lunes, 12 de diciembre de 2011

UN ESTILO



Lo vio y fue una sorpresa  para ella, en el conjunto de gente que esa tarde caminaba por   Cabildo, enseguida despertó su curiosidad y lo observó sin prejuicios, humanamente, como siempre le gustaba fijar su atención en las personas que la rodeaban, el personaje que la atrajo, se encontraba totalmente desaliñado, con su barba y pelo que pedían después de mucho tiempo, ser atendidos por un peluquero generoso, su ropa iba, desde el andrajo al jirón de tela formada por atuendos varios, que vestían a un ser alto y desgarbado, erguido entre la multitud, desafiante a todos, cuyos ojos fríos y distantes, miraban hacia adelante sin ver a nadie, solo el camino que se encontraba decidido  a seguir, su paso enérgico hizo que pronto, demasiado pronto para el gusto de ella, se perdiera entre la multitud de extraños e indiferentes que esa tarde como tantas caminaba por la avenida, un detalle en la vestimenta de el -si a eso se le podía llamar vestimenta- la angustió más todavía, caminaba descalzo, sus pies desnudos pisaban el suelo cual si estarían enfundados, en los mejores zapatos de marca que se pudieran usar, pies por tal circunstancias, manchados de suciedad y lastimados; se dijo a si misma que al menos debería paliar en algo ese sufrimiento extra que el llevaba consigo, en el ignoto camino de su vida y resuelta a solucionarlo, le vino a la cabeza los pares de zapatillas que su hijo tenía guardados sin usar, un grandote que el número que calza por lo que habia visto, le vendría bien al hombre de la calle ¡Ya esta! Se decidió por eso y miró el reloj, las cinco de la tarde y el lugar, la Avenida Cabildo entre Mendoza y Olazábal, por aquí pasará todos los días pensó, es su camino, su rutina, mañana entonces vendría con las zapatillas y lo esperaría pasar, siguió caminando un rato más por la avenida y volvió a su casa. Al otro día esperó con ansiedad que se hagan las cuatro de la tarde y en una bolsita, puso las zapatillas de su hijo y presurosa temiendo perder la presencia del vagabundo, fue a caminar por la Avenida Cabildo, camino, dio vueltas de Monroe a Juramento y de Juramento a Monroe y nada, el vagabundo brillaba por su ausencia, viendo que ya era mas de la seis de la tarde y estaba cansada y seguro no lo encontraría, se acercó a un puesto de diarios y trató de averiguar algo.
--Mire señor -preguntó al diariero- los otros días vi  caminar por aquí a un mendigo muy mal vestido y quería darle algo de ropa ¿Hoy no lo vio pasar?
--¿Es un joven alto y flaco que va descalzo?
--Si ese.
--Si señora hoy pasó, pero más temprano, es cuestión de suerte encontrarlo, nunca pasa a la misma hora, más que de suerte es tener paciencia.
--Si claro, gracias.
--No hay porque señora.
Los días fueron pasando y ella llevando las zapatillas de su hijo, en la bolsa que su mano apretaba con temor a perderlas y el vagabundo, el motivo de sus preocupaciones no aparecía, hasta que una tarde comienzo del final de su obra de caridad, de su deseo de hacer el bien lo vio, venia hacia donde ella estaba desde Olazábal, con rumbo a Mendoza, caminando raudo y ausente como siempre, como siempre descalzo y lastimados sus pies sin importarle nada, no esperó más y dándose cuenta que esta, era la única oportunidad que tenía de llevar a buen termino lo que se habia propuesto, decidió encararlo y allí nomás se le cruzó en la vereda, obligándole a que se pare y le preste atención, los ojos del joven dejaron de mirar hacia lo lejos y por un momento se encontraron con los de ella, aprovechando esta circunstancia, ella se decidió a hablar.
--Perdón, la verdad que me apena verte caminar descalzo, lastimarte los pies, entonces pensé en que mi hijo tiene muchas zapatillas y te traje un par, para que lo uses y puedas caminar calzado y no te lastimes tanto.
A medida que hablaba le dio la bolsa con las zapatillas dentro, el la tomo y abriéndola saco las zapatillas y con el par en sus manos, las estudió por unos minutos que a ella le parecieron siglos, después volviéndose y a medida que introducía las zapatillas en la bolsa le dijo, mirándola a los ojos y con una vos indiferente
--Estas zapatillas no me gustan, no son de la marca de mi agrado, yo prefiero las de la competencia ¡Tómelas! No las quiero –y al mismo tiempo que esto decía se las devolvió-
Ella parada en medio de la vereda pasó de la compasión a la indignación.
--¡Pero infeliz! ¡Preferís caminar descalzo y lastimarte los pies! Antes de ponerte unas zapatillas que no son de la marca que quisieras usar ¡Estas loco!
El la miró con la mirada de siempre, fría y distante y antes de comenzar su marcha compulsiva, propia de su personalidad, le respondió mientras se alejaba y perdía entre la gente.
--Usted no entiende, es una cuestión de estilo.
Ella sola y asombrada con la bolsa en la mano, no pudiendo evitar los empujones de la gente que apurada quería llegar a cualquier lado, lentamente busco el camino que la llevaría a su casa.


lunes, 14 de noviembre de 2011

JUGAR A LOS DADOS


Las tres se sentaron alrededor de la mesa circular y una de ellas, tomó el cubilete con cinco dados dentro y agitándolo, arrojó los mismos sobre la mesa 2-3-6-2-4 diecisiete puntos y anotó en la hoja de papel colocada a su lado, la otra recogió los dados de la mesa y volvió a tirar 6-6-4-3-2 veintiún puntos y le dio el cubilete a la tercera con los dados dentro, esta agitó levemente y arrojo los dados como imaginando saber el resultado 6-6-6-6-6 generala servida. Todas se miraron, quien había ganado era la muerte, las otras dos que perdieron esta vez, la casualidad y la suerte.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿CUANDO?

¿Cuando vuelve uno en la vida, para corregir lo mal que hizo en ella?

LA JOVEN Y EL DIABLO


Era invierno, noche y hacía mucho frío, volvía a su casa de soltero después de trabajar todo el día en la oficina, la cara cubierta con la bufanda, apenas le permitió ver a la joven que tan abrigada como el, venía en dirección contraria, quizás por eso, fue inevitable chocarse en la oscuridad. Ella lo miró y le dijo lo que nunca se imagino oír de labios de una mujer. Estoy sola, abandonada, no tengo donde ir ¿Por qué no me llevas con vos? El que siempre fue un cobarde, jamás se vio con tanto valor como en ese instante, tomándola del brazo se escucho a si mismo diciendo veni, vamos a casa. Mientras caminaban juntos, el sintió que bajo el abrigo que apretaba, latía un cuerpo joven de mujer, un rato mas tarde ya llegaban a su casa y una ves en su interior,
entibio el ambiente encendiendo las estufas, cuando se volvió en busca de ella, no la encontró en el lugar donde la había dejado y al escuchar ruidos en el dormitorio, fue rápido para allá, al trasponer la puerta la vio parada arriba de la cama, ya no tenía el gorro que le cubría su cabeza, ni la bufanda que envolviera su cuello y una negra y larga cabellera, le caía casi hasta la cintura, sus ojos oscuros y profundos, de los cuales el no se había percatado antes, lo miraron y esa mirada, le impidió moverse, quedo sujeto al sitio en donde estaba, como si una fuerza exterior de golpe lo inmovilizara y así  observándola a ella en su accionar, solo llegó a pensar, que no entendía nada de lo que le estaba sucediendo y mucho menos todavía, que una mujer tan hermosa este en su cuarto, de la manera que esta lo estaba. Ella mientras tanto, sin dejar de mirarlo empezó a desvestirse, primero la campera, le siguió el pulóver, la blusa y por último el corpiño, al llegar a este punto le dedicó a el una sonrisa, después imperturbable se quito los Yin y las largas medias negras, que hacían un violento contraste con su piel extrañamente blanca, se las retiró suavemente, moviéndose como en un baile inventado por ella para la ocasión, evitando de esa manera no caer sobre las sabanas. El no sabía que hacer, debido quizás a que no podía dar un paso hacía ningún lado, sometido a la mirada de ella que inexplicablemente lo mantenía preso, en la misma  posición que cuando llegara a la pieza. ¡Ya esta! Murmuro en el cuarto la vos de ella y se quedó frente a el, sin medias y sin nada, solamente en tanga, volvió a sonreírle tal ves algo más picara y meneándose provocativa, empezó poco a poco a bajarse por las piernas, el diminuto genero negro, que como una boca satánica, fue besando lentamente mientras caía, las piernas blancas y al llegar al extremo de sus pies, se lo sacó de un tirón al diablo y a la prenda que era su morada, esto hizo que todo su cuerpo quedara desnudo y libre de ropa, al suceder tal cosa, ocurrió otra sin poder el evitarlo ni comprender lo que pasó, ella, desapareció.

EL FINAL DEL ASTROLOGO



Lo hizo sentar frente suyo y extrajo del mazo de Tarot la carta que lo representaba “El Mago”. A continuación le dio el mazo para que lo mezcle y luego, lo colocara con la mano izquierda, separado en tres montones  boca abajo sobre la mesa, hecho lo cual el recogió los tres montones y los volvió a poner como estaban antes, pero boca arriba. Retiró del mazo las once cartas, correspondientes a la Cruz de los Celtas y las fue ordenando en fila paralela a el mismo, una a una en el lugar de la mesa que era su territorio, después, invocando al número cinco, que es la aspiración al conocimiento, separo la quinta carta de la fila y la interpretó, al hacerlo el destino, que era quien se encontraba frente a el le dijo, as visto en la baraja lo que muy pocos mortales ven en este mundo, tu vida entera, el conocimiento de todas las cosas que te pasaron y te pasaran, es tiempo entonces de que te des cuenta que ella, ha llegado a su final.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

PALABRAS DE MUJER



Una tarde de café, escuche de boca de una amiga el siguiente dialogo, que me quedó grabado desde entonces y el cual me parece útil dar a conocer, no creo con ello ser infiel a ninguna promesa, porque solo fue una conversación que surgió espontánea, consecuencia de la charla que ambos manteníamos, sus palabras fueron estas, las pronunció mirándome a las ojos y sin pestañear siquiera.
--Quise ser ordenada con mis cosas, simple y sencilla y lo conseguí, no desear más de lo que pueda tener, no buscar parejas complicadas que me saquen de mi normalidad, tratar de ganarme el dinero con que me pago la vida en este mundo y en lo posible, no depender de nadie, ser yo siempre y si amo, en el momento que ese amor deje de ser tal, sepa dejarlo. No comprometerme con el otro, hasta el punto que joda mi propia vida.

martes, 8 de noviembre de 2011

EL CORTADOR Y SU TELA


En  la mesa de corte tenia desparramado el tul negro, que resaltaba más sobre la superficie blanca iluminada por los tubos fluorescentes, lo estrujó entre sus manos y el tul se hizo mujer apretada por sus dedos, acarició la tela como quien lo hace con un recuerdo y a su imaginación llegaron mujeres de piel blanca con tules negros, odaliscas, producto de la fantasía de un hombre, bailando sobre las mesas vacías y tristes de un cafetín del puerto, todo eso pasó rápido por su mente y sus ojos buscaron la tijera ¡La maldita tijera! Que siempre se perdía entre las telas, para empezar el corte. Revolvió un raso rojo, un tafetán bordó y un genero de lino color hueso, hasta que al final dio con ella ¡Por fin! Se dijo tras un insulto a la tijera que se había perdido de su lado, volvió a la mesa, tiró el molde sobre el tul negro, marco con tiza y tomando la tijera con su mano, buscaron sus ojos la línea del dibujo para empezar el corte y así separarlo al tul por partes, hecho formas de un futuro arreglo, que adornaría aún mas todavía el vestido de una mujer hermosa, o tal ves iría junto a la ropa interior, que suave se desliza hacia el suelo de la habitación, en una noche de amor y dulce dicha. En eso estaba la tijera, cerrándose sus hojas sobre la tela y en el momento  en que sus dos filos lastimaban, el borde del tul negro para adentrarse en el con su profundo corte hubo un movimiento, como las olas del mar sacudidas por el viento, así de igual se contorsiono el tul sobre la mesa y adquirió volúmenes nunca vistos por el cortador en tela alguna, se inflaba, se sacudía, ora volaba para luego formar un remolino, de cuyo centro surgió una mujer joven y atrayente y a medida que surgía el tul negro la cubría, ante los ojos del cortador que asombrado la veía.
--¿Por qué lastimas mi cuerpo con tus tijeras si no te he hecho nada,  siquiera te conozco ni vos sabes quien soy?
--No se de que me hablas, yo solo corto tela y de golpe apareciste vos.
--No sabes nada de esto, eres un joven simple que para colmo no vive en el oriente de donde vengo yo, entonces si sabrías que allá lo natural es mágico y la realidad una ilusión. Debo decirte como primera cosa que con tu tijera, cortaste el hilo de un conjuro de la odiosa bruja que me convirtió en tela para librarse de mi, ya que su hijo me amaba locamente y ella pretendía alguien con más fortuna para el, entonces hecha tela me vendió en el mercado, en un barco de carga dentro de un container con miles de rollos más, cruce los mares, llegué a tu país y termine en un negocio de mayoristas, donde ahí fue que me vendieron a vos, que sin saberlo -como te dije antes- rompiste el hechizo que me tenía presa y hoy vuelvo a ser humana, pero estoy triste porque me se lejos, muy lejos de mi amor.
Pensó un rato el cortador, que después de todo era un hombre bueno de buen corazón, miro a la muchacha y le dijo.
--No puedo reparar lo del hechizo, pero si puedo si me dices de que país vienes, solucionarte los problemas del corazón que seguro tienes, solo haré una cosa que me parece la más lógica para que regreses a tu tierra, ir ya mismo a comprarte un pasaje de avión.
La muchacha lo miro y le contesto.
--No gracias, tu bondad ha roto la maldad de la bruja, puedo ser y no ser.
Y así de golpe sin decir nada desapareció. Frente al cortador, el tul negro quedó sobre la mesa, dicen los que lo conocen que a esa tela, el jamás la volvió a  cortar.





domingo, 6 de noviembre de 2011

RESPUESTAS EN UNA SESIÓN DE TERAPIA


--Yo recorrí los sueños de mi vida como la mano experta del pianista las teclas de un piano y si el saco bellas melodías, yo por el contrario no he sacado nada.
--Pero debes coincidir conmigo que el se preparó años para ello, en cambio vos ¿Qué has hecho de tu vida? ¿Cuál fue tu meta? ¿Qué tiempo dedicaste para ser útil a vos mismo y a los demás necesario?
--¡Un momento! Me lastiman tus palabras, sos mi terapeuta y yo te pago cada sesión que tengo, pero eso no te da derecho a tratarme a mí como si fuera un vago.
--No te hablo como si fueras vago, más bien te indago ¿Por qué no has hecho lo que según vos debías hacer y no lo hiciste? ¿Cuál es la causa que deseando vivir de una manera tu deseo, no puede convertir en realidad el mundo que te rodea?
--¡Que pregunta! No se la respuesta, por eso vengo a verte, para que la encuentres vos y me la muestres.
--Yo no soy mago.
--¡Pero deberías serlo! Porque necesito curarme y si vos no puedes ¿Quién lo puede?
--A veces lo que un hombre no puede se convierte en desafío para otro, el hecho de que no pueda curarte debería hacerte ver, que solo en uno mismo esta la cura.
--¿En uno mismo que no se cura? ¿No te entiendo?
--En uno mismo que llega a conocerse y exigirse entonces, solo aquello que por temperamento puede.
--Lo que por mi carácter puedo, no es en verdad lo que quiero.
--Es error de nosotros pretender más de lo que nos fue permitido realizar, cuando al nacer y crecer, nos dimos cuenta de nuestras limitaciones.
--¿Quién me impide realizar mis deseos? ¿Quién si o no me los permite? Aquel que sembró el mundo donde vivo, de multitud de cosas que me agradan y nada consigo con quererlas, dado que el miedo que tengo de alcanzarlas, me hace imposible de llegar a ellas.
--Hay cosas imposibles que nunca alcanzaras, por lo tanto es de necio correr tras lo imposible, además, la construcción del mundo que habitamos fue producto indudable de muchísimos deseos, antagónicos algunos, complementarios otros y es lógico por lo tanto, que todo lo que quieras no te sea factible conseguir, hay un  punto al menos que siempre encontraras si lo deseas, el equilibrio entre lo que quieras y aquello que por tu carácter conseguir puedas. No eres más que un destino y a el estas obligado, liberarte de tu sino, será el final de lo que en vos fue creado.
--¿Me llevará la vida encontrar lo que quiero?
--A veces si, otras no, nadie puede saberlo ¿Quién es capaz de conocer el futuro de las cosas si solo vivimos en el presente de ellas mismas? Pero algo es cierto y debes entenderlo, cualquier cosa que hagas, cualquiera, te llevara tiempo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

AUTOR, PERSONAJE Y ESCRITURA


--¿Sabes lo que pienso?
--¿Qué?
--Que el escribir es ir vaciando de la mente, las aventuras que guardamos en ella y nunca pudimos materializar y un día de pronto en un descuido, se nos cae el lápiz de la mano, rueda por nuestro dedo pulgar y nunca más vuelve la escritura, porque hemos contado la última aventura que quedaba en nuestro pensamiento.
--¿Vos contaste esa última aventura? Te pregunto porque por lo que se, ya hace tiempo que no escribís, dejaste de mandar tus cuentos a la revista, tu pagina en la Web está clavada en una fecha que data de un año atrás.
--Quizás sí, uno no se da cuenta, es como el amor que surge entre un hombre y una mujer que antes ni siquiera se conocían y un instante después ya no pueden separarse, el hecho cierto es que aunque ya no cuentes nada, si has hecho un relato, te sentirás escritor toda la vida.
--¿El amor que surge es el nuestro y el escritor que deja de contar sos vos?
--El amor que vivimos y la ausencia de aventuras en mi mente y vos, entrelazando todo en mi pensamiento, juntando las piezas sueltas de este juego literario y guardándolas en lo profundo del mar inquieto de tus claros ojos, eso es lo que me pasa, lo que me sucede, mientras te miro y me das el tema, de un cuento que ya no se si escribiré.
--¿Soy culpable entonces, de que hayas escrito tu última aventura imaginada?
--No, solo eres culpable de mi felicidad, del sentido del tiempo que le has dado a mi vida, pero de la continuidad de mi escritura no, esta es como un deseo, idéntico quizás al que tengo de estar contigo. Es como la necesidad de contar al personaje, que de pronto se hace el dueño de tu interior, algo parecido a lo que has hecho vos con mi corazón, adueñarte de el, marcarle un sentido más de los muchos por los cuales vale la pena vivir.
--¿Me estas queriendo decir que yo soy el cuento que no escribís, el personaje que se hizo realidad escapándose del papel y de la tinta y vos lo llevas contigo, creando de esa forma el relato de tu propia vida?
--No serías eso exactamente, pero a veces cuando estamos juntos, de pronto pienso que bien podrías ser la heroína de todos los distintos cuentos que he escrito, suponiendo quizás mientras lo hacia, que por el influjo mágico del propio relato, algún día vendrías a mi y la verdad, a veces siento que eso ha sucedido entre nosotros, el personaje de mujer por mi deseado, a consecuencia de no se yo que conjuro extraño se apareció a mi lado, llegó a mi corazón y se adueño de mi, no ya en el papel cuadriculado ni en los arabescos de las letras pintadas en cada renglón de mi cuaderno, sino aquí en la vida real, donde habitamos vos y yo, autor y personaje, viviendo ambos un amor que siempre imagine, pero nunca creí pudiera convertirse en una realidad.
--Por lo que escucho entonces, soy la chica del cuento, la chica de las páginas impresas de la revista semanal, tu muletilla principal para empezar a narrar y terminar cada relato, en todas las entregas era yo quien te ayudaba, te daba el comienzo y el final y siempre estaba allí sin saber a quien favorecía.
--Hoy lo sabes.
--¡Por favor amor! ¡Pura fantasía! ¿Vas a decirme ahora que no escribís más porque personaje literario, de pronto pase a ser parte humana de tu vida?
--No se ¿Quién puede saberlo? ¿Quién puede saber con certeza de donde viene cada uno, de todos aquellos que se cruzan en nuestra vida? Pueden ser tus iguales en forma, pero no en contenido y a veces distintos en ambos sentidos ¿Acaso que sabemos de nosotros dos? ¿Apenas del lugar donde nos conocimos?
--En un baile ¿Recuerdas? En casa de A… amiga común que nos presentó esa noche hace de esto un año, si no me equivoco.
--Estas en lo cierto y desde ese momento estamos juntos, vivimos bajo el mismo techo y yo muy contento y vos feliz, al menos así lo pareces. Pero amor mío a veces, en la mitad de la noche, cuando despierto en el lecho y te encuentro a mi lado, entibiando mi cuerpo con el tuyo pienso ¿Por qué no escribo? Más aún al mirarte me digo ¿Por qué es tan igual a mi personaje? Y tengo la duda de no saber si estoy contigo dentro de un relato, o en el cuarto de la casa que hace tiempo vivo.

sábado, 15 de octubre de 2011

EN ESE LUGAR


En ese lugar de piedra y de silencio, donde la vegetación era escasa y los vientos por el contrario, muy frecuentes y las sombras se habían apoderado del espacio, vivía un viejo solo en una cueva abierta en la ladera de un monte y sentado de cuclillas en el suelo, adoptando la posición de meditar, observaba imperturbable la entrada de aquel hueco y mirando la soledad del afuera, junto a la sombra que todo lo envolvía imaginaba, que el mundo en su totalidad el incluido, era nada.

martes, 11 de octubre de 2011

Confusión


La gente lo invadía todo y cualquiera se podía confundir, lo vieron darle un beso a un maniquí de plástico, en plena galería comercial.

Un cuento para Platón

Miró a su sombra reflejada en la pared, estaba armada, bajó la mirada y a sus pies se encontró con el cadáver de un hombre, herido de bala -siempre tan exagerada pensó, refiriéndose a ella- ambos el y su sombra, guardaron el arma y se alejaron juntos. Es que en ese mundo, se consideraban como verdaderas, a las sombras que las cosas proyectaban.

jueves, 29 de septiembre de 2011

EXTENSIONES


La miro un segundo y le dijo.
--Siempre sospeche de usted como la asesina de el, pero la única prueba encontrada en la escena del crimen, un cabello, no corresponde a su ADN, por lo tanto no tengo evidencia alguna con que incriminarla en el hecho, puede retirarse.
Mientras caminaba gozando del sol y de la tarde, ella pensó que hizo muy bien en quemar esas extensiones de cabello, que usara la noche que se acostó con el para matarlo

jueves, 22 de septiembre de 2011

EL CAMINO DE LA BONDAD


En un lejano reino de la remota China un Mandarin había que se llamaba Chin-Chin, muy bueno con sus vasallos, justo con el pueblo y muy querido por todos y cada uno de los habitantes del imperio. Pero como todo en la vida para Chin-Chin, la felicidad no era completa, porque el mayor de sus hijos llamado Mhal-Mhal, hacia gala de un carácter muy pero muy malo y todo lo opuesto a la forma de ser de Chin-Chin, nadie, ninguno de todos los que vivían en el reino lo querían y el se encontraba en palacio solo, sin persona alguna que le hable porque tanto vasallos como princesas, dado su carácter le huían y le tenían miedo. Chin-Chin preocupado por esto, decidió llamar a un anacoreta, este resulto ser un monje solitario, habitante de las altas cumbres del Himalaya, que en ignorada cueva meditaba alejado por siempre de todos los mortales, su nombre en sánscrito que ese era su idioma, se pronunciaba Chi-cok-lou. El Mago de Palacio que había aprendido su magia del anciano Chi-cok-lou le aconsejó a Chin-Chin que solo el, podía curar la maldad de su hijo mayor y hacerlo bueno, pero fue entonces cuando el Mandarín Chin-Chin le pregunto al mago ¿Cómo harían para encontrar a Chi-cok-lou? Si nadie sabia de su cueva allá en el Tíbet, pensó un momento el mago y le contesto. Esa es la prueba Mandarín, envía a tu hijo Mhal-Mhal a que lo busque, diciéndole que lo espera una fortuna si lo encuentra y de esa forma, en  ese viaje que el emprenderá, tal ves en el camino que deba transitar en busca del anacoreta, sin que se de cuenta, encontrará las enseñanzas que Chi-cok-lou prepare para el dentro de ese recorrido, con el único propósito de que cure su maldad. Lo que Chin-Chin no sabía, que mediante la magia, el mago se había comunicado con la cueva de Chi-cok-lou en las montañas del Tíbet y le anticipo todo lo que estaba pasando en la corte, a lo que el anacoreta le respondió, no necesariamente debe llegar a mi presencia malo, para que yo con mi sabiduría lo haga bueno, dile que sea el quien venga a verme y yo en su camino hacia aquí antes que llegue, iré colocando entre montañas y valles, precipicios y mesetas, los peligros y asechanzas, que harán de el cuando ante mi se presente, sea un hombre bueno, Chin-Chin el Mandarín del reino de la china tan antiguo, que su nombre había desaparecido, estuvo de acuerdo con su mago y fue hacia los aposentos interiores, en busca de Mhal-Mhal su hijo mayor, lo encontró como de costumbre, haciendo una maldad, estaba despellejando a un pájaro vivo, enloquecido, Chin-Chin que no podía soportar estas cosas porque era un hombre bueno, se lo arrancó de las manos entregándoselo a sus curanderos para que lo curen -ya que el Mandarín nunca se hallaba solo, siempre su corte iba con el- viendo que el pájaro todavía estaba en condiciones de ser salvado, mas calmo, se volvió hacia su hijo y le hablo.
--Deja de hacer maldades.
--No puedo padre -respondió Mhal-Mhal- he nacido para eso.
--Los Magos dicen que el nacido puede cambiar.
--Si me traes a tus Magos los despellejare igual que al ave que me quitaste.
--¡Hijo! ¿Debe haber un medio que haga que dejes de ser así?
--No quiero cambiar como te dije padre, mi lugar en este reino esta entre los malos y mi ambición en esta vida, es ser el peor de ellos.
--¿No me preguntas a que vengo a verte?
--No padre porque siempre se que vienes a discutir conmigo.
--Esta ves no Mhal-Mhal mensajeros recién llegados de las montañas del Tíbet me han dicho, que un rey de allá, oculto en una cueva para que nadie tenga acceso a sus inmensas riquezas, esta a punto de morir y por esas raras determinaciones del destino, la entraña del ave le marcó en su misterio, que deberías ser vos el beneficiario de toda su fortuna, por lo tanto debes partir ya mismo en su búsqueda y cuando lo encuentres, pasaras a ser inmensamente rico, tan rico que mi reino para vos será una moneda.
--¿Es cierto padre lo que dices?
--Tal cual como que vos y yo nos estamos viendo.
Le costo mentir a Chin-Chin porque era demasiado bueno, pero ante la posibilidad de que su hijo deje de ser malo mintió para salvarlo. Mhal-Mhal, hizo todos los preparativos para partir y una vez ya pertrechado para ello, se presento ante su padre.
--Padre estoy listo para ir al encuentro de Chi-cok-lou ¿Pero como debo hacerlo? ¿Hay tantos senderos que conducen al Tíbet? ¿Por cual de todos ellos debo tomar para ir por el buen camino?
--Hijo, el mensajero que trajo el deseo del anacoreta, desapareció como vino sin darnos cuenta, solo dejó una paloma blanca y antes de desaparecer dijo, que aquel que sea el elegido la debe seguir para encontrarse con el anacoreta.
--¿Dónde esta la paloma?
--Ahí la tienes, ella hoy es tu destino.
Mhal-Mhal levantó los ojos y vio de improviso aparecer volando sobre su cabeza, a una hermosa paloma blanca, por un momento pensó en despellejarla viva, como hacía siempre que alguna se le cruzara, pero se dio cuenta que si eso hacía, jamás encontraría al anacoreta.
De esto podemos precisar, comenzando el camino que deberá recorrer Mhal-Mhal, que a veces ¿Porqué no? Nuestro propio interés nos hace buenos.
Mhal-Mhal se despidió de su padre y comenzó a seguir a la paloma, esta siempre a una distancia respetable de el, se encamino por un sendero, cruzó el puente de un arroyo y tomo por un camino bordeado de campos de arroz y amapolas chinas. Siguieron caminando y al caer la tarde, paloma y hombre se encontraron llegando a los comienzos de un inmenso bosque, atravesarlo era necesario, pero como empezaba  la noche a la paloma le pareció muy temerario y decidió detenerse y acampar al borde mismo de los frondosos árboles, para eso termino su vuelo en una rama y Mhal-Mhal, dándose cuenta de ello, armo su tienda y dentro de ella se durmió en el suelo, pero antes comió por supuesto, fruta y panes que del palacio había traído. No bien aclaro el día y el ya se despertaba, escucho a la entrada de su tienda, un fuerte ruido que lo hizo levantar apresurado, salio fuera y frente a el vio a un oso blanco que chillaba enloquecido, mientras hablaba entrecortado. Allí, allí, en el barranco mi hijo se ha caído y no puedo sacarlo, ¡Ayúdame señor te lo suplico! Sino se muere mi hijo. Mhal-Mhal, dirigió su mirada a la rama donde la paloma estaba, pero en ella no había nada, volviose al oso y le dijo, llévame al barranco donde en el fondo esta tu hijo. Gracias señor respondió el oso, juntos caminaron un buen trecho hasta que de pronto se abrió el bosque y una grieta profunda, que separaba árboles y suelo de la forma llana de la tierra lo detuvo a Mhal-Mhal impresionado, mientras se adelanto el oso y le dijo, allí en esa saliente esta mi hijo, vos puedes salvarlo, pero por favor si lo haces mal, sino pones el empeño necesario para ello, mi hijo dejara la saliente y morirá en el fondo oscuro del barranco, el cual apenas puedes ver dado lo profundo de su lecho, de ser así, como te digo morirá estrellado.
Mhal-Mhal no miró al oso. sino que dirigió sus ojos a la saliente y al pequeño osito, que casi al borde de la misma, estaba temblando el pobrecito, decidió salvarlo, no supo porque pero quiso hacer eso, miró muy bien los bordes del barranco y agarrandose a todo lo que podía sostenerlo, comenzó a descender hacia la saliente donde el osito estaba. Mucho le costo ir y demasiado volver, pero lo que nunca habia imaginado hacer estaba hecho por el, el osito en sus brazos alegre se acurrucaba y así paso de el al oso padre, que le agradeció mucho y sollozando le dijo. Sabia seguro que lo salvarías porque eres una persona buena.
En el camino hacía el anacoreta podemos sacar conclusiones junto con Mhal-Mhal, que a veces los valores que tenemos de nosotros mismos, son equivocados y los demás aciertan como verdaderamente somos.
Mhal-Mhal paso por alto esto de buena persona, no lo entendía, dejando al oso y a su hijo volvió sobre sus pasos rumbo al campamento, se encontraba preocupado, no vio a la paloma blanca en la rama verde y si se hubiera ido ¡Maldición! Con ella se fue toda la fortuna que podría haber conseguido. Así pensando llegó a su tienda y comenzó a desarmarla para seguir andando, justo cuando cargo su alforja al hombro, escucho un aleteo suave y vio a la paloma blanca que apareció volando sobre su cabeza, dio un amplio giro y se interno en el bosque, el fue tras ella, llegaron al barranco donde salvara al osito y fueron por sus bordes hasta encontrar un paso, donde la tierra y los árboles detuvieron a la grieta, para que no siga mas recorriendo parajes y robándoles el suelo, después caminaron unas horas más, pero cansados de caminar por un lugar sin senderos  ni caminos se detuvieron a descansar, lo hicieron al borde de un lago, aprovechando el lugar porque en el lago Mhal-Mhal se quería bañar, dejó todas sus cosas debajo de un árbol frondoso cubiertas por su sombra, se desnudo y se adentro en el agua del lago, dispuesto como dijimos a darse un baño, la paloma blanca en la orilla, dejo el aire y se apoyo en el suelo donde ella también comenzó a bañarse, en eso estaba la paloma, cuando de pronto apareció en escena veloz y cortante en raudo vuelo, un halcón negro, que entre sus garras se llevo a la paloma blanca, desesperado Mhal-Mhal vio la escena y mas desesperado aún entendió, que nada podía hacer para evitarlo, ya que desnudo adentro del agua se encontraba imposibilitado de seguir al halcón, que rápido con su presa se alejaba. Salió Mhal-Mhal del lago, se vistió, junto todas sus cosas y por primera ves en su vida no supo que hacer, nunca antes le habia faltado la compañía de nadie y nunca se vio en la necesidad de depender de los demás, para proteger su propia vida, pero si no encontraba a la paloma blanca si no la rescataba del halcón, se veía perdido, es más quizás ya ella hubiera muerto, entonces el por siempre estaría perdido, ¿Pero donde encontrar a un halcón en medio del bosque? Pregunto en alta voz muy angustiado y fue entonces, cuando apareció frente a el uno de esos pájaros por el desollados y moribundo ya, tal ves antes de morir le dijo. El halcón tiene su cueva en aquel pico gris que ves en la montaña de tu izquierda, sorprendido de todo lo que le pasaba se dio vuelta y efectivamente no muy lejos de el empezaban las primeras sierras, que daban comienzo a las inmensas cadenas montañosas del Tíbet, el pico gris ese que el pájaro le dijera estaría a un día de marcha ¿Pero puede vivir una paloma blanca en la cueva de un halcón un día entero? El pájaro desollado y mutilado le respondió ¡Puede!  Y murió nuevamente frente a el, como mucho tiempo atrás en el palacio de su padre Chin-Chin ocurriera, Mhal-Mhal consternado por la presencia del pájaro, que le hacia ver la condición terrible en la cual el lo dejara y sorprendido, que pese a que el lo matara, resucitara solo para ayudarlo, se sintió arrepentido por primera ves en la vida, hizo un hoyo en el suelo, enterró al pájaro y empezó su marcha hacía el pico gris en busca de la paloma blanca.
Esto en el camino hacia el anacoreta nos hace ver que el arrepentimiento es condición necesaria para ser bueno ya que Mhal-Mhal se arrepiente del mal que cometió.
Antes de partir por último, lleno de agua su cántaro en el lago y recogió frutos del bosque, pues comenzaba la ruta de las áridas rocas y debía ir preparado para el viaje miro al pico gris y calculo la distancia mas o menos que lo separaba y arranco hacia el, el bosque poco a poco se fue transformando en piedra y la piedra en altura y el día, en sombras y las sombras en día y la senda escabrosa por la cual subía, subía y subía hasta que ya sin fuerzas llegó a lo alto del pico gris, allí en donde la cueva del halcón como dijo el ave, se encontraría, detuvo su marcha y se sostuvo de las rocas para no rodar por la pendiente, sus ojos afanosamente recorrieron palmo a palmo, lentamente, el murallón que se erguía ante su vista, lleno de cuevas vacías y sin aves ya que el sol en lo alto fuerte rugía y todo iluminaba y los halcones  que buscan la oscuridad de ser posible, se habían retirado a los valles, zonas mas oscuras de la montaña ¿Cuál la cueva sería? ¿Cual? ¿En donde? ¿Estaría la paloma blanca? De pronto un poco más arriba, casi al final del pico vio que de un agujero, el sol que en el entrara salía refulgente, ahí es adivinó, el sol da sobre la paloma blanca y su rayo sale más fuerte, ansioso trepo la distancia que lo separaba del agujero en la roca, ese que la luz le indicara e introduzco la mano en el, cuando la saco traía entre sus dedos a la paloma blanca sola, sin que por lado alguno apareciera el halcón negro. Nunca como en ese momento estuvo tan cerca de ella y nunca se sintió tan contento, de estar acompañado, sus ojos y los ojos de la paloma se miraron y pareció por un momento, como si dos amigos muy queridos, se hubieran encontrado. Mhal-Mhal la retuvo un poco más en la cueva de su mano y acarició su cuerpo y acomodo sus alas, después, después la soltó al viento y la paloma blanca voló de nuevo sobre su cabeza, pero no tan alejada como antes, indicándole el camino a seguir rumbo al encuentro con el anacoreta.
Esto en el camino hacia el anacoreta nos hace ver que en el mundo no podemos estar solos, que dependemos de los demás, como los demás dependen de nosotros y que convivir en paz, también nos hace buenos.
Descendieron del pico gris pero no abandonaron la montaña, ya que ha partir de ahora deberían adentrarse en esa cadena montañosa, subiendo más y mas hacia la altas cumbres del Tíbet, dejando atrás pueblos pequeños afincados en sus mesetas y teniendo como meta solo un objetivo la cueva, la oculta cueva del anacoreta. Continuaron camino recorriendo un desfiladero peligroso en el fondo del cual un río caudaloso, producto de la nieve de los picos nevados, corría hacia el interior de otros reinos, Mhal-Mhal y su paloma blanca volando sobre el avanzaban lentamente, por la estrecha cornisa que servía de borde al desfiladero, se entretenía en mirar el río mientras con cuidado seguía las ondulaciones del camino, para no tropezar en el y terminar en el fondo de las aguas, cuando de pronto noto sobre estas, mezclado con las olas y los remolinos un punto pequeño que subía y bajaba al compás del torrente, mientras veloz huía en dirección a poniente, cual sería su sorpresa al ver que era un niño que sin remedio ni posibilidad alguna de salvarlo, moriría ahogado, fue entonces que miro a la paloma blanca y esta a el entonces grito casi ¡Por favor paloma blanca! ¡Hagamos algo! No me puedo permitir que ese niño muera ¡Quiero Salvarlo! La paloma lo miró y para su asombro habló. Si es tu deseo de salvarlo tan bueno y tan profundo como creo que es, yo me convertiré en águila y te llevaré allí para que lo rescates y de allí, iremos a dejarlo en brazos de su madre para que todos sepan Mhal-Mhal, lo bueno que eres. ¡Acepto! ¡Hazlo! -dijo- En este momento nada más deseo que salvarlo, ni bien pronunciara estas palabras, la paloma fue un águila hembra de poderosas garras e increíble fuerza, que lo tomo a Mhal-Mhal de los hombros y así fueron juntos y veloces, más rápido que el cauce, más ligero que el viento y en un segundo, estuvieron dentro de las paredes rocosas, sobre el agua misma de ese río inmenso y las manos de Mhal-Mhal, tomaron al niño en sus brazos y lo apretó fuerte contra su pecho, mientras el águila agitó sus alas y busco el cielo, más arriba estaba que el propio desfiladero, en esa posición sus ojos recorrieron la región y pronto descubrió la meseta en donde se encontraba el pequeño pueblo, voló hacia el y ya en las alturas pronto diviso a una desesperada mujer que agitaba sus brazos a la orilla del río, ¡Esa era la madre del pequeño! -Se dijo- y no fue más que decirlo, cuando en un rápido vuelo estuvo al lado de ella,  dejo a Mhal-Mhal en el suelo que la enfrentara con el pequeño en brazos y desapareció ¡Puff! En el espacio.
--No llores más mujer, aquí te traigo a tu hijo que encontré a punto de ahogarse aguas abajo y por suerte lo pude rescatar, pero no a sido solo triunfo mío, debo decirte que casi todo ha sido producto del destino.
--¡Gracias mil gracias! Forastero, te agradezco tanto, pero tanto, que me devuelvas a mi hijo vivo, cuando ya lo creía para mi perdido y muerto y vos me lo traes ¡Vivo! Se ve que eres un hombre muy, muy bueno.
Tan contenta se hallaba la mujer que contagio toda su alegría al pueblo y la gente del lugar, lo invito a pasar la noche en el e hicieron en su honor, una hermosa fiesta donde se comió, se bailo y sobre todo se agradeció al hombre más bueno de la tierra Mhal-Mhal. Este lleno de alegría por lo que le estaba sucediendo, no pudo evitar estar un poco triste, porque a su paloma, la paloma blanca, desde que el águila se había ido no la habia vuelto a ver y le hubiera gustado mucho, que compartiera esa noche su alegría con el.
Esto en el camino hacia el anacoreta nos enseña que los buenos actos, la ayuda a nuestros semejantes y compartir la vida de la gente, nos impulsa a ser buenos.
Al otro día se despertó en el pueblo, desayuno con ellos y no lo dejaron ir hasta que su alforja, estuviera cargada de alimentos, lo que le llamo la atención fue lo siguiente, cuando curiosos le preguntaron, que es lo que hacia en esos lugares tan lejanos y para que, había venido a ese reino y el le respondiera, para encontrar al anacoreta y su cueva, todos se asombraron y le dijeron, que era imposible eso, porque ningún mortal podría verle, salvo si fuera invitado por los dioses a hacerlo, el nada dijo de la paloma blanca y les respondió que lo que decían seguro debía ser cierto, pero el le había prometido a su padre Chin-Chin Mandarin de un reino muy lejano encontrarle para salvación del reino y por lo tanto, su deber era buscarle, comprendieron esto y lo vieron alejarse, siguiendo la orilla del río que lo llevaría al desfiladero de la montaña, donde se encontró con el niño, haría más de un día que estaba caminando ya sobre la cornisa del desfiladero, cuando una roca igual o diferente no pudo precisarlo, le hizo comprender que ya había llegado al punto exacto, al lugar en donde viera al niño en las aguas, en ese momento justo escucho un aleteo y levantando los ojos vio a la paloma blanca que volando le dio instrucciones para seguir caminando. Al ver a la paloma quiso hablarle, porque recordó de pronto que ella le hablo antes de ser águila pero prefirió callarse, porque entendió que la paloma era un mago y el con los magos, pese a haber sido tan malo ¿Haber sido dijo? ¿Tiempo pasado? ¿Raro no? El con los magos decía, no quería tener problemas. Dejaron el desfiladero y rápidamente como si el tiempo adelantara, se encontraron en plena cordillera, las montañas enormes, los caminos cerrados, precipicios a todos los costados y grandes paredes verticales de roca pura, impedían la marcha y hacían muy lenta la jornada, día a día poco se avanzaba, a nadie se veía a quien recurrir en busca de socorro y los alimentos en el transcurso de la larga marcha, se estaban acabando, solo quedaba casi agua del deshielo, algunas frutas un poco de pan y para morder el duro hielo. Fue así que en una noche fría, refugiados en una oscura cueva, la paloma volvió a hablar y le dijo, tengo hambre mucha hambre ¡Dame tu alimento! Es lo último que tengo dijo Mhal-Mhal, tengo hambre respondió la paloma y el le dio su comida y vio ante sus ojos como ella, despacito, saboreándolo todo, pero todo se lo comía, luego se recostó de lado sobre una saliente alta, protegida de la humedad del suelo y se quedo dormida. El tardo mucho en conciliar el sueño, porque también tenía hambre y no se podía dormir pero antes de conseguir hacerlo, le pareció escuchar que la paloma blanca con voz muy queda le decía, eres un hombre bueno, al haberme dado tu comida, cuando vos también tenias hambre, nada más hablo y el se quedo dormido.
Esto en el camino hacia el anacoreta nos enseña que se es bueno, cuando se esta dispuesto al sacrificio personal en la ayuda prestada a los demás.
Era ya media mañana cuando despertaron, tanto Mhal-Mhal como la paloma blanca, perdidos en medio de la cordillera tibetana, rodeados de altas cumbres, privados de caminos, sendas, nada que condujera a ningún lado, fue entonces cuando la paloma hablo por tercera ves dado que el tres es un número mágico.
--Mhal-Mhal, estamos justo en el centro exacto del camino terminado, hemos llegado a donde ningún hombre ni mujer alguna puede llegar, lugar este frecuentado por los dioses y los magos, donde el anacoreta, aquel que nadie ve pero en el que todos creen habita su cueva milenaria, el me ha pedido que te traiga, me dijo que te cuide y te proteja y si algo te pasaba yo también respondería con mi vida si vos la muerte hallaras, el quiere verte y yo he cumplido mi misión, aquí te he traído sano y salvo en el lugar mismo donde impera su morada, por última ves me convertiré en águila y te llevaré a su lado.
Así dicho la paloma en un ir y venir de sus alas blancas se convirtió en águila, lo tomo de los hombros y empezó a volar entre esos picos altos, subiendo y subiendo por rocas y cielos, nevadas y viento hasta el último pico aquel de todos el más inmenso, que parecía en su altura perforar el cielo, cuando llego a el busco una saliente, como un trampolín de piedra y nieve que indicaba en el silencio eterno la dirección del mundo hacia oriente. Hizo pie en el, junto a Mhal-Mhal y lo introdujo rápidamente en una cueva que en su frente había, una ves dentro se fue a posar sobre una silla y Mhal-Mhal se encontró de pie ante un bondadoso viejo que con inexpresivos ojos lo miraba, raros esos ojos, demasiado claros, demasiado fijos cuando miraban, parecía que el mundo entero entrase en su mirada y los siglos pasados y futuros confluyeran en ella, eran como el destino mismo creador y guía del universo entero, que pasaba lenta y sin prisa año tras año inmutable siempre, como el eterno tiempo a través del viejo, hablo al fin este y dijo.
--Mhal-Mhal en tu reino, el reino de tu padre este desespero siempre, porque en todo momento fuiste malo y tanto sufrió hasta que al fin su principal mago, me pidió por amor a su Mandarín Chin-Chin hacerte bueno y yo le manifesté que no era necesario, que fuera yo que me tomara tal trabajo, que por el contrario, te manden hacia mi, le dije al mago, que vengas solo y recorriendo el camino de la vida, que entonces yo en ese viaje que vos comenzarías te pondría ante situaciones que al enfrentarte con ellas vos por tu propio entendimiento dejarías de ser malo y creo Mhal-Mhal, que lo hemos logrado, porque si en el futuro que te resta por vivir , procedes con aquellos que se crucen en tu camino, de la misma forma que lo hiciste con aquellos que se te cruzaron cuando venias hacia mi, entonces ya y siempre serás bueno, pero algo te falta para que en vos la  bondad se manifieste totalmente y es el amor, es la pareja, es la compañera,  la mujer que te acompañe, pero sin saberlo vos todavía, eso ya también lo tienes, es más, ella siempre a estado a tu lado en este camino que emprendiste y estuvo con vos, en todo momento que algún peligro corriste y no es otra que la paloma blanca.
Cuando pronuncio el anacoreta el nombre de la paloma blanca, el ave que fuera compañera de el en su viaje, una bella muy bella joven apareció en la cueva, sentada en la silla en donde antes la paloma estuviera, producto todo esto de la magia ancestral del gran anacoreta.
--Aquí la tienes Mhal-Mhal, ella es la princesa Ojos de Cielo, mi preferida entre todas las princesas de mi reino que es la tierra, te la entrego a vos para que formen una pareja y aprendas de ella, lo poco que te falta para ser totalmente bueno.
Mhal-Mhal se abrazó intensamente con Ojos de Cielo y ahí mismo ambos príncipes, se juraron amor eterno. Ojos de Cielo se volvió al anacoreta y le dijo.
--Gran y querido Maestro, cada día que pase de nuestras vidas juntos, agradeceremos más y más tu gracia de unirnos para siempre y ahora solo te pedimos un deseo el único posible que queremos, que con tu magia puedes hacerlo, queremos ya volver al reino del Mandarín Chin-Chin nuestro reino de hoy en más, para que Mhal-Mhal este junto a su padre y yo junto a mi suegro.
--Así sea vuestra voluntad en todo el ámbito de la tierra porque yo puedo, dado que siendo quien todo lo ha hecho, he colocado cada cosa en su lugar y con mi poder, me es muy fácil transportarlos al reino del Mandarín Chin-Chin. Que sean felices, que coman perdices y que siempre me recuerden, como aquel que los ayudo pero no se olviden , de que ustedes también pusieron su parte en ello, dicho lo cual levantó su mano y coloco su palma, en dirección a oriente, repitió lentamente, “Cada cosa en su lugar y como debe estar” y hubo en la cueva un viento y una nube blanca, se introdujo en ella y se alejo de nuevo hacia lejanos cielos, cielos que pasaron y pasaron, hasta que llegaron después de un largo viaje a tierras del Mandarín Chin-Chin, donde en su palacio, en las habitaciones del Mandarín y la Mandarina se posó la nube y los dejo a ellos. Asombrados, padre y madre, miran al hijo malo que volvía bueno, porque su mirada así lo delataba y a la hermosa joven que a su lado estaba, princesa Ojos de Cielo se presento  ella, ante ustedes está la que será mi compañera para siempre, dijo el y así, todos juntos se unieron en un fuerte y prolongado abrazo y muy pronto, habría en el palacio del Mandarín Chin-Chin, una de las más grandes y hermosas fiestas de todos los reinos, porque su hijo mayor se casaba y festejaban además, el hecho de que habiendo sido por mucho tiempo malo, hoy gracias a un largo camino por el emprendido, se convertía para siempre, junto a Ojos de Cielo su prometida, en un hombre totalmente bueno.






UNA NOCHE DE RUIDOS



Aseguro la reja y cerro con doble llave la puerta de entrada, temeroso de que alguien entre por la noche, hecho esto hizo una recorrida por toda la casa y se fue a dormir, a la madrugada sobresaltado se despertó de golpe, un ruido se escuchaba intermitente abajo en el living, no pudo entender lo que pasaba y temeroso decidió bajar, por suerte al llegar abajo, se dio cuenta que no era más que un postigo mal cerrado, que el viento abriera y lo hacia golpear contra la ventana, lo cerró bien y volvió a su cuarto, ya en el, nuevamente el viento se hizo notar en el movimiento intenso de las cortinas de Wahl, que rara ves volaban, inquieto giro sobre si mismo y sus ojos buscaron  la cortina de enrollar del dormitorio, asombrado noto que a través de sus rendijas y junto con el viento, una forma de mujer entraba.
--¿Quién eres?
Balbuceo con miedo.
--Soy la muerte.
Respondió ella y a continuación pregunto
--¿Es este lugar donde me encuentro, el espacio literario de algún cuento?
--No es la realidad (Dijo el) Estamos en el mundo real ¡Que cuento!
--AH perdón entonces, ¡Mil perdones! Me equivoque, tanto trabajo tengo, siga durmiendo.

LA LOGICA IMPOSIBLE ANTE EL SENTIDO COMUN


El viaje en colectivo había sido largo y tedioso, de Puente LA Noria a Barrancas de Belgrano, casi del centro del imperio a la propia China, al Barrio Chino y a su arco de triunfo, que en vértice con las vías veloz hacia el Tigre se alejaba, bajo, cruzó las barreras y terminó recorriendo los negocios de velas, pulseras, anillos, sueños y esperanzas, comidas raras y olores, que su olfato nunca antes hubiera penetrado, en eso estaba, oliendo los sabores de comidas extrañas, cuando asombrado notó de pronto, que del dedo índice de su mano derecha, una replica de un dedo, una mano, un brazo, un hombro y una mujer entera, comenzó a surgir casi de forma instantánea al lado suyo, la recién llegada que había aparecido de el y estaba a su lado, unidos ambos por sus dedos índices de sus opuestas manos, levanto la suya y con la suya ambas y dio un beso, en el lugar donde el destino los hubiera unido y así se separaron, la carne de la carne, luego tomo su brazo, lo atrajo hacia su pecho y le dijo en vos muy baja.

--Caminemos
--No entiendo nada.

Respondió el mirando hacia todos lados, a ver si alguien los miraba, si alguno de los que por ahí pasaba se hubiera dado cuenta, de que forma y porque causa estaban juntos, como si fueran una pareja de las tantas que por allí paseaban, ella noto al instante su desasosiego, sus temores y su asombro y tomándolo de la mano suavemente, le volvió a insistir dulce pero firme, caminemos, mientras te explico esto que esta sucediendo entre nosotros. Echaron a andar juntos y entonces ella, mientras pasaba su brazo por la cintura de el y acortaba el paso, para que el andar por la calle fuera con el alma en paz y los sentimientos abiertos en busca de la felicidad  fue que dijo.

--Voy a explicarte todo para que entiendas que paso ¿Por qué estamos juntos? ¿Cómo es que de pronto sin que nadie estuviera a tu lado y estando solo aparecí yo de golpe junto a vos? Y lo que te resulta más extraño supongo, que fueras vos quien me engendrara a mi, voy a explicarte no tengas dudas, voy a decirte todo. En nuestro lejano país en la provincia de Twing-Ki ,(lugar de las almas errantes) deambulan los espíritus de las mujeres jóvenes, que el mal amor de un hombre las mató, esos espíritus están atados a sus parientes y sus parientes unidos a ellos por el recuerdo eterno de esa muerte, un día mis familiares decidieron dejar Twing-Ki y venir aquí al Barrio Chino, debes saber, porque para el caso es necesario que lo sepas, que las personas no viajan solas, en realidad no pueden hacerlo, pues los dioses no quieren que así sea, entonces, siempre cuando viajan lo hacen acompañados de sus espíritus y de sus recuerdos, así es como llegue yo a este Barrio Chino y ocupe en el mi lugar como espíritu del mismo, pero lo que aún no sabes y debo decirte y tal ves te cueste entenderlo, que los dioses los míos, los que ordenaron el universo y crearon el imperio, a aquellas jóvenes mujeres muertas por amor, estuvieron de acuerdo en darles una segunda oportunidad de visitar el mundo, para tratar de terminar bien lo que tan mal empezaron, para ello decidieron que si un espíritu, que es algo etéreo volátil e invisible, fuera tomado en el aire circundante por el olor de una comida y estos vapores, absorbidos por el cuerpo joven de un hombre que a ella le gustara, mediante el uso del olfato, el espíritu de mujer ya dentro de el, volvería a ser materia y se convertiría en compañera suya, por lo tanto yo y todo lo que has visto, ha sido consecuencia del designio de los dioses ¿Qué te parece entonces?

--No creo nada de lo que estas diciendo ¡Sos una tremenda loca! Y salió corriendo.

UN ENCUENTRO DIFERENTE


Sin lugar a dudas ese sería su día de suerte, después de mucho insistir ella al fin le había dicho que si, que aceptaba salir con el y fue entonces que concretaron una cita y hoy, justamente hoy, era el día determinado para ello, más que el día las primeras horas de la noche, que lo veían caminar por las calles en dirección al café en donde quedaron en encontrarse, se sentía contento, muy contento, ella le gustaba y le costó conseguir que aceptara salir con el, pero que ahora todo había ocurrido como el lo imaginó, no existía otra que dejarse llevar por la alegría que esto le producía, apuro el paso, aunque aun faltaba tiempo para que ella llegase, el quería estar en el café un rato antes así mientras la esperaba, sentado a la mesa, podía relajarse un poco y pensar todo lo que tendría que decirle, en otras palabras, como llevar adelante la conquista, ese momento con tanta adrenalina en donde uno percibe que las palabras en fin, el discurso que se diga, bien dicho, será de un efecto importante en los sentimientos de ella, sentimientos que no olvidaba por otro lado durante un tiempo le fueron esquivos. Sin notarlo, llevado por el ritmo de sus pasos llegaba ya al boliche donde quedaron en verse, allí y a su derecha en medio de la cuadra sobre esa avenida de Belgrano, estaba el café de la cita, el sitio donde no tenia ninguna duda pasaría un hermoso momento y recibiría en su ego, la satisfacción del conquistador aquel que consigue lo que quiere, esa mujer entre tantas que supo separar, individualizar y por último hacerla trofeo de su interés, no pensó mas y entro al boliche, se acomodó en la mesa más alejada de la calle y mas cerca de su intimidad, al venir la moza le dijo que todavía no hacia el pedido, porque estaba esperando a otra persona, cuando la moza se retiró comenzó a darle forma en su cabeza a lo que le diría a ella cuando llegue, cosas como que estaba contento que haya aceptado salir con el, que si bien eso no significaba ningún compromiso para ambos, lo que si sin duda permitía, era que ellos se conozcan y a partir de ese conocimiento, estarían en condiciones de ver de que forma iría transcurriendo esa relación, así estaba el en ese instante, rodeado de palabras y conversaciones inconclusas, sin interlocutor válido, porque solo hablaba su deseo y algo ansioso también, dado que de pronto se dio cuenta, que el tiempo volaba y la hora del encuentro ya había pasado y ella no venia cuando noto, que abriéndose camino entre las mesas, se dirigía a la suya una chica de la calle, aquellas que entran a los boliches para dejarnos estampitas, lapiceras, evitando a las mozas para que no noten su presencia y las echen, cuando llegó frente a el y sin que pudiera evitarlo, le dejó una cajita sobre la mesa y como vino desapareció, sin que se diera cuenta casi, pero antes de irse le dijo como en un susurro para que solo el lo escuchara “Esto es para usted, de parte de la joven que esperaba”  Se quedó de una pieza, no entendía nada, cierto temor ocupó su cuerpo y sorprendió su mente, receloso dirigió sus ojos a la cajita que descansaba en la mesa al alcance de su mano, como deseando que la abra, de pronto pensó que algo malo habría dentro de esa cajita que lo podía perjudicar, o de última, por todo lo que estaba sucediendo que ella fuera una bruja, metida en cosas de hechicería y por más que le gustaba ya no le interesaba una mujer así, complicada pensó, supersticiosa siguió y algo loca concluyo, e impulsado por un repentino miedo que tomo posesión de sus sentidos, se levantó de la mesa y escapo del lugar lo más pronto que le fue posible hacerlo. A la moza atendiendo mesas en medio del boliche, le llamó la atención ver la mesa vacía y concluyo que a su cliente le habían fallado y decidió irse, igual que tantas veces le habia ocurrido con otros tantos pero no, algo era distinto esta ves y esa diferencia la obligó a acercarse a la mesa vacía, lo extraño, era una cajita que sobre ella había, tal ves olvidada en el apuro por quien tan rápido se habia ido, su forma cuadrada de madera le recordó a esas cajitas que se venden a montones en el Barrio Chino, la tomó en sus manos y curiosa la abrió, dentro se encontró con un papel que contenía un escrito, lo saco del interior y leyó lo que decía.
“Si pasas la prueba de la cajita y lees este escrito, seguro saldré con vos, te estaré esperando media hora más donde nos vimos por primera ves”.

ENCUESTAS



--¡Che! –Le dijo a la empleada que frente a la computadora recorría Internet como una tienda de ropa en oferta sin comprar nada- ¡Che! Háceme una planilla de encuestas que tengo que ir a ver al gobernador y quiero ponerlo contento esta mañana.
--¿Una planilla para ponerlo contento?
--Si, necesito que me tire unos mangos ¿Cuánto le pusimos la ultima ves de intención de voto?
--40-32 a solo ocho puntos del candidato opositor.
--¡Bárbaro! Hoy hácela 40-34 a solo seis puntos del candidato opositor.
--¿Se pondrá contento con haber subido solo dos puntos?
--Que te parece, le puedo decir que dos puntos es un millón de personas más que lo votan, que se yo cualquier cosa, después de todo lo que importa acá, es la difusión que los medios dan a las encuestas, por eso me pagan, por eso cobro, salvando las distancias es como ir a ver a un adivino, esperas que te diga lo que queres escuchar y el gobernador quiere oír que se acerca al triunfo y yo se lo digo, por medio de la encuesta que le llevo.
--Vos se lo decís y todos cobramos el sueldo y la consultora sigue adelante con bombos y platillos.
--Exacto, me gustó eso del bombo es característico.
--¿De que?
--Del gobernador y de su entorno y de mis contactos políticos, en este buen momento económico por el cual atravieso, el bombo es eso, es una liberación económica para quienes lo tocan o para los que como yo estamos muy cerca de quienes utilizan ese instrumento, tan cerca que vivimos de ellos.
--Hacemos encuestas en los distritos donde ellos pierden por muerte y allí para nosotros siempre están muy cerca del ganador, o ganan por dos puntos de diferencia, puntos que después como no acertamos los atribuimos a un error de probabilidades 2 más o menos 2 y no nos hacemos cargo del resultado, en realidad nunca nos hacemos cargo de nada salvo de la guita que cobramos.
--Es tal cual  como vos lo estas describiendo y esta planilla que le llevo, es uno de esos resultados imposibles que la ceguera del poder lo hace posible ¿Entendes?
--Perfecto, tanto entiendo que yo le pondría 40-35 cinco puntos de diferencia con el candidato opositor, suena más redondito, hace aflojar más la billetera
--Sabes que tenes razón, ponele 40-35, siempre dije que eras una empleada inteligente.
--Y amorosa y dulce y en la cama muy ardiente.
--¡Para! Eso es un secreto entre nosotros del cual nadie debe enterarse.
--Pensas acaso que en la encuesta voy a poner; hoy con cinco puntos de diferencia entre candidatos, mañana que nos toca telo le podemos hacer una con cuatro, tres o dos puntos igual que dos en la cama divirtiéndose, equivalente a vos y yo juntos en el telo amor.
--No jodas que esto es alta política, es la ciencia de la sociología al servicio de la politiquería, para salvarme yo por el resto de mi vida.
--¿Y yo?
--¿Qué pasa con vos?
--Te vas a salvar vos solo y a mi, que confecciono las planillas, que verifico las encuestas, que llamo por teléfono, que dibujo los números día a día, que me acuesto con vos y te hago el aguante en todos los quilombos de tu vida ¿Qué será de mi en tu futuro?
--¡Che!...que pregunta que me haces. Justo ahora que voy a ver al gobernador, que necesito paz y concentración para que el verso me salga mejor, ¡Me venís con semejante pregunta!
--¿Cómo con semejante pregunta? Hace tiempo que estamos juntos, hace tiempo que en todas las encuestas me das como ganadora y ahora de improviso -no se si se te escapó un secreto guardado en el fondo de tu alma- salís gritando ¡Me voy a salvar solo! ¿Qué pasa con vos esta mañana? ¿Te olvidaste de mí?
--Amor como que me olvide de vos, jamás me voy a olvidar de vos, eso que dije “para salvarme yo” en ese yo estabas también incluida vos.
--En español no decimos yo para incluir, ¡Decimos nosotros!
--Cierto decimos nosotros vos y yo, yo y yo ¡Que se yo! Se me hace un lío bárbaro cuando pienso en otra cosa, que no sea la guita que voy a cobrar, pero todo esta bien no te hagas problemas, vamos a estar juntos siempre que hagamos encuestas.
--¿Si no las hacemos?
--¿Las hacemos que?
--Las encuestas.
--¿Qué encuestas?
--¡Dijiste que íbamos a estar juntos mientras hagamos encuestas! Te pregunto ¿Qué va a pasar entre nosotros cuando dejemos de hacerlas?
--¿Dejemos de hacerlas? Nunca dejaremos de hacerlas, ¿No te das cuenta? Está el bombo que con su sonido cubre todo, atrapa nuestras vidas, mientras oigas su sonido siempre pero siempre habrá encuestas, no te preocupes seguiremos eternamente juntos, ahora déjame, ¡Necesito guita  mucha guita! Voy a ver al gobernador y vuelvo, alcánzame las encuestas.     

UN DIALOGO POSIBLE PARA HACER COSAS


Sabes le dijo al Negro que mientras tomaba cerveza lo miraba, este es un negocio piola Negro podemos hacer mucha guita, es mas podriamos afanar sin ir en cana.
--Guita, afanar, cana, ¿Cuál es el negocio Loco?
--Me vinieron a tocar a ver si podiamos hacer política.
--Hacer politica ¿Eso que es?
--Laburar en el barrio para el intendente.
--¿Laburar? ¡Dejate de joder! ¿Voy a juntar basura? ¿Limpiar las calles?
--No Negro no seas boludo, laburar en política es conseguir gente para ir a los actos que el intendente diga, apretar a la gente que se le oponga y también ir a manifestaciones en la ciudad, en el centro, en Plaza Mayo ¿Entendes? Eso es trabajar en política, no trabajar con la pala boludo.
--¡Eso suena mejor Loco! ¿Y que tendríamos que hacer nosotros dos?
--Explotar lo que le damos a la gente.
--A la gente no le damos nada loco, ¿Qué le vamos a dar?
--Si negro, le damos, ¿Sabes lo que le damos?
--¿Qué?
--Miedo le damos, eso es lo que le damos Negro y con el miedo que nos tienen van a hacer todo lo que nosotros queramos.
--¿Y que es lo que queremos que hagan? ¿Si no sabemos nada Loco?
--Pero Negro el que va a decir que hay que hacer  es el intendente, no nosotros pelotudo.
--AHH   ¿Entonces nosotros vamos a hacer que la gente haga, lo que el intendente quiera?
--Eso es Negro, tienen que ir a un acto ¡Llévenlos al acto! Un corte de calles ¡Hagan el corte de calle! ¿Entendes ahora Negro? ¡Sos duro Eh!
--Si ahora entiendo, lo que no veo es la guita Loco ¿Dónde esta la guita Loco?
--Bueno el intendente dijo que vamos a crear una cooperativa.
--¿Una que?
--C o o p e r a t i v a.
--Yo no quiero cooperar con nadie loco, yo quiero guita como dijiste vos.
--De ahí viene la guita boludo.
--De que me hablas boludo, no entiendo de donde viene la guita.
--¡Otra ves! ¡De la cooperativa!
--De la cooperativa ¿Cómo? ¿El que coopere con nosotros nos va a regalar plata?
--Sos un nabo pero acertaste Negro fíjate que te explico, el intendente va a recibir plata para emprendimientos.
--Emprendi…¿Qué? Loco.
--Para hacer cosas boludo, nosotros formamos esa cooperativa para hacer cosas y entonces nos dan la guita y con esa guita después nosotros vemos que cosas hacemos.
--Te dije Loco que con la pala no.
--Negro ¡Deja la pala! ¡Olvídate de la pala! Vamos a hacer cosas más….como te diría….cosas que no se vean.
--No entiendo un carajo Loco ¿Cómo cosas que no se vean?
--Si negro no te das cuenta que agarramos la guita y no vamos a hacer ¡Nada! Nada de nada vamos a hacer, ¡Ese es el negocio Negro! Para nosotros y para el intendente.
--Empiezo a entender.
--Menos mal, estas dejando de ser boludo Negro, con esa plata vivimos bien nosotros y mal unos cuantos, a los que vamos a usar para que ellos si, agarren la pala y vayan a los actos y a donde se le ocurra mandarlos al intendente.
--Empiezo a entender Loco y como estoy entendiendo, no quiero repartir mucho la guita que nos den, a decir verdad, ¡La quiero repartir lo menos posible Loco!
--Ahora estoy seguro que entendiste pelotudo, pero algo tenemos que repartir.
--¿Porqué?
--Porque hay que disimular Negro, hay que hacer parecer como que se trabaja, aunque en el fondo no se haga nada. ¿Viste cuando un pesado corta una salida de la villa y si queres pasar le tenes que dejar unos mangos?
--Como no lo voy a saber Loco si eso hacíamos nosotros.
--Bueno boludo no es necesario que lo digas, pero es así, imagina que la poca guita que repartimos con los otros, es la guita que nos permite hacer creer a todo el mundo, que lo que tenemos es una cooperativa de trabajo como nos dijo el intendente. A cada uno que trabaje para nosotros le pagamos lo menos posible, nos quedamos con su plata como a la salida de la villa y listo, te digo es así, no queda otra para hacer guita y vamos a hacer mucha Negro, seguro. ¿Te das cuenta?
--Me doy cuenta Loco y ahora que me doy cuenta vos y yo sabemos lo que es una cooperativa de trabajo.
--¡Acertaste el loto Negro!
--¡Rompimos la banca Loco! Decile al intendente que vamos a trabajar como nunca.
--Ahora voy a verlo y se lo digo ¡El Negro y el Loco agarran la papa de la cooperativa intendente y se meten en política!
--Si Loco anda y desicelo pero no le digas que vamos a trabajar como nunca, vos y yo sabemos que vamos a laburar como siempre.

 



CAMINAR


Salio a caminar como todos los días su rutina de gimnasia, con la única diferencia de que hoy estaba mas contento que otras veces, porque estrenaba zapatillas nuevas y se sentía más pleno en el andar, por lo que presumía que su caminata sería muy estimulante. Apuro el paso y tomó por el camino de siempre, ese que bordeaba el lago y después se internaba en el bosque, dejo que su imaginación vuele y de memoria siguió la senda del paisaje, cual si fuera la cinta de una máquina en el gimnasio, la brisa era cálida y el sol alegre, un sopor como de sueño poco a poco lo fue invadiendo y se dejó llevar por esa placidez que da la ausencia de problemas. El verse inmerso y contenido por la naturaleza le dio tranquilidad, siguió andando, cada paso era un paso que oxigenaba su alma y llenaba de paz a su espíritu, hoy como nunca el correr se le hacía un viaje rumbo a la felicidad, le parecía que en cada movimiento de las zapatillas nuevas, el dejaba atrás todo su pasado y se despegaba del mundo y se veía distinto de todo lo que hasta ese momento había sido. Algo extraño sucedía, presentía que estaba dejando de ser el, para convertirse en otro, tuvo la sensación que las zapatillas nuevas lo llevaban trote a trote hacia una percepción desconocida, de la cual recibía una nueva forma de verse y de pensar, con valores que lo convertían en un ser despojado de total intranquilidad. ¿Las zapatillas nuevas? Se detuvo de golpe y presto atención en derredor suyo, el paisaje, las cosas más cercanas, el cielo y la vegetación, nada era igual a lo común de todos los días en su recorrido, no estaba en el circuito que siempre estuvo desde que corriera, de pronto se dio cuenta, se encontraba en otro mundo, en otro lugar del universo, integrado a otra naturaleza totalmente diferente a la que antes lo había cobijado, ¡Se hallaba perdido! ¡Desorientado! ¿En donde buscar la explicación a todo esto? No sabía pero de pronto tuvo una corazonada ¡Sus zapatillas nuevas! Bajo la vista ¡Ahí estaban cubriendo sus pies! Con su doble suela de goma y sus cilindros de resorte revestidos y su capellada de lustroso cuero y su puntera reforzada, se le ilumino la mente y tuvo la certeza, ya no cabía ninguna duda ¡Ellas fueron la causa de todo lo que estaba sucediendo! Ellas guiaron sus pasos hacia ese mundo desconocido, ellas abrieron la grieta que separa a los continentes que habitan dentro de la misma esfera, tan cerca y tan distante ¡Si ellas fueron! Se las sacó de golpe y se sentó en el suelo, entonces como en los cuentos aunque esto no era un cuento, de las mismas zapatillas apareció un ser pura cabeza y ojos y boca, cubierto por un humo azul espeso que hacia imposible saber su cuerpo y le habló, para que lo escuche en silencio.

--Yo soy el sueño, el único que si quiere puede guiarte a mundos diferentes y yo quise y te elegí a vos entre tantos, para llevarte en un viaje de iniciados, a través de la grieta que dejo el supremo para mantener sus mundos conectados, hace de cuenta que has nacido de nuevo, porque si no lo sabes te lo digo, todo nace cuando muere y vos aquí en este lugar, has sido condenado a vivir de nuevo, los sueños que soñaste y las pesadillas extrañas que sufriste, porque si bien lo piensas esto que te ofrezco nuevamente ¡La vida! No es más que eso, un sueño, un continuo sueño imaginado que se corta de repente, solo si por casualidad hubieras despertado, sigue soñando que serás eterno, de eso se trata amigo mío y no de otra cosa, vivirás en este nuevo mundo del averno.