La había visto una vez y le fue suficiente, enloqueció por ella y la
invito a salir, para lo cual puso en juego toda su experiencia y su fortuna, le
hizo ver que él era un hombre con dinero, que haría que su vida cambie
totalmente y no tuviera que preocuparse por su futuro ya que él estaría allí,
siempre para mantenerla y satisfacer todos sus deseos. Ella dejo pasar un
tiempo para resguardar su prestigio y después accedió a sus ruegos, pero fue más
allá todavía, le propuso directamente encontrarse en la casa de él, tener una
cena intima, lejos de miradas indiscretas y él, loco de contento, feliz por su
sagacidad con las mujeres acepto de buen grado. Quedaron en encontrarse ese
sábado a la noche y llegado el momento del encuentro, mientras la esperaba
ansioso controló la mesa, el ambiente, la cocina y lo que había preparado de
cenar, en eso estaba cuando escuchó el timbre, fue hacía la puerta y antes de
abrirla, se miró en el espejo del hall de entrada a ver como lucia, galán como
siempre pensó y abrió seguro de sí mismo yendo al encuentro de ella. Los
diarios del lunes publicaron que ese fin de semana, un influyente industrial
fue robado en su casa de Palermo, por una mujer y dos jóvenes, de los cuales
nada se sabía hasta el momento, del industrial informaban, que estaba haciendo
la denuncia del robo, en la comisaria correspondiente a su zona.
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