No lo sabes?
--¿Qué es lo que no se Marta? Que de verdad no lo se y te lo pregunto.
--Mírame a los ojos Esteban, por favor mírame.
--Te miro, ¿Qué pasa?
--Puede ser posible acaso, que no sepas que hace un par de meses apenas, salís con ella.
--¿Cómo con ella? ¿Quién es ella, que no estoy enterado de que salgo? Ponele nombre por favor, así yo la conozco.
--No te hagas el tonto, todo el mundo sabe.
--Nadie sabe nada, ¿Qué te pasa hoy Marta? ¿Qué queres sacarme?
--El nombre, la figura, el alma de la nueva conquista con que sales.
--No me hagas reír, estas haciendo teatro, yo no salgo con nadie, más que vos y vos lo sabes.
--Queres que la nombre sin nombrarla, para que sepas que existe, estas saliendo con ella, vos lo sabes, en esa lista que dijiste, falta Silvia, la esposa de tu mejor amigo y cosa rara de la vida, amiga de una amiga mía, así lo supe, Esteban, sin que de dieras cuenta, de golpe tus ausencias, me confirmaron que era cierto, como ampliaste tus negocios comerciales, ampliaste amor el número de amantes.
--¿Quien te dijo eso? Decile que no es cierto, ¡Te están mintiendo Marta! Yo solo tengo un amor vos y una señora, Isabel, no hay mas mujeres en mi vida.
--¿Por qué mentís, si todo es cierto? Tene el coraje de reconocerlo, aunque más no sea por una ves en tu vida, ante una mujer, se sincero.
--Soy sincero y delante tuyo te lo digo, a nadie mas que a vos quiero y se acabo, me voy, me voy de esta ruta de tierra, de este lugar solitario, de todas tus preguntas sin respuesta, solo yo se lo que te amo, me voy Marta, mañana nos vemos, en la casa de siempre lejos de las miradas indiscretas.

Se volvió para darle un beso, a Marta, su Marta, una mujer que no entendía que él de su vida, de su vida sentimental, hacia lo que quería y nadie, ninguna mujer sobre todo, podía obligarlo a que deje de amar a quien quisiera, busco su boca, pero antes sin embargo, algo le llamo la atención, en la mano de ella que no busco abrazarlo como tantas veces, algo brillaba a los rayos del sol, no alcanzo a darse cuenta que tenía Marta en su mano, tampoco ya era necesario saber nada, el tiro que entro en su cabeza lo mato de inmediato. Marta fue a su auto, se puso guantes y saco una gamuza de la gaveta y estuvo un rato, meticulosamente, limpiando el arma de toda huella, después se encamino al lugar, donde cayera Esteban, abrió los dedos de su mano derecha y le colocó el arma, apretándola bien contra su piel, acto seguido se dirigió a su auto y se fue, mientras volvía al pueblo, pensó que los celos de una mujer traicionada en su amor, son una cosa muy delicada, tan delicada, que se puede llegar a matar por ellos, quedando tan tranquila, aceptando totalmente que él se lo merecía, lo mas grave, que ellos los hombres, nunca se dan cuenta del peligro a que se exponen, Esteban evidentemente no fue la excepción, llegó al pueblo, entro a su casa y se dio un baño, tenia que volver rápido a la facu, le tocaba dar clases, ella estuvo allí, desde las nueve de la mañana en adelante.