Salió a caminar con su perrito, un vivo del barrio algo leído le grito ¡La dama del Perrito! El perrito no se sabe porque, se convirtió en Chéjov y lo corrió por las heladas estepas de Rusia, donde se convirtió en un solitario Lobo Estepario, alejado de la civilización. Mientras Chéjov se volvía, se encontró con Hermann Hesse y ambos se pusieron a discurrir sobre el destino final de los chantas en este mundo.
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