jueves, 7 de julio de 2011

CORRIA EL AÑO



Corría el año de mil ochocientos sesenta y tres, en la cubierta de un parao por un error inadmisible, Yañez hirió a Sandokan con su larga cimitarra, no solo eso peor aún, confundido lo arrojó al mar. Por esas cosas del destino, Salgari que estaba pescando en la costa del mar frente a Borneo, lo enganchó en su línea y lo saco a la superficie, asombrado y viendo de quien se trataba llamó a su mujer Ida Peruzzi, entre ambos lo pudieron revivir y les sirvió para su próximo libro. Yañez cuando se entero ya en las paginas de esa nueva novela, de que Sandokan seguía en acción, sintió un profundo alivio y le pidió disculpas, aduciendo que un error lo puede tener cualquiera, pero que un escritor como Salgari era imposible que se equivoque así.

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