Por
el Barrio Chino donde la magia transita sus esquinas una mañana, a la hora en
que los restaurantes repasan el menú del día y las mujeres hacen sus compras en
los supermercados, apareció un Dragón y de su interior salió una joven hermosa
que apresurada corrió hacia el arco de la calle Juramento, algo raro sucedió
entonces, cuando la sombra del arco tocó a la joven está desapareció y con ella
el Dragón.
jueves, 23 de mayo de 2013
SENTIRCE ENAMORADA
Isabel mientras se dirigía a discutir el
divorcio con su esposo Alejandro repasaba los momentos vividos con aquél, desde
que se casaron hace ya veintisiete años. Tuvieron dos hijos hoy adolescentes y
siempre durante esa etapa de sus vidas se dijeron amar y prometieron estar
unidos luchando mano a mano, ante los problemas que se fueran presentando. Lo
conoció cuando cumplía diecinueve años y el treinta y tres, para ir a vivir
juntos tuvo él que separarse ya que era casado, ella soportó el rechazo de su
familia en desacuerdo con su juventud y los años de él más su condición de
divorciado. Pero todo pasó y al fin pudieron encauzar sus vidas en función del
amor que se tenían. Pero hace unos años las condiciones económicas del país
cambiaron, ella al igual que tantas
mujeres se vio obligada a buscar trabajo para ayudar en la casa, era una época
propicia para ello, ya que los chicos estaban grandes y se arreglaban solos.
Por otro lado su madre vivía con ellos y podía dar una mano. No sabía porque
empezaba a sentirse cansada, no de Alejandro, sino de la rutina de años
dedicados a él y a su hogar, tal situación le parecía que la apartaba del mundo
real, y solo lo veía a este a través de una mirada, la de su esposo, por lo
tanto esta merma en los ingresos de él le vino muy bien, ya que la obligaba a
trabajar fuera de su casa, apartarse de ese entorno que la condicionaba tanto y
comenzar a conocer.
¿Es que había vivido pensó? Dio toda su
juventud a esa casa por entero, y hoy de golpe como un mazazo del destino todo
se terminó, ¿Quizás lo buscó ella?, ¿Tal vez no supo perdonar él?, poco
importaba ya, en estos días se firmaría el divorcio y sería una mujer libre.
Por otro lado pensó, qué había pasado para llegar a esto y volvió, a un año
atrás para recordar todo lo sucedido.
Resulta que comenzó a trabajar en un Estudio
Jurídico, atendiendo al público, su jefe un abogado divorciado, algo más joven
que ella, y varios empleados de distintas categorías
qué cubrían todos los puestos necesarios,
formaban un grupo de gente sin responsabilidad familiar, solteros, divorciados,
y algún que otro recién casado, tal era la comparsa que se fue introduciendo en
su vida y cambiando mas sus sentimientos. Organizaban fiestas todos los viernes
por la noche y comenzó a ir a ellas, esto significaba –y se daba cuenta- volver
atrás, realizar hoy lo que debió ser hecho a los veinte años y por no serlo
quedó en el interior de su alma, como una deuda pendiente que tal vez el amor
de Alejandro tapara, pero sin impedir el deseo existente de que esto algún día
explote y salga a la superficie de su ser, y esto fue lo que pasó, se dio,
independiente de su familia, de todos, inclusive de sus hijos, se vio
arrastrada por el deseo de ser ella y de vivir la vida como hubiera querido y
no pudo, es que tal vez el temprano amor tapa pasiones que independientes de
él, explotaran más tarde de manera alocada, poco le importaba, lo cierto, que
se entregó por entero a las fiestas de los viernes, en casas de distintos
compañeros de trabajo y, esto poco a poco mello su relación con Alejandro,
tuvieron discusiones, desencuentros, él no quería que tal situación continuase,
ya que era imposible siendo ella una
mujer casada, que los viernes a la noche hiciera uso de una soltería que no le
correspondía y se fuera a bailar por ahí hasta las seis o siete de la mañana
del sábado, sin saber él en donde estaba e inclusive algo más terrible, que le
sea infiel con un compañero de trabajo y el, pasara a ser un cornudo más que
ignorase todo como corresponde a los cornudos, Isabel negaba, le decía que le
tuviese confianza, que era una etapa de su vida a la cual necesitaba recurrir,
para calmar los años que la mantuviera dentro suyo sin haber conseguido que se
manifestara, pero ahora brotaba de manera independiente ajena a su voluntad,
debía ser necesario que él comprendiera que lo consideraba el único amor, el
hombre de su vida y por lo tanto siempre le sería fiel.
Isabel en esto último mentía, ya que en
realidad estaba saliendo con un abogado recién recibido casado hacia poco
tiempo, y más joven que ella, ¿Por qué lo hacía? , no sabía, no era amor lo que
la impulsaba, tan solo curiosidad, el deseo de verse amada por otro hombre
joven, cuando ella lo fue y enterró todas esas experiencias en pos de Alejandro
y su seguridad matrimonial. Sí, salía con Alfredo en el mayor de los secretos,
sin que nadie lo sepa, ni en las fiestas de los viernes, ni en el trabajo ni en
ningún lado, salidas furtivas de besos en el coche, de charlas en el café,
entre ellos sentían que se instalaba la culpa de que ambos estaban casados y
que esta situación no la querían cambiar. Solo una aventura se lo manifestó
Alfredo una tarde en el café al encontrarse después del trabajo.
--Lo nuestro lo veo así Isabel, amo a mi
esposa, no me separaría de ella, pero con vos soy sincero, quisiera acostarme
en pos de un deseo, de una necesidad de cambiar, de conocer otro cuerpo
femenino, cada cuerpo de mujer que uno desnuda por vez primera, es único e
irrepetible, conocerlo de una vez y para siempre en su totalidad es hermoso.
--Estas demasiado poético, por mi parte yo
también quiero a mi esposo, no lo dejaría, sin embargo se me vuelan los deseos
de un cuerpo más joven que me penetre, tocar y acariciar la piel de una juventud
que nunca estuvo al lado mío haciendo el amor, ¿Entendes Alfredo? No es meterle
los cuernos a nadie ni amar menos o más, es una necesidad de vivir lo que no
vivo hace veintisiete años. Aunque fui amada, siento que el amor flaquea cuando
el volcán sexual no nos devora, en el momento que lo rutinario nos atrapa y la
ceremonia del acto, pasa a ser un tramite más de los muchos a llevar a cabo en
el hogar, algo deja de ser entre nosotros. ¿Te das cuenta? No es el no amor lo
que me impulsa a tus brazos, es la repetición del rito lo que me aplasta.
--Te comprendo, yo no lo vivo de esa manera, ya que me casé con una mujer
de mi edad, no hace un año y andamos de maravilla, por lo tanto te lo dejo
claro una aventura y nada más, por supuesto nadie debe enterarse en la oficina
porque si no se nos armaría un despelote terrible.
--Tal cual así quedamos, fíjate este viernes
lo podemos hacer, la fiesta se suspendió, yo digo en casa que salgo igual que
siempre y nos encontramos, podemos ir a cenar, tomar algo y después vamos al
telo, ¿Qué te parece?.
--Perfecto, el viernes nos vemos, pero de
nuevo te informo, sin compromisos por el solo hecho de estar en una cama.
--De acuerdo, pienso igual chau.
Las cosas sucedían de esa manera. Cuando el
destino se cruza es imposible abandonarlo, esa semana en su casa transcurrió
igual a tantas que habían pasado, tuvo que lidiar con la desconfianza de
Alejandro pero lo supo manejar como otras veces, y el viernes a eso de las
nueve de la noche estaba en Cuba y Ramallo lejos de su casa, esperando el coche
de Alfredo, que la pasaría a buscar y efectivamente ya llegaba, paro el auto y
la hizo subir.
--¿Adonde vamos? –se besaron-
--Busca Cabildo, girando a la izquierda a
pocas cuadras tenes un restaurante muy lindo donde podemos cenar.
Arrancó y tal lo indicado por Isabel doblo por
Cabildo y a no muchas cuadras se encontraron con el restaurante, tuvo suerte y
estacionó no muy lejos de la puerta, bajaron y entraron en él dispuestos a
cenar y hablar de sus cosas, mientras hacían tiempo para lo que en realidad los
convocara esa noche. Ya sentados, vino el mozo, eligieron el menú y esperaron
ser servidos, una vez que tal cosa ocurrió la conversación devino entre ellos.
--Isabel, quiero hacerte una pregunta.
--Si todas las que quieras.
--Yo recién soy casado y estoy loco por mi
señora, ¿Esto será siempre así? O tal vez me veré en tu situación, más adelante.
--Es difícil decirlo, yo cuando me casé pensé
que lo hacia para toda la vida, pero la vida aparentemente tiene una totalidad
que va cambiando con los años, lo que ayer nos parecía eterno y hermoso, de
pronto se nos vuelve un ahogo de libertad que no podemos comprender ni manejar.
--A mi espero no me ocurra.
__Ojala tengas suerte no se, será la
personalidad de cada uno, de que forma se vivió la adolescencia y juventud, la
pareja que nos tocó en suerte, la verdad no lo entiendo y en este momento no me
interesa.
--A propósito ¿Cómo fue la pareja que te toco
en suerte?
--Alejandro es un hombre bueno, trabajador,
respetuoso, que tira para su hogar y cuida de sus hijos, los míos y los de su
matrimonio anterior, como ves un hombre bueno, ideal de cualquier mujer, pero
¿Seré yo cualquier mujer? Lo cierto que me siento cansada de tanta normalidad,
me tomó de tan joven, que a veces no se si es mi marido o mi padre, si mi
relación es una libre elección o un incesto, presiento que esta noche lo sabré.
--Que extraño yo con mi señora no vivo nada de
eso, la tomo como mi igual, una compañera que me complementa en el lado
femenino que no poseo, lo nuestro siguiendo tu razonamiento sería tal vez un
matrimonio andrógino.
--Puede ser, los hay, dos seres complementarios
que se encuentran y se transforman en uno solo e indestructible para el resto
de sus vidas, yo no, yo me casé con alguien en donde apoyarme y afrontar la
vida a partir de ese apoyo, ahí estuvo mi error, no entender -era muy joven-
que para ser feliz uno debe saber desenvolverse ante cualquier situación y yo,
por el contrario deje que Alejandro me resuelva todos los problemas, cosa
extraña hoy creo es el primer intento de ser yo misma independiente de todos.
--La verdad tenes razón, yo en ese sentido
siempre he sido muy independiente y veo la vida como una normalidad a la que
estoy adaptado.
__Suerte para vos entonces, mira ya es hora de
irnos, no quiero postre, tomamos el café y nos vamos en busca del hotel ¿no te
parece?
--Si, espera que llamo al mozo ¡Por favor! La
cuenta y dos cafés, ¡Gracias!
Tomaron el café, arreglaron la cuenta y
salieron rumbo al hotel para pasar el rato de amor que se habían propuesto, a
Alejandro le estuvieron hablando de uno solitario y tranquilo por la Provincia,
pronto llegaron ya que se encontraba cerca de donde cenaron, dejó el auto
frente a la habitación y fue a arreglar con el conserje, cuando volvió Isabel
estaba acostada en la cama, toda su ropa sobre una silla.
--Cámbiate y vine conmigo que tengo frío.
Alfredo apago la luz, se desnudo, y se metió
en el lecho junto a ella, pronto ambos cuerpos se tocaron y buscaron el lugar
de lo prohibido, los anhelantes y palpitantes sexos que aguardan ser recibidos
y aceptados en función del avasallante deseo, que se desarrolla entre las
caricias y los besos mordiendo la piel y el alma del ser amado. A veces sin
embargo el cuerpo, ese que se cree independiente, preso de la mente, de la maquina
infernal que obliga y manda en nuestros deseos, no consigue lo que quiere, quizás debido a que el mandato moral es no lo
hagas. Lo que sucedía para hablar más claramente es que a Alfredo no se le
paraba, pese a todas las artimañas y esfuerzos de Isabel, no se le paraba.
--Déjame no sigas no puedo hacerlo, me siento
como en otro lado distinto que aquí, es como si estuviera en casa pero no está
mi señora, no puedo hacerlo Isabel, perdóname pero tengo la libido por el
suelo, no se me para.
Isabel dejó de acariciar el dormido sexo, se
volteó sobre un costado y llegó a la conclusión que la situación no daba para
más.
--Anda al baño y vestite Alfredo, no salgas
hasta que yo te lo diga, pienso vestirme en la habitación.
--Bueno listo, Alfredo se incorporó prendió la
luz agarró su ropa y se dirigió a vestirse, cuando él desapareció, Isabel se
levantó fue a la silla donde dejara sus cosas, empezó por la tanga en primer
termino siguiendo en ese orden con todo lo demás, en el momento que terminó
llamó a Alfredo.
--¿Estas listo? Podes salir quiero entrar a
lavarme un poco y pintarme.
--Si, ya termino yo también.
Isabel frente al espejo, se lavó las manos, la
cara, se hizo buches de agua y luego acomodó su pelo, se pintó los labios y
maquillo para estar como si nada hubiera pasado, en realidad pensó, no paso
nada.
--Vamos Alfredo, llévame hasta casa es tarde
para andar sola.
--Por supuesto quien pensas que soy, iremos
hasta tu casa.
En el camino hablaron poco, cada uno sumido en
sus propios pensamientos, ya llegando Alfredo dijo.
--Discúlpame Isabel creo que no pude serle
infiel a mi señora, nos queremos y de pronto comprendí que iba a hacer algo que
ella no se merecía.
--Te entiendo perfectamente y poniéndome en tu
lugar, pienso que fue mejor así, de ahora en más nada paso entre nosotros,
volveremos a ser compañeros de oficina y nada más ¿de acuerdo?
--Totalmente, ya estamos llegando a tu casa no
te voy a dejar frente a ella por cualquier cosa, paramos un poco antes, yo me
voy y vos te apareces caminando, así evitamos todo tipo de problemas.
Alfredo se detuvo Isabel descendió, cerro el
auto suavemente y este partió cuadras abajo en pos de la panamericana. Comenzó
a caminar rumbo a su hogar, ya el día estaba aclarando y la brisa suave que
corría era más bien cálida, aspiro un montón de aire en sus pulmones para
despejar la mente, esperando que todos duerman como siempre, puso la llave en
la cerradura del portón de entrada, levantó la cabeza y se dio cuenta que
estaba equivocada, en su dormitorio la luz se encontraba encendida y Alejandro
la veía llegar, inmediatamente comprendió que habría discusión entre ellos y
analizó que debía decir, de pronto una rara sensación la fue ganando, entendió que
estaba harta de toda esta situación, sería mejor dejarlo hablar a él, y esperar
a ver como termina todo. Entró a la casa, ya en el living la aguardaba
Alejandro visiblemente ofuscado, aparentemente todos dormían, le pareció mejor esta circunstancia así nadie
tomaría parte en la conversación, decidida fue a su encuentro no sabía lo que
sucedería, pero por primera vez se hallaba segura y tranquila de lo que fuera a
pasar.
--Que tal amor, ¿Despierto a estas horas? ¿Qué
te pasa? ¿No podes dormir?
--No te hagas la chistosa ¿Que queres que me
pase? Estoy repodrido de tus salidas de todos los viernes, de tus chats con tus
amigos y de la desatención que has puesto en el hogar últimamente. Además ¿De dónde
venís? ¿Como es que Alfredo te trae en auto hasta aquí? Si, no me digas nada,
no trates de mentirme porque vi su auto pasar recién por el frente de casa, te
dejó un poco lejos para que yo no vea nada y así cubrir la situación, esto solo
significa que saliste a joder con él, Alfredo de aquí –que buen amigo- Alfredo
de allá, y al final hoy terminaron cogiendo, estoy seguro, nada me lo saca de
la cabeza fueron a un telo, se burlaron de mi, esto es lo peor que me podes
haber hecho, o lo mejor que elegiste para separarnos, pero ya está, me separo,
a partir de este momento no vivís más bajo este techo, ándate a la casa de tu
amiga Marta y contale lo que pasó, yo te hecho, cuando los chicos se despierten
les explico todo y después veremos que hace cada uno, en cuanto a tu vieja que
ya mismo se vaya de tu hermana, y a vos ¡fuera! se acabo, anda con Marta no
quiero verte nunca más.
Isabel pudo haber dicho que todo lo que él
imaginaba, era una absurda mentira, negar como niegan las mujeres que engañan a
sus esposos, explicarle que igual que siempre venían de una fiesta y no de un
telo, decirle que ella le pidió a Alfredo que se detenga antes, así no despertaban
a nadie en la casa, mostrarle que esa casa le pertenecía tanto a ella lo mismo
que a él, enfrentarlo que si estaba loco, como evidentemente lo estaba, que se
las tome ya mismo de allí, y le haga todos los juicios que quiera, pero ella se
quedaría en su hogar, el techo de sus hijos y por supuesto la que debía estar
cuidándolos era ella. Pero, no sabemos que pasó por su mente, tal vez esa tenue
libertad que empezara a florecer muy tímidamente la hizo callar. Lo cierto que
subió a su habitación, lleno su valija con todo lo que creyó le fuera necesario
para vivir sola un largo tiempo, e hizo dos llamadas una a su amiga Marta
diciéndole que iba hacia su casa, otra a un remix, esperó en el dormitorio
hasta que este llegara, cuando escuchó el timbre, bajó y se fue sin despedirse de nadie
pretendiendo nada más estar sola y tranquila en la casa de Marta para ordenar sus
pensamientos. Esta vivía con una hija y estaba divorciada, se apreciaban mucho
y como la situación de ambas empezaba a parecerse, esperaba que podría estar un
tiempo allí, hasta alquilar algo para poder
nuevamente hallarse con sus
hijos, pronto se encontró frente a lo de Marta pues no vivía muy lejos de ella,
bajo pago el remix y tocó timbre, un
segundo después su amiga aparecía en la entrada, abriendo la puerta y
haciéndola pasar.
--Isabel que sorpresa, ¿Qué esta sucediendo?
--Mira no se pienso que lo que tenía que
suceder, ya creo que no lo quiero más a Alejandro, estoy harta del tipo de vida
que llevo.
--Se pelearon, ¿Cómo fue eso?
--En pocas palabras, volvía con Alfredo que me
traía a casa, me dejo unos metros antes y arranco solo, el lo vio pasar,
después enseguida entre yo caminando, allí se enfureció, me hecho en cara la
posibilidad de que hubiéramos estado cogiendo juntos y que esto no podía ser y
me hecho de casa.
--¿Y vos que hiciste?
--Nada, en otra oportunidad, habría hablado,
defendido mi posición, pero en ese momento decidí aceptar y tirar veintisiete
años de felicidad y matrimonio por la borda a las frías aguas de la inseguridad,
mi inseguridad, pero siento que ya no lo quiero, es como si hubiera estado a
oscuras muchísimo tiempo y de pronto, la vida me descorre un velo y veo el sol,
no se lo que va a pasar conmigo por mi carácter, pero hoy estoy segura de una
sola cosa se me fue el amor, voló como un pájaro de entre las manos y me es
imposible recuperarlo.
--Por lo que me doy cuenta todo se me hace
irreconciliable entre ustedes, vení pasa, acomódate y dormí un poco, al
mediodía te llamó para comer y después vemos que podemos hacer.
--Gracias Marta, ahora solo quiero una cama
estoy molida este viernes fue para mi, mucho mas que un viernes, fue una semana
entera.
Se dirigió al cuarto donde Marta hacia dormir
a sus amigas cuando se quedaban en su casa y se durmió como un tronco, a eso de
las dos de la tarde la estaban llamando para almorzar.
--Veni Isabel sentate tenes la comida servida.
--Espera que voy al baño hago pipi, me lavo
los dientes y estoy con vos.
Un rato después en la mesa.
--¿Qué hiciste de comer? ¿Todo rico?
--No jodas, tiré unos bifes a la plancha, puse
a hervir zapallo y papas, un buen puré y listo, dale come ¿Pensaste lo que vas
a hacer?
--Por lo pronto el lunes voy al trabajo como
siempre, me vas ha tener que aguantar unos días pero espero que no sean muchos,
te decía, en el trabajo una compañera tiene un departamento sin alquilar por
Cabildo de dos ambientes, un segundo piso contrafrente, seguro me lo da, porque
le gusta cerrar operaciones con conocidos, eso hecho, la tengo un tiempo a la
vieja con mi hermana y veo que quieren hacer los chicos, quizás
Rosa se quede con el padre y José seguro va a
querer venir a vivir conmigo, en el departamento hay lugar, después lo
inevitable, comenzará el juicio de divorcio, espero que sea lo más rápido
posible, por mi parte estoy dispuesta a no poner objeción alguna para que sea
así, por supuesto siempre y cuando la repartija sea justa, pero en ese caso
estoy tranquila con Alejandro, el es un tipo derecho.
--¡Isabel no lo puedo creer! ¡Se querían tanto!
Vivieron el uno para el otro y de pronto todo se vino al suelo, por otro lado
son dos personas no proclives ha hacer macanas, no entiendo.
-- Yo sí, si algún día se presenta la ocasión
lo voy a hablar con él, será la última charla entre nosotros, pero por primera vez
me parece que va a escuchar lo que pienso y no lo que me convenía pensar. Ahora
si me permites, voy a hablar con mis hijos, a ver si nos encontramos en un bar
y arreglamos esto, ya son grandes y entenderán.
--Seguro, llama y si tenes que salir hacelo, te
voy a dar una llave de la entrada, tengo varias, tantas como amigas, quédate a
vivir conmigo hasta que arregles todo como corresponde.
--Muchas gracias Marta, no se como
agradecerte.
--No tenes nada que agradecer, para eso somos
amigas.
Isabel tomo su celular y llamo a su casa, le
parecía rarísimo hacerlo desde otro lugar a aquel, donde siempre estuvo a esa
hora años de su vida, por suerte atendió Rosa.
--Hola Rosa
--¡Mamá! ¿Qué pasó? ¿ Que despelote hubo entre
vos y papá?
--¿No te lo dijo?
--Me habló de que se separaron nada más
¿José también lo sabe?
--Si, nos reunió a los dos para que lo
sepamos, lo cierto es que no entiendo nada.
--Cálmate, tranquila, ¿Te acordas del bar ahí
en Maipú, donde íbamos siempre?
--Si ya se.
--Bueno vayan para allá y espérenme allí.
Calcula que tomo el colectivo y en tres cuarto de hora llego, sí.
--Quédate tranquila, nos vemos luego.
--Cuídense enseguida estoy con ustedes chau.
--Chau ma.
Apago el celular, saludo a Marta y se encamino a la parada del colectivo,
apenas llegó venia uno, lo tomó, se sentó mientras pensaba que decirles a sus
hijos, bueno ya vería, lo principal sería verlos y hablarles. El viaje duró lo
que cálculo y un rato mas tarde bajo en Maipú y entró en el bar donde ya se
encontraban Rosa y José.
--¡Mamá! Llegaste, ¿Estás bien?
--Si, si todo bien, un poco de calma, ¿Pidieron
algo?
--No te esperábamos a vos.
--¿Vos que tomas José?
--Una bebida sin alcohol.
--Lo mismo yo mamá.
--Muy bien para mí un café, ¡mozo! Dos bebidas
sin alcohol y un café por favor, gracias. A ver chicos escuchen bien lo que
pasó, las personas grandes, no siempre fueron grandes, un día llegamos a ser
tan jóvenes como ustedes, teníamos ilusiones, sueños, amor, eso nos pasó a papá
y a mí, nos casamos, nacieron ustedes, fuimos felices, pero los años pasan y al
pasar del tiempo va cambiando la mente de algunas personas, nosotros no somos
una excepción y caímos en esa regla de la evolución humana, de pronto nos dimos
cuenta que no éramos los mismos que ayer y que nuestro amor junto con nosotros,
se había perdido en el cambio de que les hablo, eso, simplemente eso, aunque
papá no se de cuenta la rutina nos mató, tiramos el cariño y quedamos vacíos de
afecto, eso es todo, en ese caso a que seguir, lo mejor que cada cual haga su
vida como quiera, ha partir de hoy eso pasará con nosotros al igual que tantos
otros, lo que ustedes tienen que hacer decidir con quien quieran quedarse y
esperar que el paso del tiempo, lleve normalidad a lo nuevo y diferente,
¿Estamos?
--Si mamá, nosotros hablamos ya del tema y
estamos de acuerdo con lo que decís, José decidió estar con vos, si no te
enojas voy un tiempo con papá después
vemos.
--¡Como me voy a enojar! Tanto papá o yo para
ustedes somos iguales en afecto y no interesa con quien estén, para nosotros
aunque separados son nuestros hijos y ambos les tenemos el mismo amor.
--Gracias, ma.
--Bueno pago y nos vamos, vuelvan a casa, en
la semana arreglo donde vivir y José se viene conmigo, lo demás lo iremos
solucionando de a poco.
Pagaron y se fueron, Isabel esperó que tomen
el colectivo para luego también ella alejarse del lugar, todo se le fue
presentando tal como lo pensó. El lunes volvió a trabajar y su compañera le
alquiló el departamento, fue a su antigua casa y se trajo lo necesario para
amueblarlo, compró una cama, una heladera y José y su mamá se fueron a vivir
con ella las fiestas de los viernes ya no le interesaban y solo quería concluir
el divorcio, para instalarse en su propia casa, seguir trabajando y empezar una
nueva vida, estaba tranquila, ya no se sentía enamorada.
jueves, 9 de mayo de 2013
EL ARTE DE CONQUISTAR
Mira te digo, yo con las mujeres gano siempre
y no solo por la facha, que tengo mucha y por la cancha, que me sobra, no, no
es solamente por eso, pienso que si no sería fachero y canchero igual ganaría.
Resulta que para ello, yo tengo un plan, sí, una especie de pequeña obra de
teatro para conquistarlas y te cuento, que es de lo más efectiva, todas caen,
un poco antes, o un poco después, todas caen, esa diferencia en el tiempo
también me viene fenómeno, mientras una todavía se resiste, atiendo a la otra
que ya cayó ¿Canchero? No, no viejo estas equivocado, aquí la cancha es
secundaria, lo importante es el plan, después, ser buen actor y saber mentir y
listo, son todas mías, no pueden negarse, sabes ¿Te digo el secreto? Lo que
necesitas, es tocar los sentimientos, herir allí donde duele, te confieso algo,
mi mejor aliada es la soledad. ¡Si! Acertaste tenes razón, Internet viejo es mi
gran amiga, mi mejor socia en este negocio que te digo, sin Internet no lo
podría hacer ¿Sabes? Manejo un poco las palabras, un poco no mucho y en el
chat, mi gran compañero, eso sobra. Ah…te estas interesando, queres que
deschave mi método, mira, es muy simple, me meto en el chat o Facebook, mejor
en este último, porque con mi pinta, ya tengo ganado el cincuenta por ciento de
la conquista y de paso, relojeo, como es la que quiero conquistar, si me gusta
sigo, sino cambio y chau, debe tener, entre treinta y cinco y cuarenta y cinco
años, ¿Sabes porque? Muy sencillo viejo !Avívate¡ Son las que están más solas,
yo por otro lado, tengo cincuenta, medio siglo, me conozco todas las mentiras
necesarias para triunfar, antes cuando era un pibe, no había Internet, tenía
que ir a los bailes, chamuyo va, chamuyo viene, así me las levantaba, ahora vos
sabes con Internet, es una delicia, sentado en casa, puedo hacerle el verso a
cinco o seis mujeres por día, es un decir che, me estoy dando fama de mujeriego
al pedo, eso no, pero si quisiera una por día seguro, ya sé, te estas
preguntando ¿Cómo hacer para salir con tantas minas? Ese es el problema viejo, por lo tanto, tengo
que ir controlando la cantidad de mujeres que levanto, para poder atenderlas a
todas, sino que sentido tendría, te levantas una mina y no podes verla, salir
con ella, es al pedo viejo, si ya lo sé ¡Pelotudo nunca! Como te decía vamos al
plan, me meto en Facebook y recorro el espinel, cuando veo un pescado que me
gusta listo, ahí me tiro, le digo que estoy solo, que hace unos meses me separé
de mi mujer, que para colmo, hubo una reestructuración en el trabajo y que
quedé afuera, reestructuración ¿Entendes? Si diría que me echaron, quedaría mal
ante los ojos de ella, podría pensar cualquier cosa de mi y eso, no conviene,
por lo tanto de entrada, necesito que gocen mi pinta y me tengan lastima, una
vez que consigo esto, entonces comienzo a halagarla, palabras como dulce,
bonita, nunca soñé encontrar a alguien, que me entienda como vos, suenan como música
celestial a los oídos de ella, que siempre pensa, está sola, no consiguió hasta
ahora enganchar a nadie para cumplir con sus sueños de pareja. Por otro lado,
los años le empiezan a jugar en contra, cuando en ella está la lastima
instalada se me pone tierna, veo por el
diálogo del chat que ya entró, que la tengo en el lazo, entonces me largo, le
digo que quisiera conocerla, que entiendo, podríamos estar bien juntos, ya que
por una cuestión de piel –lo de la cuestión de piel es importante- siento, que
nos podríamos llevar muy bien, a renglón seguido la invito a tomar un café a un
boliche de Martínez, u otro lugar interesante de la zona norte, la hora del
encuentro para mí es una cábala, veintiuna horas, no me salgo de allí, acepta,
quedamos en encontrarnos, perdió ¿Sabes porque perdió? Porque creyó en todo lo
que le dije, por consiguiente, seguirá creyendo y yo para mentir, soy un
gigante, tal es así, que la mayoría de las veces, me miento a mi mismo también,
pero bueno, sigamos con el relato ¿Vos me conoces? Sabes que vivo solo, tengo
una buena casa en Olivos y un coche, esto no te lo quisiera decir, porque va en
desmedro un poco de mi muñeca para conseguir mujeres, además tengo todo lo
necesario para este difícil arte, pero ojo ¡eh! En el chat esto no se ve,
entonces no digas apresuradamente, este es un boludo con plata, ¡No! Sabes que
no es así, yo me las gano en Facebook como te dije, primero por mi facha y
después por mi labia, cuando ven la casa y el coche, ya vienen entregadas, no
tienen salvación, están presas de mí, están presas de mí y me cuesta decirlo,
de lo desgraciado que soy para con ellas, a veces pienso que las mujeres gozan
encontrando tipos, que las caguen como yo, pero no es problema mío, sino de
ellas ¡Que se jodan! Sigamos entonces, con los planes que tengo para conquistarlas.
Llega el viernes a la noche, ya quedamos por chat en encontrarnos en el
boliche, sito a las veintiuna como te dije, llegó a las veintiuna y cuarto,
siempre me gusta que la otra parte, se encuentre con ansiedad y duda, ya
estamos en la mesa del café, charlamos, intimamos, pelotudeces como - tengo la
suerte de ver esos ojos y que ellos me miren- y otras más, es imprescindible
decir palabras tiernas, románticas hasta que cuando veo, que mi romanticismo,
hizo mella en ella y una pizca de lastima más comprensión entró en su alma para
conmigo, entonces ya es el momento, la invito a cenar, debes tener presente que
siempre en la mujer, debes despertar algo de lastima y comprensión, dejarla un
poco descolocada, que de rienda suelta a su deseo de proteger, cuidar,
comprender, vos mientras tanto tierno y dulce, entonces, llegamos al
restaurante siempre elijo uno -casi siempre el mismo- donde hay velas en las
mesas, media luz, a las mozas apenas se las ve y aparecen sin ser notadas casi,
que se yo, el lugar ideal, para confesar –ojo con esto de confesar- jamás
digas, que la amas ¡No! El amor viene con el tiempo, por supuesto antes que
llegue la largas. Lo que vos tenes que insinuar, que estas cómodo a su lado,
que la estas empezando a comprender, a querer, aunque seamos sinceros, ese no
es el verdadero amor, todavía, pero que a través del tiempo, ya llegaremos,
después de esta franela sentimental, cuando terminamos con la cena y alguna
vela se apagó, diciendo yo que así se apaga mi tristeza estando a su lado,
decido irme, más concretamente llevarla a casa, por lo tanto siempre les digo,
que en realidad soy un ser solitario, que no me manejo bien en lugares públicos,
que me gustaría mucho viniera a casa a tomar un café conmigo y después, ir a la
orilla del río a ver la luna sobre el agua, cosa extraña, todas dicen que si
¿No se porque ché? Pero todas dicen si, las mujeres son corajudas viejo, te
conocieron por chat y por no estar solas, se animan a cualquier cosa, bueno
allá ellas sigamos, antes te voy a explicar otra táctica que poseo, aunque te
parezca mentira es el arma letal que no falla nunca, es una ensalada de frutas,
hermano, después te cuento lo que hago con ella, por lo pronto, salimos del
restaurante, vamos a casa entramos y sigo con las velas, prendo velitas, preparo
la mesa, siempre les digo, que no se molesten, que estoy solo ¡Solo entendes!
Eso despierta lastima, ternura inconsciente, desinhibición y entrega, como te decía,
traigo el café, algunas masitas, pequeños arrumacos, besitos furtivos y cuando terminamos
de tomarlo les digo amor, es tan hermosa la noche del río, en la gran ciudad no
vemos la blanca luna que enamorada, se pierde en sus aguas me gustaría verla
con vos ¿Queres venir? Total con el coche, estamos en diez minutos y tenemos la
ventaja, que no nos es necesario para ver esa hermosa escena, de cielo y agua
en comunión, bajarse del auto, nos quedamos en el, charlamos y juntas nuestras
almas, miran ese soberbio espectáculo natural, vos sabes ché, hasta el día de
hoy todas me dijeron ¡Si vamos! No me falló ninguna y ahí viejo, entra en juego
la ensalada de fruta que te comente, la saco de la heladera y me la llevo conmigo,
cuando llegamos al río me acerco lo mas posible a la orilla, apago el motor ¡Y
ya esta! Soy el más dulce de los dulces, te digo que esta escena, antes me costaba
un montón hacerla, pero tanto repetirla, ahora tengo una cancha bárbara, ni a
un actor le saldría mejor, en el pico de romanticismo, saco la ensalada y le
acerco a ella una fruta en la boca, mientras le pido, que haga lo mismo
conmigo, pedacitos de fruta a la boca de ella, pedacitos de fruta a la boca mía
entre palabras de amor. Cosa extraña, sabes que el intercambio frutal me ha
dado siempre resultados fabulosos, todas con este jueguito, quedaron encantadas
de ahí, que pasó a ser una de mis armas preferidas en tren de conquistar y
listo, ya está el pájaro en la jaula. Volvemos a casa, nos acostamos, sexo sin alcohol
y a la mañana siguiente nos levantamos, yo preparo el desayuno y después la
llevo a su casa, si salí el lunes, la invito para el jueves, el martes salgo
con otra, que también me la levante en
el chat, el miércoles por supuesto descanso, que queres, no soy de fierro, así
lo mismo durante dos semanas, después viejo, le doy el olivo ¿Cómo hago? Quizás
esta sea la parte más delicada del plan, escucha bien, durante las dos semanas
que me puse como límite para estar con una mujer antes de rajarla, empleo la
misma técnica que antes te mencioné, nada más, que ya no vamos a cenar a algún
restaurante, ni tomar café en ningún lado, se cocinar más o menos, me la
rebusco bien con las pizzas que se yo, debe ser por mi ascendencia italiana, de
cualquier forma, cuando cae la tarde, tene presente esto, cuando cae la tarde,
es el momento de mas vulnerabilidad emocional de las mujeres, sobre todo si están
solas, entonces en esa parte melancólica del día, les mando un mensajito
primero y después, les hablo por el celular, para invitarlas a cenar en casa,
lo del mensajito es importante, siempre hay que usarlo, previo a hablar,
resulta algo así, como un secreto compartido, las predispone más para con vos, porque creen que sos un tipo tierno,
porque escribís boludeces por texto, es increíble, pero es así, bueno como te decía,
les digo, vení a comer una pizza a casa, me salen ricas y de paso hacemos un
poco de vida en común, para conocernos más, esto de la vida en común, para conocernos
más, tenelo en cuenta, surte efecto, por supuesto vienen a cenar, te confieso
algo, ya estoy repodrido de hacer pizzas, se me da por comprarlas en el súper y
listo, pero sigo, llegan a casa y yo, ya tengo la ropa de actor, delantal,
manos con harina, la masa preparada y una picada, con buen vino para ir
degustando mientras preparamos la pizza y hablamos, nos hacemos arrumacos y
ellas sueñan, no se que pelotudeces, mientras yo, no veo la hora de ir a la
cama y chau, pero lo importante y complicado es mantenerse algo indiferente,
pero tierno, cumplir con todos los pasos del ritual y no precipitarse jamás. Terminamos
con la pizza y mientras esta se hace, charlamos, hablamos del presente, solo
del presente, te recomiendo al futuro tocarlo muy de pasada, siempre mantenerlo
en una nebulosa, porque vos solo sabes que el futuro nunca vendrá ella no, ya está
la pizza, la saco del horno y cenamos en la mesa con velitas de que te hablé. Le
pregunto qué música le gusta y va el tema como fondo, trato de ser diligente en
todo y atenderla a cuerpo de rey, ¡Ojo! Esto es un detalle, que siempre debes
hacer, atenderlas a cuerpo de rey, a las mujeres les gusta verse complacidas en
sus deseos por el hombre, sentir que este es un nabo, que siempre está
alrededor suyo, terminamos la cena y llega el momento de la ensalada de fruta,
escena invariable y constante en todas mis conquistas. Río, Luna, y pedacitos
de fruta de boca a boca, mientras vuelco en sus oídos, todas las hipocresías
que aprendí, en mi vida de mujeriego, después volvemos a casa, a la cama, a lo
único que en definitiva me interesa. Ahora estamos, en el momento del raje,
momento importante si los hay, porque estas jugando con sentimientos y esto es
delicado, mi táctica a seguir es la siguiente, después de estar dos semanas con
ella ya la quiero largar, mis nuevas conquistas, así me lo exigen, no hay más
lugar para ella en mi agenda, se acabó el plazo que le otorgué, entonces esa
noche, la última que nos acostamos, aunque eso solo lo se yo, después de la
habitual relación sexual, espero cualquier reacción de ella, que signifique
estar metida conmigo, cualquier boludez, la mas frecuente, terminamos la
relación y me dice, ¡Te quiero! Ahí está, eso la perdió, me hago el sorprendido,
me doy vuelta en la cama con el rostro preocupado -allí juega de nuevo el
actor, imprescindible para esto- le pido que apaguemos la luz, porque estoy cansado
y quiero dormir, hago que duermo mal, doy vueltas en la cama, voy varias veces
al baño, ellas por lo general tampoco duermen, nos levantamos, yo siempre con
una marcada preocupación en el rostro, preparo el desayuno y cuando nos
sentamos a tomarlo, yo ya espero las palabras que siempre me dicen ¿Qué te
pasa? Te noto preocupado y sobre todo, vi que cambiaste cuando dije que te
quería, si es por eso, yo no tengo problemas, podemos seguir como hasta ahora,
el amor como vos dijiste viene con el tiempo, yo cariño estoy bien con vos así
como estamos -este es el momento y ataco, con mi plan, que no falla nunca- no
mira bonita, debo confesarte una cosa, estoy preocupado, muy preocupado por
vos, veo que te estás metiendo mucho conmigo, siento que cada día estas mas
metida y a mí, no me ocurre lo mismo, estoy cómodo a tu lado, me gustas, sos
una buena mina, pero a esto que me pasa no lo puedo llamar amor, te pido me des
tiempo para pensarlo, por otro lado, me encuentro en el peor momento de mi
vida, sin trabajo, preocupado porque no consigo, mando curriculum y no pasa
nada, por otro lado, el reciente divorcio con mi mujer abre heridas que me
cuesta cerrar, te veo muy metida y temo te lastimes, en realidad esto que te
pido, quiero que lo hagamos para que no salgas lastimada vos en un futuro, que
lo veo incierto para mí, deberíamos dejarnos como te dije, por un tiempo a ver qué
pasa, lo hago por tu bien, no por el mío, me gustas entendelo, pero en estos
momentos, no soy la persona indicada para nadie y si, soy la persona, que menos
en el mundo quisiera causarte daño, por favor dulce, te pido tiempo, solo eso
tiempo para resolver mis dudas, arreglar mi situación personal y así merecerte
bonita, no quiero hacerte daño, por lo que veo te lastimarías mucho si lo
nuestro seguiría adelante, estoy muy confundido, siento que me pides que te
ame, que dices amarme y yo, no quiero hacerte daño, no estoy preparado para
eso, nuevamente solo te pido tiempo, cuando lo piense, cuando arregle mi situación,
cuando despeje mis dudas yo te llamo, nos hablamos. Le doy un abrazo bien
fuerte, nunca más un beso, mi rostro conmovido le expresa todo mi dolor y mi sacrificio,
en esas condiciones la acompaño a la casa, por supuesto, no la vuelvo a llamar
en la puta vida y listo, que pase la que sigue, ya se, te haces la pregunta,
que todos se hacen ¿Ninguna mina volvió? ¿Te hizo la vida imposible? ¿Te armó quilombo?
No ninguna y ahí está mi clase, quizás te de el último consejo, hay que saber
elegir, con quien salir, la fulana, debe estar sola y además tener el complejo
de culpa a flor de piel, en esta relación yo me victímese por ella, en cierta
forma, ella es culpable, de haber exigido mi amor, cuando yo –pobre de mí- no
estaba preparado para ello, de esta forma, conquisto mujeres, minas, hembras,
como te dije, facha, labia y mentira, mucha mentira, todo el chat lleno de
mentiras, condiciones necesarias, para triunfar, en el difícil arte de
conquistar. ¿Qué te pareció mi plan? ¿Mi manera de actuar? Solo te lo explique,
para que te sirva a vos y puedas, hacer lo mismo. Mucho Internet y muchas
chicas, ¡Viva Facebook! Adelante, el mundo de la mujer es tuyo.
--¡Gracias papá!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)