Volaba su imaginación, volaba como el trineo azul que la llevaba, tirado
por duendes misteriosos rumbo al castillo donde el Príncipe vivía, era un
arreglo entre padres, nadie a ninguno amaba, simplemente iba a ser dada en
casamiento, al heredero de una gran corona. Así estaban las cosas cuando de
pronto, por causa del destino o de la nieve acumulada, volcó el trineo, salió
despedida la Princesa y los Hados del bosque se asustaron, ninguno quería que
le pasara nada y todos corrieron enseguida a socorrerla, pero antes que todos
ellos llego primero el Arlequín del Rey quien al reconocerla, la tomó en sus
brazos y la llevó a su choza y la acostó en su lecho, luego se quedo a su lado,
esperando que ella despertara de semejante golpe, para ello le hizo oler
perfumes de flores ignoradas y refresco su frente, con agua de cascada
milagrosa porque se debe tener presente, que el Arlequín era además Mago. Hizo
algo más, pronuncio tres palabras y exhalo un suspiro, todo esto acompañado de
un profundo deseo, que la Princesa despertara. Tanto tratamiento al final dio resultado,
poco a poco la Princesa movió su cuerpo, sus parpados, sus manos hasta que de
pronto, abrió los ojos y vio la luz de la selva embrujada, pero como ella no
conocía el lugar donde estaba, pregunto con una débil vos.
--¿Dónde estoy?
--En la choza de Efraín el Mago, Arlequín del Rey y servidor de vos
Princesa, hasta que estés curada.
--¿Este curada? ¿Qué me ha pasado?
--Volcó el trineo y saliste despedida, te rescate de entre la nieve y te
traje al calor de mi choza, los duendes están arreglando el trineo y cuando estés
bien, seguirás viaje.
--Debo agradecerte Efraín que me salvaste de mi caída, sino el frio de
la nieve se hubiera convertido en frio de la muerte.
--No he hecho más que materializar el pensamiento de los Hados, son
ellos que influenciaron en mi, para que me dé cuenta de lo que estaba
sucediendo y actué de inmediato.
--Gracias a los Hados también entonces ¿Saben mis padres? ¿Saben mis
futuros suegros?
--Nadie sabe nada Princesa ni nada sabrá, porque el tiempo se ha
detenido para vos en este Reino, hasta
que estés bien y puedas continuar tu viaje, será para tus actos el mismo
siempre, como si no hubiera transcurrido y estés en el trineo sobre la nieve
blanca sin accidente alguno.
--No entiendo muy bien de que me hablas pero lo acepto Efraín, ya que
viene de los Hados tal mandamiento. Tengo hambre Efraín.
Este hizo un chasquido con los dedos y apareció en el lecho, al alcance
de la mano de la princesa, pollo, arroz, fruta y un vaso de agua casi lleno.
--Come te hará bien estoy seguro, veo en tus ojos que estas mejorando.
La princesa comió y una vez que lo hizo todo desapareció plato, vaso, cubiertos,
todo. Sobresaltada miró al Mago que la veía, sentado en una silla cerca de
ella.
--¿Que está pasando esto es magia?
--Me valgo de la magia para cuidarte y hasta el momento que estés bien y
te vayas de aquí la seguiré usando, porque los poderes me fueron concedidos
para ser bien usados y creo que ejerciéndolos con vos, eso hago.
--Gracias Efraín, cuando sepan mis padres de tu bondad serás
recompensado.
--Nadie debe saber nada.
--¿Por qué Efraín a que ocultarlo?
--No recuerdas lo que te dije antes, el reloj de arena no funciona la
sombra esta clavada, cuando arranque de nuevo vos estarás en tu trineo, como si
nada hubiera pasado.
--¿Pero está pasando?
--Entre nosotros y los Hados nada más Princesa.
--Quiere decir Efraín, que lo que pase en tu choza entre vos y yo jamás
el tiempo lo grabará en su libro, pondrá en su memoria, agregara al paso de los
días.
--Así es Princesa, lo que pase en esta choza morirá en el trineo cuando
arranque de nuevo.
La Princesa miró a Efraín, Efraín a la princesa y de pronto este Mago,
el que mucho sabía pero no de todo lo que pasaba en otros reinos, le preguntó a
la Princesa.
--¿Por qué haces este viaje atravesando el Reino, en tu trineo azul
sobre la nieve blanca?
--Voy al Reino del Este, mi padre me ha dado por esposa al hijo de aquel
Rey.
Entonces el Mago chasqueo los dedos y en el centro de la choza, apareció
un globo y en el globo, un palacio y dentro de el, una habitación donde se veía
a un hombre joven. La Princesa asustada de esa aparición se fijó en el joven allí expuesto y sin saber
porque, sintió aversión por ese donjuanesco. Pagado de si mismo, autoritario y
pedante, parecía quizás el hijo del Rey tal como debía ser en su palacio -se
dijo la Princesa- mientras miraba al Mago.
--¿Quién está en ese globo que tu magia suspendió en el aire y lo hizo
transparente, como una pecera para que yo viera dentro de él lo que pasaba? ¿Es
mi futuro esposo?
--Así es, y te lo mostré para que sepas adonde te conduce tu trineo,
porque a él lo mueve tu deseo ya que los Hados que lo conducen, no hacen más
que lo que tú quieres.
--¡No me gusta ese hombre!
Al decir esto la Princesa el globo desapareció y en su lugar, quedo una
esfera que mostraba parte del bosque encantado donde ellos se encontraban.
--¿Ese es tu Reino Mago? -Preguntó la Princesa-
Si pero nadie debe saberlo y si vos lo sabes hoy, lo olvidaras mañana
cuando vuelvas al Reino de tu padre, a decirle lo que sientes.
--¿Qué es lo que siento?
--Que no quieres ser la esposa de un Príncipe que no te agrada.
--¿Cómo lo sabes?
--Soy Mago. Pero además vos misma lo dijiste hace un instante, al verlo
en su palacio como era y no como imaginabas que sería.
--Es así tal cual lo manifiestas, pero ahora que tengo conciencia de mis
actos y se del futuro lo que fuera a sucederme, Mago, debo confesarte que el
haberte conocido, Efraín me hizo presa del bosque encantado y quisiera estar en
él para siempre, a tu lado.
--¿Cómo vera tu padre que fuiste en busca de un Príncipe y te quedas con
un Mago?
--De lo que está pasando aquí nunca sabrá nada y con tu magia, te
presentaras en Palacio convertido en un Príncipe poderoso, de cualquier reino
que se te ocurra serlo. Solo te es necesario un chasquido de dedos y mi padre
verá tal pompa frente a él, que aceptará el pedido de mi mano y estará
entregando seguro a su hija, sin acordarse ya del Príncipe del Este ¿Lo harás
Efraín, no soy maga y no puedo saber qué piensas?
--Princesa lo que pienso que los Hados, conocedores de todos los
misterios provocaron el accidente, para que pudiéramos conocernos y encontrar
el amor en nuestros ojos y que las palabras hablen para que ello se consuma, te
tomo como Reina de este Imperio del Bosque Encantado, a partir de hoy y para
siempre y con un chasquido de mis dedos, hare el trineo más fuerte y poderoso
que Rey alguno ver pudiera y nos iremos en el de inmediato, para que vuestro
padre el Rey nos vea y nos de la bendición para casarnos en el acto.
Dicho lo cual hubo un chasquido y un trineo, el más hermoso que pudiera
verse en todos los reinos apareció en la choza, treinta perros blancos de él
tiraban y su tapizado, era color turquesa y en sus agarraderas y en su piso,
esmeraldas verdes lo iluminaban, como antorchas clavadas en la nieve, conducido
estaba por los Hados y cuando Efraín y la Princesa a él subieron, arrancó veloz
rumbo a Palacio, a anunciarle al Rey que su hija la Princesa se casaría con
Efraín el Mago, el Rey del reino más poderoso de todos los conocidos hasta
entonces.
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