¿SE PUEDE MORIR DE AMOR?

--¿Se puede morir de amor? ¿Se puede? Cuando queremos y no nos quieren, cuando dentro de todo nuestro cuerpo, incrustada llevamos la imagen de ese amor, ¡En la misma mente! Cuando su presencia se nos hace necesaria, como el aire, como la luz, como la vida. ¿Se puede? En el instante que desapareció el olvido y solo ella, esta presente, cuando nuestros ojos alegres, pierden su brillo se humedecen y la tristeza del recuerdo,  hace que aparezcan lágrimas, que sin caer por las mejillas, aniden en nuestros parpados para que nadie lo sepa. ¿Se puede? ¿Hasta cuando se puede? ¿Qué tiempo soporta el pecho, la carga de una pasión, presa en el y sin tener respuesta? ¿Hasta cuando su figura, su gracia, su alegría que me tomo por asalto, se alejaran de mi y podré ser el de antes? ¿Hasta cuando? Del mismo interior de mi persona, ese interior agitado, por una tempestad desconocida, que llena de tristeza a mi vida, rápido surge la respuesta, ¡Hasta nunca!

--No podrás olvidarla, ya que ella no puede irse de vos porque no te tomo su cuerpo, sino algo sutil fue su alma, su imagen. En la caverna de Platón estabas preso y escapaste del encierro, pero fuera, te atrapo la luz intensa de sus ojos, la risa inconfundible de su boca, su figura de mujer se quedo dueña del espejo de tu alma. Ya no podrás dejarla, te pertenece, aunque no te quiera, porque basta un solo amor el tuyo, para sufrir por ella, sufrirás y la llevaras puesta, sufrirás toda vez que la recuerdes, porque es el fruto de tu amor y por ella padeces.

--¿Qué debo hacer entonces? ¿Sufrir? Ya que olvidarla no puedo, ¿Dejarme llevar por esta pasión incontrolable, hasta un destino incierto, donde su recuerdo no llegue? ¿Qué debo hacer entonces?

--Nada debes hacer, solo sufrir. Si te llega el olvido, que con su aliento borre la imagen del espejo, tendrás suerte, de otra manera nada te podrá salvar de estar amando, la imagen de aquella por la cual, sino recapacitas inexorablemente, solo puedes perderte.