Si uno debiera meterse en el misterio y
atravesarlo en busca de hallar soluciones, seguro no hubiera hecho lo que hizo
Mabel, quien sin saberlo se acerco al misterio y convivió con el, no importándole
conocer ni descubrir nada, solo le interesaba vivir bien, darse los gustos y
disfrutar el día a día, lo demás si a alguien le importaba a ella seguro que
no. Tenia juventud y un lindo cuerpo, sabía estar con la gente y era una
persona que en todos lados caía bien, por lo tanto, su éxito social estaba
asegurado, conquistaba con facilidad a los hombres, siempre los fue
seleccionando, para de esta forma estar cada vez mejor en la vida, en su vida,
que era lo único importante para ella. Últimamente vivía con Pablo, un tipo
diferente en todo a Mabel, introvertido, silencioso, de pocos amigos, imposible
penetrar en su personalidad, solo dejaba mostrar lo que quería y a cuentagotas,
se conocieron por amigos comunes y empezaron a salir, una vez que Mabel comprobó,
que las finanzas de Pablo estaban de acuerdo a sus exigencias y sus deseos de
una vida fácil y cómoda. Tal vez por ser opuestos se complementaban bien,
cuando el necesitaba conseguir simpatías y atenciones sociales era ella la que
actuaba, por el contrario, si fuera necesario manifestar rudeza, imponer el
criterio propio, allí estaba Pablo haciéndolo a la perfección, parecían dos
actores con roles específicos, que estaban juntos vaya uno a saber porque,
ambos se necesitaban para tapar las falencias del otro, hacer ver de esa manera
que eran socialmente correctos. Vivían en pleno centro, porque así a Pablo le
resultaba mas cómodo moverse a sus distintos lugares de trabajo, aunque Mabel
detestaba el centro, poco le importaba, dado que rara vez se quedaba mucho
tiempo en su casa, le gustaba salir, ir a Shopping, cafés, galerías, cualquier
lugar donde pueda distraerse y comprar, por otro lado, él salía de su casa a la
mañana y regresaba por la noche, razón por la cual ella tenía, todo el tiempo
libre y lo aprovechaba. Un día como tantos, se encontraba en Patio del Este,
agotada de caminar entró a tomar un café en busca de descanso, una vez que se
lo sirvieron y mientras revolvía el azúcar que le había puesto, recorrió el
salón con la mirada, nada distinto a otros lugares, muy coqueto, mozas
atractivas y pocos clientes, tal vez porque era pasado el mediodía, notó
también que un hombre joven sentado casi frente a ella, la miraba con atención,
sin importarle en lo más mínimo que ella lo supiera, desvió la mirada, no le
interesaban levantes que comprometieran su relación con Pablo, pero debió
admitir, que el joven era interesante, alto, delgado, parecía dar el tipo de
una persona tranquila, volvió a observarlo de reojo, el la seguía mirando,
decidió terminar con esa situación algo incomoda, llamó a la moza, pagó y se
fue. Salio a Avenida Libertador en busca de su auto, serian, no se porque le
intereso la hora en ese momento, la una de la tarde, llegó a su coche, lo abrió
y una vez en marcha, decidió encaminarse a la Provincia, hacia Martínez, tenía
allí una amiga, Rosa, quedaron en que hoy iría a visitarla, tomó por Avenida
Libertador hacia General Paz, el día correspondía a una hermosa primavera, era
un placer para los ojos, atravesar los jardines y las plazas, ver el sol entre
el verde follaje, se desvió por Alcorta, quería ir por el bajo, a la altura del
club Gimnasia un coche efectuó una mala maniobra, y la obligó a aminorar la
marcha, quiso seguir pero debió frenar, de manera insólita el auto de la brusca
maniobra, estaba atravesado en su camino, lo que era mas raro todavía, del
coche descendió un hombre pistola en mano, quien resueltamente rompió el
cristal de la ventanilla del lado del
conductor, abrió la puerta, la arrancó del asiento y segundos después estaba
tirada en el piso, en el asiento trasero del otro coche, que arrancó
velozmente, sentado en el asiento, y apretándola con sus pies, estaba el joven
simpático y alto, que momentos antes la estuviera observando en el café, le
habían colocado en la boca una cinta adhesiva y en los brazos cruzados a la
espalda lo mismo, le tiraron una tela encima para cubrir su cuerpo, nadie cruzó
una sola palabra, después de mucho andar, el auto dejó bruscamente el camino y
continuó por otro, que supuestamente sería de tierra, dado que los tumbos y
saltos de pozos se hacían muy frecuentes. Un rato más tarde el coche se detuvo.
Alguien abrió un portón y terminaron dentro de un garaje, el hombre alto y
delgado, le sacó los pies de encima, abrió la puerta, la levantó y ayudo a salir,
se encontró en lo que aparentemente era el garaje de una casa, tal vez pensó de
fin de semana, le hicieron una seña y la obligaron a caminar, atravesaron una
cocina, un comedor, terminaron escaleras arriba en una habitación, que por lo
visto sería uno de los dormitorios de la casa, el único que estaba con ella, el
hombre alto y delgado, la miró un segundo y de golpe le arrancó la venda de la
boca.
--¿Donde estoy? ¿Qué quieren de mí? ¿Por qué
me trajeron a este lugar? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué les hice yo?
--Muchas preguntas, como toda respuesta te voy
a decir que es mi forma de conquistar a las mujeres, me gustaste y pumba, me
dije esta es mía y me la llevo a casa, dicho y hecho, soy un tipo raro, pero
actúo así, no te violo, no te voy a hacer nada, simplemente te traje, quería
tenerte, como otros roban joyas, dinero, merca, hacen gitaneadas, yo no, mi
arte es robar mujeres y tu arte por el momento será que te quedes piola, no
quiero ningún lío, ningún grito, me va la vida si algo sale mal, por lo tanto
Mabel,
--¿Cómo sabes mi nombre?
--No importa eso, se mucho más que tu nombre
sobre vos, pero no viene al caso, pórtate bien y hace todo lo que te diga,
solamente eso, y nadie te tocará un pelo, menos yo, te voy a traer comida, este
dormitorio tiene un baño, báñate y ponete linda todas las veces que quieras,
como vez allí tenes una tele, levanta la cortina y toma sol, la casa es un
viejo casco de estancia, podes gritar todo lo que quieras, que no hay nadie en
cien leguas a la redonda, nadie no, estoy yo, y soy una persona que me gustan
el silencio y la obediencia, de vanidoso te digo, a algunas las pude seducir y
nos amamos, pero a la mayoría debo decirte que no, este es un juego que vamos a
jugar juntos vos y yo, veremos como sale, para tu tranquilidad te informo que
todas volvieron sanas y salvas a sus casas y no hubo denuncia alguna. Mis
amigos me toman por un tipo de buen corazón, y el hecho de llevar una pistola
sobre el lado izquierdo de mi cintura, te lo confieso aunque no debería hacerlo,
no cambia en nada lo que soy, a veces tengo miedo, eso si el temor, mi temor,
me hace ser muy rápido con el arma, y como buen bueno, soy muy malo si me dan
motivo, no intentes hacer nada, porque no quisiera ver tu hermoso cuerpo
agujerado de un balazo, bueno date vuelta, voy a liberarte los brazos, algunas
me dieron una bofetada otras me arañaron, espero que vos te comportes como una
dama, a ver, apretá los dientes que tiro de la cinta, listo ya estas libre.
Mabel se dio vuelta y ambos se quedaron
mirando frente a frente, en los ojos de ella había una pregunta, los de el se
mostraban burlones, dominadores de la situación.
--No creo absolutamente nada del largo
discurso que te mandaste, pienso que sos un vil secuestrador y que andas detrás
del dinero de Pablo, pero el cuando se entere te lo hará pagar caro, vendrá por
mi y te matará.
--Pablo ¿tu compañero no? Algunos tienen
suerte y aunque no se lo merezcan, saben conseguir todo en la vida, posición
social, dinero, mujeres, todo al borde del abismo de lo ilícito sin caer en él,
no son como yo, tipo tonto si los hay, que para conseguir debo violentar, para
hablar con vos tengo que prácticamente raptarte, pero así somos, cada cual es
lo que es, volviendo a Pablo a quien conozco, debo aclararte algo, si acá en
vez de vos frente a mí, estaría la madre de Pablo y mi cuarenta y cinco le
apuntaría en la cabeza para destrozarla, el no vendría, el nunca viene, el siempre
va, a el nada le interesa, desde este momento fuiste, te sacó de la compu,
quizás haga bien pero solo piensa en el, te lo aseguro.
--No te creo, estas ensuciando a Pablo para
agrandarte vos, tratas de hacerme creer que él me abandonará así te resulta más
fácil controlarme, destrozas mis sentimientos hacia él, para convertirte en el
macho bueno que todo lo perdona, ¡sos un hijo de puta! y lo único cierto que
dijiste que sos un miedoso, por eso te mandaron a que te quedes conmigo, no
servís para otra cosa, más que para violar y maltratar mujeres, ¡cobarde!
--Algunos dicen que nada hiere más que la
lengua de una mujer cuando se lo propone, estoy sintiendo en carne propia lo
que se dice, mira podes pensar lo que quieras, nada que diga te sonará cierto,
estas en tu derecho, pero no te equivoques esto no es una cuestión de faldas,
no es una cuestión de grabar en la culata de un revolver, con cuantas mujeres
me acosté, esto es una cuestión de negocios, no míos ni tuyos, pero si de Pablo
y de los que están por encima de nosotros, no quiero ser el pato de la boda,
aunque suene extorsivo, tampoco me gustaría que lo fueras vos, así que quédate
tranquila esperemos los acontecimientos y veamos que hace Pablo o lo que hacen
con Pablo, ahí tenes la tele, si hacen o no hacen con Pablo, por ese cuadrado
luminoso te vas a enterar, ahora te traigo de comer, te das un baño y a la
cama, hoy sin darte cuenta anduviste muchos kilómetros, más de los que
imaginas, contra el piso de un auto y teniendo encima mis pies, ¿mucho no? Te
hará bien descansar, ahora vengo con la cena.
--Una pregunta ¿Cómo te llamas? Vos sabes mi
nombre y yo no se el tuyo.
--No tengo nombre, no conviene en mi profesión
tener nombres, soy un fantasma, si jefe, no jefe, lo que ustedes digan se hará.
--Pero idiota como vamos ha hablar si no se a
quien dirigirme, que me importa tu nombre, decime el que se te ocurra.
--Caramba, hablaste con profunda lógica,
cierto puedo mentir, total vos no sabes nada, déjame pensar, voy a bautizarme,
me podes llamar Julio, ahí esta suena lindo, desde hoy y para vos soy Julio,
espero que un día no le digas a la cana, si uno que se hacia pasar por Julio,
sería deplorable para mí, cosa que no creo, comprobar que fuiste una traidora.
--Esta bien Julio, tráeme la cena que tengo
hambre, la verdad ya estoy podrida de escucharte.
--De acuerdo enseguida vuelvo.
Julio salió, en la planta baja fue a la
cocina, por lo que se podía ver, además de él, en la casa había cuatro hombres
más y una mujer, esta aparentemente cocinaba.
--Ya tenes la cena lista Berta.
--Si Julio
--Día bravo hoy, la verdad no quiero hablar
mucho.
--Como vos quieras Julio, ya tengo todo listo
para ella y para ustedes.
--La nuestra servila en el comedor la de ella
dámela que se la llevo, ¿hubo alguna novedad mientras estaba arriba?
--Nada, todo tranquilo.
--Bueno mejor así, ahora vuelvo para cenar.
Julio por la escalera llegó al primer piso
frente al cuarto donde estaba Mabel, acciono la llave y antes de entrar golpeo,
un silencio detrás de la puerta, fue todo lo que obtuvo como respuesta, abrió
esta, la habitación estaba vacía, el murmullo del agua de la ducha llegaba
hasta él, una leve nube de vapor se filtraba dentro del cuarto y las ropas
interiores de mujer, desparramadas por la cama, daban la sensación de una pieza
de hotel veraniego, donde una pareja vuelve de la playa y se prepara para
comer. Se sintió algo incomodo, descubrió ante sus ojos una familiaridad que no
le convenía, dejo la cena sobre una mesita y se retiró sin decir nada, volvió a
la planta baja y fue derecho al comedor donde ya cuatro hombres sentados a la
mesa devoraban la comida con pasión.
--Que tal muchachos como va todo.
--Bien jefe sin novedad.
--Fenómeno, vos Nacho y vos Loco esta noche
patrullan los alrededores, mejor que todo este controlado no quiero sorpresas,
vos Tano y vos Lucho, a dormir que mañana será otro día y veremos que ordenes
nos dan, ahora los dejo, yo también necesito cama estoy muy cansado, chau
muchachos.
--Chau jefe que descanse.
Mientras los otros se quedaban un rato más
charlando en el comedor, Julio fue a su cuarto contiguo al que le fuera
designado a Mabel, se tiró en la cama, vestido como estaba y de cara al
cielorraso, trato de pensar en todo lo que estaba sucediendo, pero se quedo
dormido, y recién pudo volver a pensar, cuando aproximadamente a eso de las
siete de la mañana, fuertes golpes a su puerta lo despertaron
--¿Quien es? ¿Qué pasa?
--Soy yo jefe Nacho, llaman por el radio de
jefatura, quieren hablar con usted, dicen que es urgente.
--Gracias che, enseguida voy.
Salto del lecho y se dirigió a la planta baja,
en una esquina del comedor se encontraba un aparato de radio enviando sonidos
atemorizantes, tomo el parlante y hablo
--Si jefe escucho.
--Mira Julio la situación esta espesa, Pablo
no afloja y necesitamos si o si arreglar este asunto, la clave del Banco Suizo,
donde el hijo de puta mandó toda la guita es fundamental, si lo hacemos boleta
nada sabremos, debemos asustarlo.
--¿Cómo jefe?
--Mátale la mina y tirasela en la casa.
Julio no contesto, hubo un largo silencio, el
sabia que sería una muerte inútil, ya que Pablo, bien lo conocía no iba a
aflojar por eso, por otro lado, si no la mataba otro lo haría y el pasaría a
ser hombre muerto, por primera vez
sintió miedo, no sabia que hacer.
--Y Julio, que pasa, te quedaste mudo
¡contesta!
--Nada jefe estaba pensando como.
--¿Cómo que?
--De que forma la mato.
--¡Pero estas pelotudo hoy! ¡De que forma
carajo! Vas le pegas un tiro y listo, o queres que usemos dos tiros, uno para
ella y otro para vos.
--No jefe no, sabe que siempre le cumplí a la
perfección, y por otro lado amo mucho vivir.
--Macanudo, así me gusta, pero presta atención
a una cosa, hoy sos mi hombre de confianza, si perdes mi estima fuiste, estés
donde estés te mando matar, ¿entendido? ¿Qué pensas hacer?
--Lo siguiente jefe, espero la noche, cuando
duerme la mato, levanto el cadáver y se lo tiro a Pablo frente a su edificio,
¿le parece bien o quiere algo distinto?
--No esta bien áselo así, después quédate un
tiempo guardado en el casco ¿de acuerdo?
--Si jefe quédese tranquilo todo saldrá bien,
como siempre tenga confianza en mí.
--La tengo Julio la tengo, hace mucho que nos
conocemos ¿es linda la mina?
--Mas o menos jefe ¿Por qué?
--Por nada, te siento raro, no mezcles los
sentimientos en esto, que te puede costar la vida.
--Lo se jefe, de nuevo quédese tranquilo, se
donde estoy parado, se los intereses en juego, no tengo sentimientos, soy una
máquina que trabaja para usted, y se hará lo que usted diga, chau jefe, nos
hablamos, mañana por la mañana lo sabrá por la tele.
--Muy bien Julio, seguís con mi confianza
espero que todo salga bien, chau
--Así será pierda cuidado.
Apago el radio y tiró el micrófono lejos de
si, una sensación de impotencia y bronca lo consumía, por primera ves se dio
plena cuenta que el preso, era quien gozaba de libertad, o sea él, debía matar y estaba convencido que no podría
hacerlo, no la mataría, pero otros los convertirían en cadáveres a ambos, ¿Qué
hacer? Nada se le ocurría, porque en el fondo era imposible cambiar las
circunstancias, que gente mas poderosa que el le habían impuesto, trató de
calmarse, por lo pronto disimular frente a su gente ahí, que todo estaba
tranquilo y normal, con el correr de las horas vería que hacer, decidió
llevarle el desayuno a Mabel, fue a la cocina y se encontró con Berta
--¿Que tal Berta todo bien?
--Si Julio ¿buen día como estas?
--Por suerte descanse bien anoche, y estoy
como nuevo, ¿tenes listo el desayuno para arriba? Así se lo llevo.
--Si Julio, espera que te lo acomodo en una
bandeja es más cómodo para llevar.
--Gracias Berta sos una madre para
nosotros, no se que haríamos sin vos,
cuidas nuestro estomago y limpias nuestra vivienda algo importante sin dudas.
--Además no hago preguntas y soy una tumba, te
tengo fidelidad, ¿verdad Julio?
--Eso también es más que importante,
impagable, siempre lo tengo en cuenta Berta, ¡siempre! Valoro la persona que me
es fiel, más en este trabajo que nunca sabemos con quien estamos, pero no
hablemos más, dame la bandeja que nuestra huésped debe tener hambre, y debemos
hacerle lo más grata posible su estadía en este Hotel cinco estrellas.
--Gracias por tus palabras Julio, aquí está la
bandeja, llévasela ya porque sino el desayuno se enfría.
Tomo la bandeja y fue al encuentro de Mabel,
no sabia porque, pero de pronto pensó que el verle y hablar con ella calmaría
su estado de animo, es más, quizás podría encontrar alguna solución, llegó
frente a la habitación, puso la llave, golpeo y esta vez una vos de mujer
joven, respondió a su llamado.
--Adelante, podes pasar, la verdad que
esperaba tu llegada.
Entró, la cortina levantada hacia que la
claridad del día, llenase toda la habitación, Mabel sentada en la cama, se le
quedo mirando sin decirle nada, los platos de la cena, lavados, descansaban
sobre la mesa, tuvo el presentimiento de que en ese orden y tras esa claridad
su vida aventurera de mafioso, se rompía en mil pedazos, no sabia porque, tuvo
la sensación que se encontraba mas cerca de una mujer, que nunca antes en su
vida, y tuvo miedo, pues sabia manejar mejor su revolver que su corazón, retiró
sus ojos de los de ella que lo miraban, de los acusadores resplandores que lo
señalaban sin piedad, con desprecio, y dejo el desayuno sobre la mesa, y sin
dirigirle la mirada le hablo.
--Espero que hallas pasado una buena noche,
todo aquí es calma y se puede dormir tranquilo.
--¡Porque te fuiste anoche sin hablarme? ¿Tenías
miedo de tener una mujer en bolas tan cerca de vos? ¿Te debes a tus jefes y
pensas que puedan reprocharte, si te salís del libreto establecido? Mi
asqueroso Julio.
--Te debo decir la verdad tuve miedo, pero no
de un cuerpo de mujer desnudo, sino de un cuerpo al que esta noche debo matar,
y me horroriza el desnudo de mi victima, será algo genético lo mismo que eso de
ser asqueroso.
--¿Qué me estas diciendo Julio? ¿Sos capaz de
matarme? ¡Que te hice yo! ¿Quién eres para hacerlo? ¡Quiero vivir hijo de puta!
--¡Cálmate! Todavía faltan veinticuatro horas
para que mueras, vos no hiciste nada, pero nos cruzamos por azar en un negocio
muy fulero, y los que manejan todo decretaron que vos debes morir, y soy yo,
quien te debe matar, ¡malditas cosas del destino si las hay! Me preguntas quien
soy yo para matarte, nadie, no tengo ningún derecho, pero ocurre un pequeño
detalle, si no te mato, me matan y te matan, por lo tanto en este bingo, vos de
cualquier forma sos fiambre, yo en cambio si te mato, gozo de prestigio ante el
jefe, soy el mas duro de los duros, y eso significa mejor paga, ¿Entendes ahora
porque debo matarte? no tengo otra salida, igual que vos estoy acorralado,
somos juguetes en las manos de gente muy poderosa.
--¿Serias capas de matarme? no lo creo, cuando
te vi en el bar del Shopping pensé, este es un buen tipo, esos tipos que de
seguro no joden a nadie.
--Mira, cuando yo te miraba en el bar empezaba
a entender, que me estaba metiendo en un negocio que no me convenía, un
presentimiento me decía que esto para mi, terminaba mal, ¡y tuve razón carajo!
Ahora estamos en este despelote de matarte ¿Para complacerte, deseas un tiro en
la cabeza o en el corazón?
--Deseo que no te burles de mi ¿es cierto todo
lo que me contas? Te dieron la orden de matarme? ¿Por qué?
--No me burlo, con vos no haría eso, todo lo
que dije es cierto, y el motivo es el hijo de mil putas de Pablo, se afanó una
guita y la mando a Suiza, no quiere aflojar el numero de cuenta, se resiste a
todo lo que se le propone, entonces decidieron comenzar a asustarlo para que
arrugue, tu cadáver frente al edificio donde suponen que esta o frecuenta, va a
ser el primer aviso de que la cosa es en serio, evidentemente en ves de
mandarle una carta documento, te envían a vos con un tiro en la cabeza, yo
cumplo dos papeles, el de verdugo y el de cartero, ambos necesarios en toda
sociedad, pero la verdad no tengo ganas de actuar en función de esos
personajes.
--¿Qué estas diciendo? Como que no tenes ganas,
tu obligación acabas de explicarme, es ejecutarme esta noche, te va la vida en
ello Julio.
--No se que me pasa, casi nunca dudo, menos si
de matar se trata, pero hoy no quiero practicar tiro al blanco con tu cuerpo,
tampoco soy un héroe, tengo miedo, porque si no lo hago como te dije soy
boleta, quiero hablar con vos Mabel a ver si le encuentro solución a este
quilombo. Te digo cual es mi plan –aunque no estoy seguro de llevarlo a cabo-
vengo a tu cuarto a las once de la noche por supuesto decidido a matarte,
traigo conmigo sangre animal, saco la cuarenta y cinco, te hago a un costado y
disparo dos tres balazos sobre la almohada, para que la atraviesen y sean
testigos de mi crimen, luego ensucio con la sangre que traigo parte de la cama,
donde se presume vos dormías, ya te mate, pero no, estas viva y al lado mío, te
tiro un poco de sangre en el vestido, te cargo al hombro y nos dirigimos hacia
el coche que ya esta en marcha, te tiro adentro y vamos no se donde, pero vamos,
salimos de acá. Eso es lo que pienso hacer, ¿podré hacerlo? A la mañana
siguiente, ningún televisor dirá de ningún cadáver en el frente de un edificio,
en veinticuatro horas La Organización estará tras nuestros pasos, y lo que
hagan con nosotros, seguro no será simulacro, en definitiva te doy un poco mas
de vida y me entrego a la muerte.
--Julio, ¿Por qué vas ha hacer todo lo que
contas? En beneficio de que, cuando la limosna es grande hasta el santo
desconfía, estoy empezando a dudar de todo lo que me decís, es más creo que tu
único miserable fin es querer cogerme, estas armando toda esta novela, para que
yo dulce y mansa, me entregue al macho salvador que sos vos, no te creo un
carajo, es más no te veo capaz de matar a nadie, ni a una mosca !estúpido! búscate
otro argumento.
--No hay otro argumento, vos vas a decidir que
queres que haga, por otro lado, no me interesa coger con vos, no sos de las
hembras que me calientan, a mi me pueden las putas de los quilombos, esas que
te hacen lo que te gusta sin preguntar nada, vos no, vos no me calentas, no sos
una puta, para nosotros sos una nena cool, no va conmigo, tu tipo de mujer no
me calienta. Tenes tiempo para pensar lo que voy a decirte, el único que nos
puede salvar es Pablo, ¡tu hijo de puta! Si pudiéramos conseguir la clave
podríamos negociar nuestra liberación.
¡Porque no me matas y listo! Es más fácil para
vos.
--Por eso estoy aquí frente tuyo carajo,
explicándote que no se que hacer, aunque si se lo que debería hacer, pero no
quiero matarte, es una joda para mi, pero no quiero.
--¿Por qué?
--No se, tal vez porque no sos una puta de
quilombo, que se yo, para el almuerzo vengo, pensa algo, chau
Sin
mirarla cerró la puerta con llave y fue al comedor para desayunar el
también, los muchachos ya lo habían hecho, solo estaba Berta sentada a la mesa,
ocupo su lugar y ella le sirvió el café con leche y le acercó un plato con pan
y la manteca, más el dulce que le gustaba, se quedaron en silencio ambos,
manejando sus pensamientos por largo rato, de improviso Berta rompió el
silencio.
--¿Que te pasa Julio? ¿Dieron orden de
matarla? Te veo preocupado y maquinando algo que no tenes deseos de hacer ¿Me
equivoco?
Julio miró unos instantes a la mujer de unos
cincuenta, cincuenta y cinco años que tenia frente suyo, se conocían de mucho tiempo,
entraron casi juntos a La Organización y siempre se llevaron bien, sería el
momento de confiar en ella o callarse la boca, debía esperar que ella no
contaría a nadie, lo que el estaba planeando hacer, le pregunto a boca de
jarro.
--¿Estamos solos? ¿Dónde están los demás?
Dos en la casa de huéspedes durmiendo, y los
otros dos los veo de la ventana, recorriendo el lugar para evitar sorpresas.
--Muy bien, tal como se los pedí, en cuanto a
la pregunta que vos me haces ¿Cómo debo tomarla? De parte de quien viene.
--De parte de una persona que ha vivido muchos
momentos con vos, fáciles y difíciles, quien te ha tomado cariño, hoy por hoy
te considera como un hijo, por eso me doy cuenta de tus estados de animo y
trato de ayudarte, ahora bien vos sos libre de hacer lo que quieras, queres
contestarme, contéstame, no estas dispuesto o no te conviene hacerlo, igual de
amigos como siempre, seguimos con el desayuno y hablamos de bueyes perdidos.
--Esta bien Berta así tengo más claro todo, tenes
razón me dieron orden de matarla y eso me preocupa ¿no?
--Por supuesto Julio. No es matar una mosca, entiendo
tu preocupación.
--Es más, debo hacerlo esta noche, y para ello
no me preguntes porque, necesito sangre animal, te será fácil conseguirla.
--Yo no pregunto, cumplo tus órdenes Julio,
trato de ayudarte sin contar a nadie tus extravagancias, ¿sangre animal? Es un
elemento extraño no, si ya vas a tener sangre de sobra cuando la mates.
--Tal cual vos lo decís, pero debo hacerte una
confesión que nunca hice, me da miedo matar, pero si previamente veo sangre al
igual que Drácula me transformo, la faena me sale perfecta, conseguímela por
favor Berta en un frasquito.
--No te preocupes, hoy a la noche cenaremos
cerdo y vos tendrás lo que me pides, mataré uno.
--Gracias Berta, por supuesto ni una palabra a
nadie, esto aunque te parezca mentira, puede ir contra mi reputación.
--Quédate tranquilo Julio, soy y seré una
tumba, sobre todo si es algo que te concierne a vos.
--Gracias Berta, siempre confié en tu
discreción cuando te pido un favor.
Sin pensarlo se le había solucionado un
problema, ya tenia la sangre necesaria para el crimen que no iría a cometer,
ahora necesitaba caminar un poco y despejar su cabeza, buscando algún plan que
lo saque de esa locura, sonó el handy, era el jefe.
--Hola Julio
--Si jefe ¿alguna novedad?
--Lo de esta noche se mantiene tal cual, lo
diferente es que el hijo de puta cambió de domicilio, ahora lo tenes viviendo
en una casa del barrio de Belgrano, Pampa treinta mil trece, frente al lago,
allí debes dejar el fardo ¿de acuerdo?
--Entendido, ya estoy tomando nota, conozco la
zona, va a ser más fácil que en el centro, ¿algo más jefe?
--Que estes tranquilo y hagas todo bien.
--Olvídese estoy tomando todas las precauciones
para que así sea, y esto del cambio de zona nos viene mejor, se lo aseguro
chau.
Apagó el handy y siguió dando vueltas por el
parque, no quería encontrarse con ninguno de los muchachos y por suerte para
él, los dos como lo podía ver desde su lugar estaban casi sobre la ruta, dio
vuelta a la casa e involuntariamente levantó la mirada, los ojos de Mabel desde
la ventana abierta y a través de la reja de seguridad, lo estaban observando
detenidamente, se sintió como un tonto, no sabia que hacer, si saludar, si
bajar la cabeza y seguir caminando como tal cosa, irónicamente pensó, lastima
que no sea una puta de cabaret, pero al instante se arrepintió de ello, no
obstante siguió caminando y trato de ignorarla, sería mejor verla luego en la
hora del almuerzo. Cuando miró el reloj se sorprendió, el tiempo había volado,
y lo lamentable que ninguna solución, ningún plan le venia en mente, es que si
habría una solución ya tendría resuelto el problema, decidió no pensar más e ir
a la casa, ya estarían los muchachos por almorzar y no era conveniente que lo
hagan sin él, entró en el comedor, estaban todos, se ubico como uno más entre ellos,
hablaron de cualquier cosa hasta que llegó Berta con la comida.
--¿Julio te sirvo o antes vas a llevar el
almuerzo arriba?
--No arriba que espere, primero servime a mi,
lo de ella pónelo en una vianda para que no se enfríe, después se lo llevo, a
comer muchachos, que esto huele muy bien y no podemos despreciar a Berta que es
una gran cocinera.
Cuando los hombres comen, casi siempre comen y
beben bien, así que Berta tuvo que llenar los platos abundantemente, luego del
café reparador, Julio ordenó el cambio de guardia, y los que hoy serían
nocturnos el Tano y Lucho se deberían ir a dormir, cada cual se dirigió al
lugar donde debía estar, Julio se quedó solo, terminó lentamente su café, fue
hacia la cocina, retiró la vianda y
comenzó a caminar hacia el lugar que hacia rato quería ir y se resistía a
hacerlo, la llave ingreso fácil y segura, la cerradura se corrió y un segundo
después estaba frente a Mabel, quien lo recibió extrañamente tranquila y hasta
a el le pareció, de manera cordial.
--¿Qué tal Mabel como vas? Acá te traigo un
exquisito almuerzo preparado por Berta, cómelo que hoy a la noche necesitamos
estar fuertes, tal vez para morir mejor.
--¿Es cierto todo lo que contaste Julio? ¿Por
qué harías vos por mí, lo que yo seguro no haría por vos? Somos jóvenes Julio,
no quiero morir, yo quiero gozar de la vida un poco más, tampoco deseo que te
pase nada, estas en mi misma situación.
--Mantengamos la cabeza fría, tu error fue
meterte con el hombre equivocado, sos la pareja de un cagador, yo doy fe de ello porque lo conozco más que la
madre, siendo la pareja de un cagador debes asumir las cagadas que el se mande
y en este caso fueron muy grosas, tanto que el precio a pagar es la vida misma,
por otro lado yo me metí en un laburo peligroso, pero me dije, yo soy piola a mi no me van a hacer nada, soy
canchero los paso a todos por encima, y hoy cuando quiero hacer la mía,
entonces me doy cuenta que no hay la mía, solo está la de ellos, te vuelvo a
explicar no soy un héroe, más que todo soy un miedoso, con una cuarenta y cinco,
pero no se porque carajo, hoy estoy decidido a hacer lo que quiero yo y no lo
que quieren ellos.
--Julio. ¿Cómo vamos a hacer para safar? No
podemos ir a ningún lado si ellos nos persiguen , estamos condenados.
--Cierto, pero liquidados por liquidados vamos
a jugar una última carta, es necesario encontrarlo y hablar con Pablo, él es la
clave de todo, lo más probable es que no consigamos nada, y sea él quien nos
mate, pero hay que ver, si tenemos la suerte de saber algo de la clave suiza
allí estará nuestra salvación.
--¿Por qué va a matarnos?
--La condición de él, para hablar con nosotros
será que entremos desarmados.
--No entiendo yo soy su compañera, su amor,
como va a matarme si no hice nada.
--Muy simple, supone que hoy en día ya sabes
de sus asuntos y podes ser un peligro para él, por otro lado si nos mata es un
mensaje más para los de arriba, está decidido a todo. Pero dejemos esto, es
inútil hablar del futuro, pensemos en el ahora, no te voy a ver en la merienda,
solo voy a volver para la cena, entonces hablaremos un poco más, pero desde ya
pensa a ver si encontras otra manera de hacer las cosas, yo lo veo así, de los
capos no podemos escapar ellos quieren la guita, el que la tiene es Pablo, si
conseguimos hablar con él, tal vez terminemos como quieren ellos, o quizás de
casualidad encontremos una solución. Solo eso vamos a hacer. ponernos en manos
del destino.
--Julio.
--¿Qué?
--Empiezo a ser una puta de quilombo para vos.
--Te mentí, a las putas de quilombo no las
conozco, cuando pude salí con alguna que otra mujer, eso es todo, chau a la
noche nos vemos y terminamos de arreglar este asunto.
Volvió al comedor estaba vacío, trató de
encontrar a Berta y la hallo en la cocina preparando el cerdo para la cena.
---Que tal Berta, ¿conseguiste lo que te pedí?
--Si Julio toma aquí tenes la sangre del
animal ¿algo más?
--Solo una cosa quiero saber ¿los muchachos por donde andan?
--Donde vos le dijiste que esten, dos duermen
y los otros dos andan por los alrededores cuidando.
--Perfecto después nos vemos.
--Espera Julio te quería avisar, esta noche
salgo, una ves terminada la cena me voy con el coche a ver a mi hijo, vuelvo
mañana para el desayuno, ¿puede ser?
--No hay problema, nada mas que cuídate, ah,
quiero decirte algo, sabes del asunto que tengo entre manos, de verdad no se
como va a salir, presiento algo raro en el ambiente, por los alrededores del
jefe, de cualquier manera si no me volves a ver, porque tuve que borrarme por
un tiempo, quiero decirte que siempre pensé en vos, como una buena mujer,
alguien con quien uno podía contar, en este ambiente, esto te lo agradezco
sinceramente.
--Julio por favor muchas gracias por todo lo
que me decís, yo también pienso lo mismo por vos, pero no seas tan dramático,
es un simple trabajo igual que tantos, estoy segura que todo saldrá bien
--¿Te parece?
--Si mi intuición de mujer veterana me lo
dice.
--Ojala tu intuición veterana no se equivoque,
de cualquier forma lo que te dije lo llevaba dentro y quería largarlo, ahora
voy a preparar algunos detalles, otra cosa, la merienda a la de arriba
servisela vos, yo no quiero verla hasta la cena. Chau.
Se encaminó directamente a su dormitorio, una
vez en el buscó en el placard una sabana, fue al baño y la mancho con un poco de
sangre, acto seguido la colgó para que se seque, de vuelta saco de la mesita de
luz una bolsa de plástico negra con una pesada piedra en su interior, salió y
bajo al parque, camino un rato distraídamente fijándose atentamente si alguien
se encontraba por las inmediaciones, nadie, fue hacia su auto de vidrios
polarizados y dejó junto a la palanca de cambios, la bolsa de plástico cerró y
volvió a caminar como si nada, a través del campo, alrededor de la casa, como
quien se fija si esta todo tranquilo y si se cumplen sus órdenes. Al final decidió
ir a dormir un poco, desistió de pensar hacia largo tiempo, se dio cuenta que
lo mejor era estar bien descansado para lo que fuera a suceder esa noche. Lo
despertaron golpes en la puerta.
--¿Qué pasa?
--Nada Julio, soy yo Berta, te llamo porque voy
a servir la cena.
--Gracias Berta ya bajo.
El tiempo había volado realmente, y él sin
darse cuenta, mejor así, estaba por comenzar lo que nunca hubiera querido pero
las circunstancias no las podía manejar, se pegó una ducha rápida, se vistió
apresuradamente, sentado en la cama revisó su cuarenta y cinco, todo en orden,
el cargador completo estaba listo para ser descargado, imagino tener en la
pistola un amigo, un ser que lo protegía, pero inexorablemente lo empujaba a la
tumba, se rió de esta última idea, guardo su arma en el costado y fue a la
cocina, allí se encontró con Berta.
--¿Serviste la cena?
--Estoy en eso.
--¿Alguien preguntó por mí?
--No nadie, los chicos de la guardia de esta
noche recién se levantan.
--Voy al comedor servime a mi también y prepara
una vianda para arriba ¿Cómo estaba cuando le llevaste la merienda?
--La ví tranquila pero no dijo nada, merendó y
listo.
--Voy al comedor, espero que no tengas
problemas en el viaje de esta noche, suerte.
--Lo mismo para vos Julio, ya llevo la cena.
Se
acerco a la mesa donde ya sentados sus cuatro compañeros charlaban alegremente.
--¡Hola muchachos! Que tal ¿Cómo van las
cosas?
--Bien jefe, hasta el momento todo tranquilo,
incluso nadie llamó por el radio, parece que nos tienen olvidados.
Mejor así, quiero decirles algo para que estén
al tanto, si hoy a la noche escuchan fuegos artificiales quédense tranquilos
que soy yo que estoy festejando fin de año, ¿entendido?
--Seguro jefe, los dos que duermen ni los
escucharan, quienes estamos haciendo guardia sabiendo de que se trata ni nos
daremos por enterados.
--Muy bien eso es lo que quiero, nadie vio
nada, ni sabe nada, ni pregunta nada, ahora a cenar, que ya veo a Berta
viniendo con una hermosa bandeja llena de elementos comestibles.
La cena transcurrió por conversaciones de
hombres que viven despreocupados, saben que otros actúan por ellos, y que solo
deben hacer lo que se les manda y recibirán por ello buena paga todos los
meses, mientras no se equivoquen o se pasen de piolas, al terminar la cena, sonó
el radio, Julio fue a ver de que se trataba.
--Hola
--¿Julio?
--Si jefe el mismo, todo bien por acá, la
paloma sigue en la jaula esperando volar.
--Precisamente por eso te llamo, espero que a
esa paloma la bajes de un tiro esta misma noche y la entregues en su palomar.
--Tal cual usted manda, así lo haré, como le
dije antes, la paloma mañana será noticia en la tele y usted habrá dado un paso
más hacia su objetivo final.
--Eso es lo que quiero, y para conseguirlo,
hoy no debes fallar.
--Tranquilo jefe, tengo al nene cargado y
llorara su llanto sobre la paloma, a la hora justa y en el lugar indicado la
tirare.
--Muy bien Julio, espero que sepas para
curarte en salud, lo que debes hacer, chau suerte.
--Chau jefe, la tendré.
Colgó, miro a sus hombres charlaban entre
ellos, todo normal, llegó a la cocina justo en el momento que Berta terminaba
de preparar la vianda.
--Dámela que se la llevo.
--Toma Julio, aprovecho para saludarte, ya que
lavo los platos, acomodo, y me voy, no quiero buscarte por allí para saludarte
estarás ocupado
--Un beso, nos vemos Berta, nuevamente tene
cuidado no me gusta que andes sola y de noche por la ruta.
--Conozco el camino, todo saldrá bien chau.
Mabel apenas entró lo encaró de forma violenta
estaba nerviosa y se le notaba, la proximidad de un desenlace no sabia cual, la
tenía a mal traer.
--Julio, estoy harta de todo, de este encierro
de vos, de lo que me vaya a pasar, de no ser culpable de nada y de estar metida
en este lío, ¡te odio! ¡Te aborrezco! Vos me secuestraste, vos sos el único
culpable de que este hoy aquí sufriendo, no sabiendo lo que va a pasar con mi
vida, si no me vas a matar, tal vez porque me quieras un poco, no se, por ese
leve cariño que me estas teniendo, ¡dame la libertad! déjame salir de acá, no
le diré nada a nadie, ¡te lo juro!
--Cálmate Mabel, ¡por favor! Cálmate, me estas
pidiendo cosas imposibles, que yo no puedo hacer, por eso trato de no amarte, y
te engañas, si piensas que no hago lo que tengo que hacer, por cierto cariño
hacia vos, , no, es más simple, no quiero hacerlo, me niego a ser yo quien
termine con tu vida, pero al mismo tiempo se que no puedo impedir que todo
termine mal para nosotros, por lo tanto, esta noche debemos irnos juntos los
dos de aquí, ver lo que nos pasa fuera, nada más que eso, así de fácil, tenemos
una única tirada de dados y vamos a ver si seguimos jugando, ahora come, más a
la noche vuelvo, y nos iremos juntos, no se adonde pero entiendo porque, chau
cariño come tranquila, que te hará falta mantener la calma, nos vemos.
Cerró la puerta y volvió afuera al fresco de
la noche, no quería estar encerrado en la casa esperando, sentía como si le
faltara el aire, el cielo, todo claridad lleno de estrellas, dejaba caer su luz
sobre las sombras, más lejos veía los puntitos brillantes cual insectos, de los
cigarrillos de quienes hacían vigilancia, el auto de Berta no estaba, ya se
había ido, pronto también el suyo se pondría en marcha, hacia un sitio del
camino, hacia una encrucijada que hasta ahora no sabia resolver, confiaba
porque no, que a medida que los hechos se vayan sucediendo, por si solos, los
mismos acontecimientos le indicarían que hacer, como solucionar para bien lo
que se le venia encima, pero se daba cuenta que solo el, con su actitud, había
enquilombado todo, ¿si la mataba? algo tan sencillo, en vez de tirar sobre la
almohada, apuntaba a su cabeza y listo, Julio, él, seguiría viviendo como un
duque, los jefes lo protegerían y su vida seria común y normal, igual que lo
había sido hasta hoy, ¡maldita sea! No entendía cual era la causa por lo que no
lo hacia. ¿Estaría enamorado? ¿Tenia lastima de ella? ¿Estaba cansado de la
forma de llevar su vida y no quería saber mas nada con su presente? ¿Cómo darse
cuenta? ¿Cómo comprender lo que no se entiende? Está bien, a que joder tanto,
lo quiero así y me lo banco, no esta muerto quien pelea, ¿pero porque carajo
peleo yo? No se. Miró el reloj sin darse cuenta ya eran casi las doce, fue a su
cuarto , recogió la sabana manchada con sangre, el frasco que le diera Berta, y
los metió dentro de una bolsa, a continuación se dirigió al cuarto contiguo,
entró, Mabel dormía vestida en la cama, no noto que el entraba en el cuarto, su
cabeza de pelo negro resaltaba sobre la blanca almohada, de pronto sacó su
pistola y la acerco a la cabeza de ella, la muerte y la vida se confundieron
por un segundo, por un segundo, en ese pensamiento de supervivencia, el dedo
del gatillo vacilo, se quedo quieto, mudo, traspiraba, de pronto sus músculos
se aflojaron y retiro el arma.
¡Mabel despertate!
--¿Qué pasa? Julio ¿Qué pasa?
--Nada, por favor salí de la cama y tápate los
oídos.
Salto pronto del lecho y con los oídos tapados
huyo al baño, él acerco la pistola a la almohada y con mucha rabia disparo dos,
tres tiros sobre la misma, esto lo relajo, se sintió tranquilo, se dio cuenta
que por fin había elegido lo que quería hacer, a partir de ahora no habría
retorno, sacó el frasco y derramó sangre sobre la almohada y la cama, puso en
el suelo la sabana y fue hacia el baño.
--Que pasa Mabel, ya estas muerta, y yo libre
de matarte, es el momento de irnos, no supo porque, de pronto se abrazaron por
mucho rato e intensamente, no quería perder mas tiempo y se desprendió de sus
brazos.
--Veni conmigo al dormitorio, ponete los
zapatos, tengo en el suelo una sabana con manchas de sangre seca, no te vas a
ensuciar, acostate encima de ella y apoya tu cabeza en la sangre, envuelvo tu
cuerpo y te cargo al hombro, así te llevo al auto dejándote en el piso, entre
el asiento delantero y el trasero, no te muevas mientras te llevo, se un peso
muerto, si alguien nos ve salir imaginará que llevo un cadáver, no estoy seguro
del jefe, no se si alguno de los que está acá, será quien avise que te mate,
por lo tanto todo debe ser real, vamos acostate como te dije, que te llevo en
el hombro.
Antes de acostarse Mabel miró a su alrededor,
lo que vio le dio horror, un olor a pólvora impregnaba el ambiente y dos, tres
orificios negros en la almohada eran el reflejo de lo que le podría haber
pasado, y por suerte o por Julio no fue, una gran mancha de sangre se extendía
por casi todo el lecho ¿y si hubiera sido su sangre?
--Que te pasa Mabel, estas petrificada, hace
rápido lo que te pedí, no podemos perder más tiempo.
--Disculpa Julio, me da miedo esta habitación,
de que manera esta, lo que me pudo haber sucedido aquí dentro, si Julio tenes
razón quiero irme lo mas rápido de aquí, ya.
Hizo tal cual Julio le indicara, de pronto se
sintió levantada de golpe y quedó sobre el hombro de él, Julio con dificultad
abrió la puerta, no le importó para nada como estaba el cuarto, cuanto mayor desorden
mejor, tomo la precaución de llevar la bolsa con el frasco, nada fuera de lo
normal debía quedar allí dentro, vacilante bajo las escaleras, abrió la puerta
principal y fue hacia su auto, aparentemente nadie se encontraba por los
alrededores, si lo estaban espiando a mayor distancia mejor así, sería más
difícil para quien estaría mirando darse perfecta cuenta de lo que pasaba,
llegó frente al auto, ubico el cuerpo de Mabel en la parte de atrás sobre el
piso, cerró la puerta, frente al volante encendió los focos e ilumino el
camino, puso primera y arranco, al rato estaba deslizándose sobre la ruta al
encuentro de Pablo, si de alguna manera lo podría encontrar, ensimismado en sus
pensamientos, se había olvidado completamente de Mabel, pero la vos de esta lo
volvió a la realidad.
--Que hago ahora Julio, esta posición me
resulta terriblemente incomoda estoy acostumbrada a viajar sentada.
--Perdón Mabel, por favor, perdón, me enrede
tanto con mis cosas, con lo que nos espera, que me olvide de vos. Sácate la
sabana y pásamela, sentate cuando este seguro de un lugar en la ruta paro y te
pasas adelante conmigo, quiero tenerte cerca, saber con tu proximidad que en
esto estamos juntos.
--Bueno Julio ya me saque la sabana, toma, vos
sabrás que hacer con ella.
--Más adelante cruzamos un puente muy
solitario a estas horas, ese va a ser el lugar indicado para que vengas a mi
lado, tengo aquí una bolsa con una piedra pesada en su interior voy a colocar
en ella la sabana que me diste, junto con el frasco de sangre va a ir al fondo
del río no me gusta quedarme más tiempo con estas cosas.
--Sos inteligente Julio.
--No me cargues, mas que eso precavido, se con
los bueyes que aro y no quiero dejar ningún cabo suelto, a propósito y ya que
nos hemos convertido en compinches, te digo
que a partir de este momento debemos tirar
para el mismo lado.
--Julio, estoy dispuesta a seguirte hasta el
final tene confianza en mi.
--Fíjate estamos cerca del puente que te
hable, por lo que veo el lugar esta mas que solitario, cuando freno vos venite
adelante, ¿de acuerdo?
--Entendido Julio, apenas frenas me paso.
Una vez en medio del puente, Julio frenó abrió
la ventanilla y arrojo la bolsa al agua, en ese momento noto que Mabel estaba a
su lado, se miraron.
--Que diferencia con el viaje de ida no Mabel,
antes te llevaba apretada con mis piés contra el suelo, y ahora estas a mi lado
y te miro a los ojos, todo lo que quiero, como en el Shopping ¿Qué cambió entre
nosotros? ¿Por qué cuando te tengo cerca incluso acepto morir por protegerte?
¿Me podes explicar lo que me pasa, no lo entiendo?
--No se Julio, por un lado me decís que solo
te interesan las putas de quilombo ya que solo ellas te hacen gozar, -yo no
pertenezco a ese mundo- a continuación borras todo eso diciendo que fue una
mentira, después manifiestas que no sientes cariño y menos amor por mi, se me
ocurre pensar que me tomaste como una hija, deberás tener un gran amor paternal
por mi, debido a eso me proteges.
--¿Soy un padre entonces?
--Si así lo siento, sos un padre y encima súper
protector.
--¿Oíste hablar del complejo de Edipo?
--No creo que lo tengas es mas, siento deseos
en ves de llamarte Julio decirte papá, tal cosa papá, tal otra papá, Julio no
se que carajo te pasa ni porque mierda estamos juntos, pero algo raro me cruza
la mente quiero estar a tu lado, te necesito, aún en el simple hecho de tenerte
cerca, quizás como te digo, seas ese padre que nunca pueda tener.
--Que mal me veo hija mía, no estoy preparado
para nada de lo que dices de mi, pero yo también estoy feliz a tu lado y no me
separaría de vos, ahora en este auto y en este viaje hacia el mañana, me doy
cuenta que no te mate, porque te necesitaba, nunca te haría daño Mabel, estaba
solo y un día te obligue a que te cruces en mi camino, y desde ese momento,
desde el momento de la mesa del Shopping, supe que no podría alejarme de vos,
por lo que a mi vale no es tu vida por la mía, es la vida por dos, esa
operación matemática que suma cariño y dolores, amores y esperanzas, pero que
crea una unidad indisoluble, tan unida, que no se si lo sabes, pero yo si lo
se, juntos vamos mas fácil a salvarnos que a morir, en el fondo creo poder
safar ¿sabes porque? Porque te conocí cuando más te necesitaba, encontré en vos
la mitad que me faltaba.
--¡Julio!
Cambiaste el discurso completamente que me estas diciendo, hace cuarenta
y ocho horas yo era la pareja de Pablo, convivía con el, estaba feliz –no
quiero lastimarte- vos me arrancaste de todo eso, ¿Qué te hace pensar que puedo
estar enamorada de vos? ¿Qué pude haber cambiado tanto en cuarenta y ocho
horas?
--Por ahí tenes razón y no cambiaste nada, por
ahí te digo boludeses y si estamos frente a Pablo de pronto tengo dos enemigos
en contra mío, todo puede ser, no
manifiesto nada de lo que siento, soy introvertido, pero la puta que los parió,
cuando se me ocurrió decirte porque pasa lo que pasa entre nosotros, vos me
salís con Pablo, tu vida en pareja, tu comodidad, hagamos una cosa cuando
estemos en la calle Pampa frente a la casa de Pablo, en ves de arrojarte
muerta, te arrojo viva y me las tomo, vos arréglate con el que yo tratare de
escaparme al exterior y listo, mira hablando de pronto encontramos la manera
más fácil, de tan fácil parece tonta de resolver el problema, eso es lo que
vamos a hacer para bien de los dos, será lo mejor, vos arréglate con tu Pablo,
decile que julio te ayudo a escapar porque el también se las toma, que este
completamente tranquilo en todo, ya que no te cogí en el encierro y que lo
quieres y que estas contenta de volver a el, ya esta de dejo y agarro
Libertador, General Paz, Ezeiza y a otro país, no creo que el jefe se preocupe
por matarme, no sabrá ni donde estoy, ¡gracias Mabel! Encontramos la solución a
todo este quilombo, sabia que entre ambos esto seria posible. Son las dos,
dentro de dos horas más estaremos en lo de Pablo, aquí cerca hay una estación
de servicio, bajamos y hablas con el, le informas que vas para halla, que yo te
llevo y voy a dejarte en tu casa, hockey.
--Como mas te guste.
Dejaron de hablarse y se dedicaron a pensar
cada cual su situación, estaban enojados, una sensación de incertidumbre
marcaba el tiempo que faltaba, en llegar a la estación de servicio, un rato mas
tarde la vieron recortada al borde de la ruta, sus luces alumbraban un pequeño
sector de la desolada planicie, dando la sensación que ese lugar era el único
donde podría existir vida humana, Julio paro el auto, alejado de las luces, en
un lugar que apenas se veía, bajó y se dirigió al bar de la estación, por
suerte todo estaba tranquilo, apenas uno o dos camioneros que dormían en sus
mesas, una empleada que atendía el mostrador, nada fuera de lo normal, podía
entonces tomar un café y arreglar sus asuntos, volvió al coche.
--Mabel
--Si Julio que debo hacer.
--Mira recorrí un poco y ví todo bien, no creo
que nadie nos este siguiendo, por lo tanto nos encontramos solos acá, somos una
pareja común que viaja, veni conmigo pedimos un café y hablas con Pablo.
--Ya estoy bajando Julio, ¿te parece que debo
hablar con Pablo?
--Si, por un lado vos dijiste que lo seguís
queriendo, sos su compañera, debes hablarle quizás te necesita, por otro lado
es necesario tomar contacto con el, saber lo que piensa, si quiere que vuelvas
a su lado, te dejo en la casa y nunca nos vimos, si por el contrario no quiere verte,
yo de cualquier manera quiero estar
frente a el, es la última oportunidad que tengo para resolver este asunto, no
se que va a suceder en ese encuentro, pero algo me dice que debo tratar de que
se haga.
--¿En que mesa nos sentamos?
--Fíjate aquella, esta oculta de miradas
curiosas y al lado de la cabina telefónica, esa nos conviene, sentate que voy a
pedir el café y te lo traigo.
--Uno que sea cortado mitad y mitad Julio, te
espero.
Se dirigió al mostrador donde lo aguardaban la
moza y la máquina de café, volvió a la mesa y se sentó frente a Mabel.
--Bueno ahora pongamos en marcha el primer
plan, vamos a la cabina y hablas vos con el ¿conoces los teléfonos de la calle
Pampa o su celular?
--No te preocupes, tengo mi libretita con todo
eso, veni que hablo.
Dentro de la cabina marco el número de Pablo,
Julio algo ansioso a su lado esperaba ver los resultados de tal llamada.
--Hola Pablo, soy Mabel amor, pude escapar
luego te explico, llamo para decirte que voy a casa,, allí en Pampa, quédate
tranquilo que en dos horas llego, no tengo nada, me trataron bien, estoy libre
porque un tal Julio que decidió abrirse de la banda me ayudo a escapar, viene
conmigo y me dejará en casa ¿de acuerdo amor? Te quiero mucho.
Del otro lado de la línea Pablo guardo un prolongado
silencio, estaba valorando la situación, le parecía raro que Julio uno de los
principales laderos del jefe, halla decidido desertar y traerse a Mabel para su
casa, por otro lado ya no le importaba más Mabel, en estos dos días de encierro,
se habrá dado cuenta de algunas cosas sobre su persona, eso no le convenía,
¡no! Definitivamente ¡no! Mabel fue, de pronto lo volvió a la realidad la vos
de ella que repetía angustiada.
--¡Pablo! ¡Pablo! ¿Estas ahí? ¿Por qué no contestas?
--Mabel precisamente estaba pensando que te
debía contestar, desconfío de la historia que me estas contando, no creo que
Julio se halla abierto de la banda, es un tipo frío y sin corazón y está
tramando algo, por eso te soltó a vos para usarte como carnada, es un mentiroso
crónico, no le creas nada de lo que dice, por otro lado no quiero verte, ya
nuestro amor terminó, sos parte de la trama oculta de mi vida y no quiero saber
más nada con vos, trata de salvarte, si no te mata otro Julio lo hará, es un
mercenario
--¡Pablo que estas diciendo! Yo no hice nada,
solo quiero volver a mi casa.
--Vos no tenes casa, lárgate y trata de
organizar tu vida.
Dado el giro que tomaba la conversación, que
evidentemente iba contra sus planes de enfrentarse con Pablo, Julio tomo el
teléfono.
--Escúchame Pablo, sabes quien soy, por lo
tanto esto me evita dar demasiadas explicaciones, me fui de la banda aunque no
lo creas, agarre a Mabel y me la traje, porque pensé que todavía te interesaba,
pero eso es problema tuyo no mío, si la queres muerta arreglamos precio, lo que
me interesa es verte, imagino que mi visita podría servirte de algo.
--Creo que estas contando una novela sin
sentido, pero tal vez a mí también me sirva tu presencia aquí, veni con Mabel,
no la quiero muerta todavía, en cuanto a las condiciones para el ingreso a casa,
es que antes que vos entre tu cuarenta y cinco, y después que este en mi poder
podes pasar, ¿de acuerdo? ¿A que hora vendrías?
--De acuerdo, no lo vas a entender, estoy
desarmado aunque lleve la cuarenta y cinco encima, llegaremos alrededor de las
cuatro.
--Los espero chau.
Pagaron y volvieron al coche como suponía
Julio de un principio, la solución más fácil no sería la posible, solo quedaba
afrontar lo desconocido, y ver de que manera poder resolver su libertad y la de
Mabel, arrancó y lo puso en medio de la ruta camino a la capital, en esas horas
que faltaban para las cuatro trataría de ver si todavía le encontraba una
posible solución a todo este lío, busco a Mabel con la mirada, estaba llorando,
las lagrimas de sus ojos rodaban por las mejillas y caían del mentón hacia un
abismo de tristeza, no dijo nada, no sabia que decir, prefirió callar y la
senda que la luz de los focos le iba marcando, ocupo toda su atención, por otro
lado un desengaño a tiempo es mejor que una vida infeliz pensó, mientras
aceleraba porque las cuatro estaban cada vez más cerca y quería ser puntual.
--Julio, tenías razón con Pablo, no quiere
saber nada de mí, no le intereso más.
--Nunca le interesaste, nadie le importa,
Pablo solo piensa en el, y si te tuvo a su lado, porque eras un adorno bonito,
le serias útil en sus malditas relaciones sociales.
-- ¿Que pensas de mi? ¿Vas ha dejarme vos
también, acaso no te sirvo dado que para nada te preocupa la vida social que
puedas tener?
--No se, no quiero contestarte ahora, se que
voy a una encrucijada por primera ves en mi vida y no quiero hablar, ni con vos
ni con ningún otro, solo quiero que mi mente escuche el silencio y lea en el,
estoy a tu lado, solo eso, estoy a tu lado y te pido que no te separes de mi,
por lo menos hasta que termine con Pablo, o el acabe con nosotros, un dilema
que me gustaría resolver cuanto antes, y por lo que veo dentro de media hora ya
sabremos que pasa.
Estaban entrando en la ciudad, las calles completamente
solitarias, parecían fantasmas atravesados de luces y sombras, cada tanto un
cartonero tardío, un perro vagabundo, algún auto que escapaba de la noche, todo
era desolación y abandono, Julio se dio cuenta que iban a la cita con Pablo en
la hora que más le convenía, cuando la soledad, haría imposible que nadie se
entere, de las cosas que iban a pasar, los coches extraños al barrio no serian
tenidos en cuenta. Redujo la velocidad del auto, ya estaba prácticamente en la
casa donde lo esperaban, arrimó al cordón de la vereda y paro unos metros
antes.
--Vamos amor llego la hora, bajemos al
encuentro de lo inesperado, cuando conociste a Pablo no sabias de su secreto, y
esa ignorancia termino jodiendote la vida, hoy conocerás quien es, y si sabes
quien es, no debes llorar por el, lamentablemente para vos tenes a tu lado a un
hombre que tampoco puede alardear mucho de sus virtudes, pero hoy vengo aquí
para tratar de terminar con mi pasado, para que lo entiendas te lo digo, lo
único que rescato de mi ayer es el haberte conocido, saber que estas a mi lado,
no se que será de nosotros aquí dentro, lo que necesito decirte antes de
enfrentar los acontecimientos que van a suceder, es que me gustaría que sigamos
juntos, ahora en marcha, hace todo lo que Pablo diga y no hables nada, hace de
cuenta que eres invisible, que en esta casa vamos a estar solo el y yo.
Tocó el timbre, desde el portero eléctrico una
vos conocida respondió.
--¿Quién es?
--No hace falta que te lo diga me estas viendo
por el visor
--Esta bien, abro la puerta, tiras tu cuarenta
y cinco, cuando te lo indique primero entra Mabel y después vos.
--Listo.
Desenfundo su cuarenta y cinco y la arrojó a
través de la puerta semiabierta, escucho unos pasos detrás y como levantaron el
arma
--Ahora que entre Mabel y detrás vos.
Así lo hicieron, Mabel primero y el y el la
siguió, ingresaron a un living amplio muy confortable, con un gran ventanal que
daba a la calle, lo primero que noto un leve aroma de nafta en el ambiente, no
le dio importancia, estaría abierta la puerta del garaje pensó, a lo que si le
presto debida atención fue a la figura de Pablo, parado en el medio del living
los apuntaba con la cuarenta y cinco que minutos antes estaba en su poder,
escucho que la puerta de calle se cerraba automáticamente, de reojo vio el terror en el rostro de Mabel y a su frente
comprobó en los ojos de Pablo que estaba decidido a matarlos
--Buenas noches señores, es una pareja muy
agradable la que me visita esta noche, debo decirte Mabel que Julio no
desentona para nada con vos, si todavía me encontraría enamorado estaría celoso
de verlos juntos, pero ya no, solo quiero salvarme, escapar del maldito jefe y
sus secuaces, ustedes caídos del cielo me han dado la oportunidad de hacerlo, tengo
mi plan y en este mismo momento empiezo a ponerlo en practica. Mabel arriba de
la mesa hay cinta de enmascarar, que Julio ponga sus brazos detrás de la
espalda y átales las muñecas con eso.
Mabel temerosa no sabía que hacer, Julio
acudió en su ayuda.
--Mabel hace lo que dice Pablo, átame las
manos a la espalda, lo que pasa que querrá hablar con nosotros y quiere esta
seguro de que no le hagamos nada.
Ella recogió la cinta de la mesa y fue en
busca de Julio quien ya tenia los brazos en la espalda, le ató las muñecas lo
mas fuerte que pudo, no sabia porque, pero cumplió la orden a conciencia.
--Ahora Mabel veni hacia mi, dame la espalda
con los brazos detrás, yo te los atare
de la misma manera, luego colócate al lado de Julio, los quiero tener a los dos
a tiro de pistola por cualquier cosa
Mabel retrocedió y se acerco a Julio este la
miro y por lo bajo le dijo.
--Tranquila siempre terminamos uno al lado del
otro.
--Julio quiero que me contestes la pregunta
del millón, ¿a que carajo estas aquí en
mi casa? a merced de mis deseos.
--Nunca lo sabre Pablo y no es por pelotudo
que te lo digo, no, sencillamente no lo se, te cuento un poco, me dieron la
orden de secuestrar a tu pareja, dado que vos te habías mandado una gran cagada
en contra de La Organización, así lo hice, al segundo día me ordenaron que la
mate y te la tire en frente de esta casa donde estamos ahora, y ahí empezó todo el lío, por ves primera me puse a
discutir una orden en mi vida, tal vez no tenga condiciones para ello, pero
terminé mal, decidí no cumplirla, y aquí estoy frente tuyo con Mabel viva,
sabes mejor que yo lo que eso significa, ahora seremos dos los muertos, ella y
yo, pero como no me gusta morir vine a verte, con la corazonada de que podría
conseguir algo de vos para salvarme.
--¿!Algo de mi!? ¿Que queres de mí un tiro?
--No necesito la clave suiza
--!Estas loco!
--para terminar con esto, preciso que me la
entregues para salvarte y salvarme, caso contrario, Pablo lo sabes muy bien,
moriremos todos, prefieres la plata a la vida,
¿cuantos dólares valen los cuarenta años más que de seguro todavía podes
vivir?
Siempre fuiste un estúpido pusiste la plata
por delante y te estas muriendo por alcanzarla, ¡nunca lo lograrás Pablo! Si no
me entregas la clave La Organización terminará contigo, ellos de cualquier
forma la tendrán, ¿Por qué no dársela? Reconocer que el negocio salió mal y
seguir vivo, ¿es tan difícil eso Pablo?
Si alguna vez fuiste feliz piensa en ello.
--¡Basta! ¡Basta! Con moralinas estúpidas,
siempre te considere un boludo Julio, lo sos, ya estoy jugado, tenes razón no
me interesa la vida, estoy en este mundo para gozar el poder del dinero, si no
lo tengo no me interesa vivir, vos no podes entenderlo, porque sos un nabo que
te conformas con lo que te dan, para mi por el contrario quiero todo, si no lo
tengo arraso con lo que venga hasta conseguirlo.
--Aya vos Pablo estaba seguro de que ibas a
contestarme todos esas cosas que no comprendo, no puedo, no te alcanzo a
comprender, cuando veo el nacimiento humano, la lucha por querer vivir, ese
vivir a traves del tiempo, vos lo desprecias por el hoy y ahora, por tener en
una gaceta oscura de un sótano suizo, un paquete de dólares, que no te salvarán
de la muerte segura en un par de horas más, estas en lo cierto soy un nabo y no
te entiendo, sabes que si lo pienso un poco te tengo lastima, la usura te quemó
el corazón, perdiste el sentido de lo bello, no te importan las cosas, solo el
interés que podes sacar de ellas, el tanto por ciento mensual, cuanto más alto
mejor, y esta vuelta Pablo, presiento que ese interés tan alto que conseguiste
es tu propia vida.
--Acábala y basta de charla, antes que
amanezca estaré lejos de aquí, y les informo pobres chicos, que para mis planes
ustedes dos serán cadáveres, la pareja encontrada en la casa de Pampa entre las
cenizas del incendio.
--¡Ahora entiendo el olor a nafta cuando
entré!
--Mejor, así la explicación será más corta,
este es mi plan, seguro La Organización sabrá que no mataste a Mabel, por
supuesto Mabel volvió conmigo, y vos para que no te maten huiste al extranjero,
los cadáveres hallados en el incendio todos entenderán, que son los de Pablo y
Mabel, esto hasta que no se efectúen las pericias correspondientes, que llevan
mucho tiempo, lo cual me permitirá a mi escapar con cierta tranquilidad, cuando se den cuenta del error, ya estaré tan
lejos que puedo considerarme a salvo de La Organización. Por otro lado, habré
sacado los fondos de suiza y enviado a un sitio mas seguro, ¿Qué te parece
Julio?
--Un buen plan Pablo siempre reconocí tus
dotes de contador, pero me parece que el punto flojo son los fondos en suiza,
perderás mucho tiempo reuniendo la documentación para su retiro.
--¡Vas a morir estúpido! Puedo comunicarte que
todo el trámite ya esta
listo
en mi maletín, imbécil tengo todo preparado para huir, el tiempo que descubran
quienes son ustedes, lo empleare integro para escapar.
--No tengo más que decir Pablo, solo reconocer
que perdí, de cualquier manera cambio de verdugo, ya estaba condenado, si puedo
pedir un favor no se porque lo quiero,
mata primero a Mabel, no tires a la cabeza, quiero ver su rostro sano y puro
por última ves.
--Te daré el gusto Julio, que carajo me
interesa quien va a morir primero.
Giro un poco su cuerpo y apunto al pecho de
Mabel, quien pálida y muda de terror estaba clavada en su sitio, igual que un
animal a punto de morir, Julio se fijó en el dedo sobre el gatillo, que
lentamente hacia que este retrocediera en busca del proyectil, sonó el disparo
un ruido seco y espantoso, el disparo que terminaba para siempre con la vida de
la mujer, que el no había podido matar, se volvió hacia Mabel, buscando en el
suelo su rostro tan querido, Mabel se encontraba a su lado como siempre, en el
suelo con el pecho atravesado de un balazo Pablo agonizaba, en una de las
puertas del living estaba la figura de Berta, con un humeante revolver en la
mano y una naciente sonrisa en los labios.
--¿!Berta que haces acá¡’ ¿!Como es posible
que lo hallas matado a este hijo de mil putas¡?
--Te seguí Julio era mentira no fui a ver a mi
hijo, sabia que estabas en un lío grande y no podrías salir de el sin ayuda, te
espere en la ruta y cuando te vi pasar repito, te seguí, conozco a Pablo de
hace tiempo, y no tuve remordimiento alguno de reventarlo de un tiro, por otro
lado era el o ustedes ¿alguien en su sano juicio puede no darse cuenta por quien
elegir?
--Gracias Berta no se, estoy confundido,
siempre te tuve por alguien leal y hoy me lo hiciste saber con creces. Te
debemos la vida y eso no tiene precio, ni por todo el dinero suizo, desátanos
Berta debo hacer algo antes de irnos de esta horrible casa.
Berta se acerco a ambos y los desato, Julio se
volvió a Mabel y se confundieron en un estrecho abrazo ¡volvían a vivir!
--Amor quédate aquí un segundo con Berta, debo
buscar la garantía de nuestras vidas.
Recorrió la casa, en una de las habitaciones
presumiblemente donde dormía Pablo, sobre la cama encontró todo lo que uno prepara
para viajar, maleta con ropa, documentos y un maletín, abrió este y respiro aliviado
en su interior encontró dos carpetas una gruesa que decía banca suiza y otra
mucho más pequeña, casilla de correo Uruguay, se guardo esta última entre sus
ropas, busco dinero, una caja fuerte en la habitación despertó su curiosidad,
adentro dólares y joyas, ningún documento, contó los dólares, cincuenta mil,
los guardo en el maletín, busco hasta en el rincón más insignificante, ni asomo
de plata o documentación, por lo tanto todo lo relacionado a la banca tal como
lo manifestó Pablo estaba en el maletín, más tranquilo volvió al living, las
dos mujeres conversaban entre ellas y lo estaban esperando, miro el cuerpo sin
vida de Pablo, revisó sus ropas, todo lo que hallo fue una billetera, saco el
dinero que tenia y la tiró, le retiro de las manos su pistola que por suerte no
había podido utilizar contra ellos.
--Berta acércate sentemosno en ese sillón, vos
también Mabel, tenemos que ver entre todos como terminamos este lío. El asunto
es así, en este maletín hay papeles muy importantes para La Organización, Pablo
los robo y estaba extorsionando a los capos, de ahí el despelote que se
armo, de que estos papeles lleguen de
nuevo a poder de ellos lo más rápido posible, depende mi vida y la de Mabel, si
yo se los llevo, desobedecí ordenes y en caliente se vengaran, si se los hago
llegar de otra forma, al tenerlos en su poder la bronca se les pasará y nos
dejaran tranquilos, la otra forma de llegar a ellos Berta sos vos, no me digas
nada todavía y reflexiona un poco mientras me hago esta pregunta ¿Te parece que
habrá represalias contra vos si apareces con los papeles? Mi idea es hablarles
yo antes, decirles que te llame a vos, porque me parecía la persona mas
indicada para ello, y que vos los llevas sin saber nada del contenido del
maletín, una orden más de las tantas que yo te daba a diario, ¿Cómo ves esto
Berta?
--Lo veo perfecto Julio, no es la primera vez
que me encargaste lleve cosas a los capos de arriba, pienso que lo tomaran como
un hecho común más, y te digo, se hacerme la boluda muy bien cuando hace falta.
--Macanudo, entonces escucha bien, te doy el
maletín, dentro están los papeles que son el resguardo de nuestras vidas,
también mi pistola descargada, decidí irme, estoy podrido, por eso como mensaje
les mando el arma, por otro lado en ese maletín hay cincuenta mil dólares que
saque de la caja fuerte de ese hijo de puta, llévatelos, cuando vas rumbo al
casco se los dejas a tu hijo, no quiero que lleves plata allá, no, no digas nada,
dentro de un rato esta casa desaparecerá bajo el fuego, y hay cosas que no
deben quemarse porque otros las necesitan, los dólares por ejemplo, que no te
los doy porque nos salvaste la vida, sino porque se presento la oportunidad de
recordar el tiempo que trabajamos juntos, ¿Qué vas a decir Berta?
--Está bien acepto si vos lo decidiste así,
así será, ahora los dejo, vuelvo al casco, llevo el maletín conmigo y lo voy a
entregar sin ningún problema, quédate tranquilo Julio teneme confianza.
--¡por favor! Confianza en vos es lo que me
sobra, después ponete en contacto con ellos,
arregla la entrega del maletín, mañana te hablo a ver como salió todo.
--Chau Julio, adiós Mabel, una cosa quería
decirte a vos antes de irme, pienso que podes encontrarte con un buen
compañero. Chau
Berta se fue tan sigilosamente como vino,
Julio se levantó y recorrió la casa, prestando atención en que lugar estaba el
combustible para propagar el fuego y cual era el punto que se debía prender
para conectarse con todos los demás, afuera todavía era noche cerrada y el
silencio imperaba en el barrio, tomo a Mabel de las manos y le pidió salir, una
vez ambos en la puerta de entrada, prendió un fósforo y lo acerco a un hilo de
nafta sobre el suelo, igual que lagartos zigzagueantes débiles huellas de fuego
empezaron a entrecruzarse en todos los ambientes.
--Vamos Mabel al coche dentro de un rato esto
será un infierno.
Se perdió en la ciudad manejando hacia el
puerto, pero sin saber por donde, aunque seguro llegaría, por primera vez
después de tres diabólicos días estaba feliz, por primera vez después de tres
diabólicos días, no sabía como iba a continuar su relación con Mabel, aunque lo
importante por el momento estaban juntos, la miró, ella al igual que el estaba
distendida, jugaba con su pelo enrulándolo y desenrulándolo entre los dedos,
mientras trataba de aparentar que Julio no existía cerca de ella, de pronto no
aguanto más el silencio de el y pregunto.
--¿Adonde vamos Julio? ¿No te parece que soy grandecita y debo saber
que has decidido hacer conmigo?
--Mira una opción seria simple me das la dirección de alguna amiga tuya te
dejo en su casa y listo, pero no, no chilles amor esa no me gusta, lo que
haremos es ir al Uruguay, Montevideo, descubrí de pronto que debo cerrar un asunto
que lo tenia olvidado, preciso para ello
ir con vos, siempre y cuando quieras venir, sino a tus ordenes.
--Después de todo lo que me hiciste sufrir, no
ir de paseo con vos sería una locura ¿avión? o
¿buque bus?
--Buque bus quiero ir con el auto.
--Pues entonces debo hacerte ver que ya
estamos cerca del puerto, allá si no me equivoco son las oficinas de la
empresa.
--Tal cual dejemos el coche por aquí, sacamos los pasajes y vamos a tomar
algo, necesito hablar con los capos,
pero vayamos al café primero, miremos la tele a ver que dicen de la fogata que
preparamos.
Frente a la ventanilla de pasajes se
preocuparon en comprar las mejores ubicaciones, el catamarán saldría dentro de
dos horas, el tiempo les sobraba, una vez en la confitería, Mabel pidió te con
sándwich tostados y el café con leche y medialunas, tal como esperaban, al rato
una noticia de último momento, lujosa casa en barrio de Belgrano arrasada por
el fuego, sus moradores perecieron en el siniestro, Julio se levantó y fue a la
cabina telefónica, marcó un número que muchas veces había marcado, sin poder
creer que esta sería la última vez que lo haría.
--Hola jefe.
--¡quien habla!
--Julio jefe
¿Cómo le va?
--Que carajo te importa como me va, el que
tiene que preocuparse como le va a ir sos vos, te declaro la pena de muerte,
¿Qué es eso de casa incendiada en Belgrano? ¡Hijo de mil putas! ¡Pablo se fue
con nuestros papeles a la tumba? Yo te mando matar ya mismo, por otro lado me
desobedeciste, ¡no tenes perdón! Tampoco mataste a esa puta que estaba con vos,
seguro te la estas cogiendo eso es lo que pasa, pero los dos son cadáveres
antes que lo piensen.
--Cálmese jefe deje que le explique, y después
condene, resulta que si, estoy enamorado de la puta y cojemos muy pero muy
bien, no podía matarla jefe, justo ahora que se me da una, pero soy su hombre
de confianza y tampoco puedo fallarle, así que decidí ir con la puta a ver a
Pablo, ya que ella conocía la casa y sabia como entrar, llegamos justo jefe, lo
sorprendimos cuando ya tenia todo preparado para volar, luchamos tuve suerte y
lo mate, y mucha más suerte tuve cuando revisando sus papeles encontré todo lo
de la banca suiza perfectamente ordenado, me traje conmigo el maletín y decidí
prenderle fuego a la casa, con Pablo dentro, para disimular el crimen jefe,
espere, no me interrumpa ya sigo, tenía miedo de llevarle el maletín
personalmente, la puta estaba viva, no sabia que haría usted en caliente, por
eso la llame a Berta y le entregue el maletín diciéndole que eran cosas
reservadas e importantes, seguro jefe los papeles ya están en el casco, póngase
usted de acuerdo con Berta así se los entrega, otra cosa jefe, en el maletín le
mando también mi cuarenta y cinco que tantos años estuvo a su servicio, no sigo
más jefe, me quedo con la puta, como le digo, coge muy bien, ¿Tiene algo para decir jefe?
--Sos un hijo de mil putas, ándate y hace tu vida chau.
Julio colgó aliviado, totalmente aliviado, el
plan que nunca planifico había salido perfecto y estaba contento, contento de
ser libre.
--¡Como te fue Julio, pudiste hablar con el
jefe?
--Por suerte si, al principio estaba loco,
pero cuando entendió se calmo, me deseo suerte en mi nueva vida, de más esta
decirte que espero, que de ella participes vos.
--¿Hablaron de mi?
--Ni una palabra, incluso creo que entendió
porque desobedecí sus ordenes y no te mate, aunque no fui muy explicito en
ello.
--Falta media hora para salir, vamos al
catamarán me gusta que el agua me bambolee, más si al brazo de un hombre lo
siento apoyado sobre mi hombro.
--Mabel, debo confesarte algo, soy una persona
muy vergonzosa, me sentare a tu lado hablaremos y gozaremos de estar juntos,
pero no me pidas que te abrace en publico me resulta anímicamente imposible, es
extraño, puedo matar a una persona sin chistar, pero me da vergüenza y pudor
manifestar públicamente mi cariño, o más concretamente mi calentura.
--¿Y donde manifiestas concretamente tu
calentura? ¡Por Dios! Es lo único que quisiera saber.
--Ya lo sabrás a su debido tiempo, pero te
adelanto también soy raro en ese aspecto.
--¿Por qué no me dijiste todo esto antes de
secuestrarme?
--Imposible, entonces no hubiera podido
hacerlo, pero basta de charla amor, caminando como dos amigos uno al lado del
otro, debemos ir al catamarán.
--Vamos, sos un plomazo ¡no te aguanto! ¿Qué te pasa?
Julio se callo la boca, la tomo de la mano y
rato mas tarde estaban los dos en el catamarán esperando que este parta para
Montevideo.
--¿Julio a que vamos al Uruguay?
--A develar otro de los misterios de Pablo, el
último de todos y ese estoy seguro te pertenece a vos.
--¿Por qué estas seguro, yo con Pablo no
compartí ningún secreto?
--Exacto, porque el evitó prolijamente que
sepas nada de su vida, y hoy nos encontramos en condiciones de saber más de lo
que el no te contó nunca, eso lo usaremos a nuestro favor, pero no quiero mas
charla sobre Pablo, hablemos de nosotros Mabel, no tengo más una pistola en la
mano, no te tengo encerrada en una habitación, hasta setenta y dos horas atrás
ni sabias que existía, mi futuro es incierto, deje de ser mafioso a sueldo y
quizás sea para lo único que sirvo, entonces te pregunto –le paso un brazo por
los hombros- ¿Por qué no te vas Mabel?
¿Por qué no agarras un taxi y desaparezco de tu vida? Cuando te desate
las manos en la habitación del casco, quisiste darme una cachetada y tus ojos
despedían furor, ¡odio! ¿No soy
merecedor aún de esa cachetada, por todo lo que te hice sufrir? ¿En que cambie yo para vos? ¡Necesito saberlo!,
Porque si a algo le tengo espanto, es a ser herido en mis sentimientos, te
mentí, es cierto, salía con putas, pero ¿sabes porque? Porque nunca me hacia
ilusiones con ellas, pagaba y nada más, no cabía otra cosa, pero desde el
instante que te vi en el Shopping todo cambio para mi, comprendí que con vos de
nada valía pagar, pero también supe por primera vez en mi vida que el desengaño
podía rozar mi corazón, destrozar mi alma, y tuve miedo, y tras el miedo empecé
a amarte, del primer momento fui tuyo sin que vos lo sepas, te cuide y evite
matarte, porque eras la primera mujer que estaba y estas, en condiciones de
consumir mi ser enamorado. ¿Entonces
porque te quedas, si fui tu carcelero y no tu esclavo?
--Julio amor, déjame que piense, porque no
paro un taxi subo y salgo de tu lado, lo más obvio pero también lo más cruel
seria decirte porque me salvaste la vida, eso más que necesidad de ser tuya,
sería obligación de entregarme a vos como pago o recompensa de algo que hiciste
por mi, y eso no me va, no me entra en la cabeza, te habría dicho adiós y
muchas gracias por haberte conocido, gracias por todo Julio, esto se acabó y
entonces si, en taxi hubiera partido para no verte más, nunca más, te hubiera
odiado, soy libre y vos lo sabes, soy dueña de mi en todos los actos, aquellos
que hago y los que no, y eso está presente en vos, desde aquella noche que me
cargaste en tu hombro y me tiraste dentro de tu coche, en ese instante entre
vos y yo, todo estaba saldado, sabias que yo volvía a mi misma , pero yo también
estaba al tanto que en ese momento, vos dejabas de ser, quien por mucho tiempo
fuera, entonces Julio, estando los dos juntos en la cabina del auto, en medio
de la noche, entre las sombras palabras de las cosas, entendí
que te amaba, me di cuenta de ello, porque
habiendo deseado huir de vos intensamente, ya no podía hacerlo y estaba
entregada a seguir tu destino, como lo estoy ahora, como lo estaré siempre, ¿Te
cabe entonces porque no me voy? ¿Por qué
me quedo? Simplemente porque te amo, quizás sin saberlo desde cuando esa mesa
del Shopping cruzó nuestras miradas,
El catamarán entraba al puerto de Montevideo,
las aguas del río lo movían de un lado para otro, mientras los marineros,
rápidamente trataban de amarrarlo al muelle mediante cables tensos y nudos apretados,
Julio no volvió a decir palabra después
de lo dicho por Mabel, callado, estuvo reflexionando un rato sin
soltarle el hombro, no quería mirarla, estaba perdido en vaya a saber que cosa,
cuando de pronto reaccionó, pedían ir a la bodega para descender con los autos.
--Vamos Mabel acompáñame, así nos alejamos
cuanto antes de aquí, no me gustan los puertos es un lugar donde llega y se
despide la gente, un teatro donde los actores vienen y van, entran y salen, me
pone mal tanto movimiento, vamos a la bodega.
Del hombro y juntos sin hablar, pero felices
allá fueron. Ya en el auto tomaron por la
Dieciocho de Julio, llegando al centro trataron de encontrar hotel, les
agrado uno pequeño que había sobre la Avenida, una vez en el hall le dijo a
Mabel que lo esperara y fue a arreglar con el conserje, volvió hacia donde
estaba ella hojeando una revista distraída.
--Mabel vamos a recorrer uno o dos locales y
te compro ropa, inclusive ropa interior amor, quiero también para mi remeras y
pantalón, zapatillas, con todo este lío que pasamos estamos desnudos.
--Tenes razón amor vamos.
Entraron en Tiendas y Shopping y tal como
querían se aprovisionaron de ropa que les hacia falta ya que habían llegado al
Uruguay con lo puesto.
--Listo Julio con todo lo que compramos es
suficiente, vamos al hotel así nos bañamos y después salimos ¿no te parece?
--No espera un poco con eso, estamos en
horario bancario y lo más importante es que vayamos a hacer el trámite por el
cual vinimos a Montevideo
--¿Qué tramite?
--Ya te lo dije el del misterio, veni,
¡seguime!
Con bolsas y todo la tomo de la mano y la
llevó frente al Correo Central, una vez dentro se encaminaron al subsuelo,
donde se hallaban las cajas postales en que la gente guardaba objetos
personales que no les interesa tener en su casa, busco algo en su bolsillo, era
una llave no muy grande que tenia un número, ciento setenta y dos, con la
mirada busco la cifra igual, cuando la encontró, la llave abrió con facilidad
una gaveta de la cual extrajo lo único que contenía, un paquete, algo grande
prolijamente envuelto en papel de diario, lo retiró y volvió a cerrar.
Salieron, caminaron dos pasos, solos dos, ya que al lado del correo se
encontraba un banco, pidió hablar con el Gerente de Cuentas, le indicaron que
espere un segundo, y al rato este le hizo pasar.
--Señor
¿a que debemos su presencia en el banco, en que podemos servirle?
--Mire Gerente yo soy el Contador de la
señorita Mabel Iluzurraga, mi nombre es Julio Ortiz, la señorita en Buenos
Aires –ya que somos oriundos de allá- acaba de cobrar un dinero en dólares
parte de una herencia de sus padres, le he aconsejado que deposite este dinero
en el banco, en cuenta corriente en dólares, para posteriormente ver que
operaciones podremos efectuar con el mismo, por lo tanto lo que de momento
necesitamos es abrir una cuenta nada más.
--¿Cuántos dólares son señor?
--Doscientos cincuenta mil, lo que me gustaría
y a usted también por supuesto, es que venga algún empleado, los cuente y
verifique su autenticidad, ¿No le parece?
--Completamente de acuerdo -llamó por el conmutador- ¡que venga López por favor!
López
entró, contó el dinero, era la suma que había dicho Julio y todos los
billetes de curso legal.
--Muy bien Contador, le voy a confeccionar una
boleta de deposito, a la ves hacemos todos los papeles necesarios, usted
comprenderá que no todos los días se abre una cuenta así.
--Seguro ni todos los días se cobra una
herencia, pero estas cosas suceden seguido sobre todo en la Argentina
--Tiene usted razón señor la cuenta a nombre
de quien va.
--Como le dije señorita Mabel Iluzurraga a
sola firma.
--Perfecto, entonces señorita por favor firme
en todos estos lugares que puse un punto así terminamos con la operación.
Mabel que en toda la charla con el Gerente no
salía de su asombro, aunque lo disimulo muy bien y acompaño a Julio en sus
gestos y afirmaciones, firmo todo lo que el Gerente le digiera sin chistar, dándole
el número y mostrándole, todos los documentos que este le pidiera.
--Muy bien señorita esta todo perfecto, a partir
de este momento usted es una muy bienvenida clienta de la casa, podrá efectuar
todas las operaciones comerciales que desee, solo un pequeño detalle, en que
Domicio la hacemos figurar Contador.
--Decidimos que a la señorita Mabel de ser
posible, le interesaría fuera un domicilio de aquí, en la Ciudad de Montevideo.
No hay ningún problema Contador, así se hará, bueno no hay mas de que tratar,
llévese su boleta de deposito, en cualquier momento repito espero verla por el
banco.
--Así será Gerente, pierda cuidado nos vera
pronto.
--A sus ordenes, buenas tardes la pasen
ustedes muy bien.
Se retiraron del banco, rumbo a la calle y al
hotel donde pegarse un baño y descansar un poco, pero apenas estuvieron fuera,
Mabel no pudo contenerse y estallo molesta, incomoda, por ignorar todo lo que
Julio había decidido por su propia cuenta, sin consultarla para nada, lo que es
peor de golpe y porrazo haberla hecho dueña de semejante cantidad de plata, que
ni siquiera sabia de que negocio sucio habrá salido y que, nuevamente esto la
involucraba a ella en situaciones, que más que favorecerla, seguro la habrían
de perjudicar, muy a su pesar de pronto pensó que este Julio era un loco
rematado, o no, que sabia ella, pero en este mismo momento todo se iría a
aclarar, ya va a ver , esto pensando lo paro a Julio de golpe enojada y le
dijo.
--Mira Julio lo que hiciste rebasa todos los
limites de mi tolerancia, me siento usada por un nuevo Pablo, de donde diablos
sacaste toda esa plata y porque yo figuro como dueña de ella, ¡Te exijo una
explicación!
--Tenes toda la razón del mundo y mucho mas,
perdóname amor si no te dije nada antes, y todo lo decidí yo solo, pero ahora
trataré de explicarte, veni entremos en este café, antes de ir al hotel hablamos,
por favor amor si me queres un poco, un instante nomás del parpadear de tus
bellos ojos, teneme confianza.
Fueron y se sentaron en la primer mesa que
encontraron, pronto se pusieron a hablar.
--Quiero que entiendas lo que esta pasando
Mabel, amor mío, para ello voy a explicarte lo que no sabes. Cuando revise la
casa de la calle Pampa y encontré el maletín, dentro estaban los papeles de la
banca suiza, por supuesto eran de La Organización y los puse en sus manos,
también los cincuenta mil dólares que Pablo en su huída llevaría para gastos
corrientes, que encontré en una caja fuerte, allí pensé en Berta que nos había
salvado la vida y bien que le vendrían, por lo tanto fueron de ella, a esta
altura deberías saber que Pablo estaba solo en el mundo, no tiene familiar
alguno que yo conozca, por último encontré un sobre con una llave dentro, la
que abrimos el cofre, y una nota, -aquí guarde doscientos cincuenta mil dólares,
dinero de mis negocios particulares, ajenos a los propios de La Organización-
estaba por prenderle fuego a toda la casa, que hago pensé, quemo esta guita o
la salvo para alguien ¿Quién debería ser
la dueña de ella? ¿Quién fue la última
pareja de Pablo? Vos, entre comillas ¿Quien
es su viuda? vos, por consiguiente quien
hereda a Pablo vos, de ahí entonces que me dije lo voy a hacer, no le digo
nada, porque no quiero un mango de esa plata, si te avisaba antes de la
existencia de ella estaríamos discutiendo, es tuya es mía, para que, así me
pareció mejor, problema no vas a tener ninguno, es plata que estaba en un lado
que nadie sabia donde y ahora está en otro que se sabe de quien es, si más
adelante hay que pagar impuestos, justificar operaciones comerciales, se hará y
listo, todo tiene solución. Y lo más importante para mi, tenes tu futuro
asegurado, no vas a depender de nadie, mas que de vos misma y de lo que puedas
hacer, si te molesto, si te jodí porque no te dije nada, te pido perdón y no
quisiera que nos peleemos por eso ¿Todo bien amor?
--Esta bien Julio, lo que explicas es
consecuencia de cómo vos ves las cosas, no te voy a discutir por eso, además
confieso que estoy cansada no doy más, quiero ir al hotel darme un baño y a
dormir, vamos, nunca estuvimos juntos en un hotel y menos en una cama.
--De acuerdo espera que pago y salimos.
A las pocas cuadras se encontraron con el
hotel, el conserje le entrego las llaves a Julio, y llegaron al primer piso en
donde estaban sus cuartos, cansados con paquetes y con ganas de estar juntos.
--¡Por fin! Julio estoy muerta ¿Cuál es la habitación?
--La ciento catorce.
--Bárbaro entremos.
--Espera antes que te explique una cosa.
--Siempre te la pasas explicando Julio.
--No mira, en mi mano tengo dos llaves, la de
la ciento catorce que es la de tu habitación, la de la ciento diez y seis al
lado que es la mía.
--¡Que decís!
¿Sacaste habitaciones separadas? ¡Yo te mato!
--No me mates, yo soy así, me gusta dormir
tranquilo y que vos también lo hagas.
--¡Julio por favor estas loco!
--Pensa lo que quieras yo me voy a dormir, acordate
que no puedo estar lejos de vos, por eso estoy en la habitación de al lado
chau.
La habitación se tragó a Julio, Mabel loca y
evitando hacer un escándalo entro en la suya.-volvamos a nuestro hombre- una
vez que se saco toda la ropa se metió en la ducha donde gozo un hermoso baño de
agua caliente, esto lo reanimo bastante, hacia calor, en calzoncillos se tiró
en la cama y como siempre que miraba un cielorraso, se le dio por pensar. ¿Por
qué en las cosas del amor, nunca estaba seguro de nada y llevaba las
situaciones al límite? ¿Sería para probar
al otro o para justificarse el? no lo
entendía, la quería a Mabel como nunca antes había querido a ninguna mujer, le
gustaría dormir abrazado a ella y pasar la noche juntos, solo eso, por ahora,
por este momento de la relación, pasar la noche juntos abrazados en una habitación,
lo demás vendría después, nunca lo había apurado mucho la relación sexual, la
veía como la culminación de otras muchas cosas , y dentro del universo de las
muchas, el cariño y la ternura del ser amado lo mataban, entonces ¿Por qué sacó
habitaciones separadas para ambos? ¿
sintió un impulso mas fuerte que su razonamiento y lo hizo? Algo mucho más allá
de sus deseos a veces gobernaba sus actos, no sabia de molestias, pero estaba
molesto, no sabia de aflojes pero gustoso en ese momento habría ido en busca de
Mabel , no sabia, que no pudo continuar con sus pensamientos , unos golpes en
la puerta, lo sacaron de su reflexión.
--¿Quién es?
--Soy Mabel
¡Abrí por favor!
-- ¿Si que pasa te sucede algo?
--Nada, quiero hacerte una sola pregunta que
me dejaría tranquila, esta noche y el resto de mi vida.
--¿Cuál?
--¿Sos puto Julio?
--Vení entra.
La agarró de un brazo y cerró la puerta, le
sacó el camisón que llevaba, quedo en tanga y corpiño, con su mano entre sus
cabellos jugo con ellos mientras suavemente le decía lo que su corazón hablaba.
--Pronto de darás cuenta que no lo soy, te
pido perdón por lo de los dos cuartos, a veces mis impulsos me traicionan y sin
poder evitarlo te lastimo, estoy arrepentido de ello y solo te pido que te
quedes conmigo, necesito tu amor y tu compañía, preciso de tu cuerpo junto al
mío, pero por hoy solo, por hoy te propongo un juego , juguemos a estar
enamorados, más enamorados que dominados por el deseo y abrazados, tengamos el
sueño más feliz, porque este sueño es el primero que nos encuentra unidos, es
tarde, mañana nos levantamos y salimos para Punta del Este, a esta altura del
año, hay poca gente halla y me gusta mucho la soledad de ese lugar.
Mabel sintió que dos brazos la levantaban y
dejaban sobre el lecho, Julio apagó la luz y se acostó a su lado, boca a boca,
apretados en un abrazo pronto se quedaron dormidos.
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