Estaba perdido en el valle rodeado de altas cumbres y zonas boscosas,
sin camino alguno que recorrer pudiera, él solo, solo él hacia su camino, marcaba
su zenda. En la fatiga del andar entre
la selva ¿Qué lo movía a estar en ese sitio? Olvidado en medio de la nada, ¿Tal
vez un mal recuerdo, una reciente angustia que aún no fuera superada? Imposible
saberlo, únicamente de él era el arcano, solitaria vendrá la luz de las
tinieblas, cuando llegue la noche de su vida, se dijo para sí y siguió andando,
seguro de entender el porque de su existencia, en el misterio irresoluto de
esta vida.
--o—
Le decían hermosa y sonreía, le decían bombón y se exaltaba, hasta
llegaron a decirle yegua y se sintió orgullosa de ser ella. Pero pasó el tiempo
y pasó la vida y ya nada le decían, hasta que una tarde de primavera hermosa y
tropical, alguien se cruzó con ella y le dijo abuela, donde queda esta calle.
Entonces fue que lloró y tuvo pena, porque ya nunca más sería ella.
--o—
Como todos saben, el cómico es un alegre depresivo pero lo que pocos
conocen que el depresivo puede matar al cómico que lleva dentro y así de esa
manera, liquidar a su enemigo de por vida.
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