sábado, 12 de enero de 2013

JOYAS




Sentado en la silla rota, sobre una vieja tabla, el orfebre de joyas, mueve sus dedos sobre un hilo de plata. Su cerebro sabe, porque lo aprendió de sus manos, cada vuelta de collar, o cuantos círculos hacen falta para un hermoso anillo, o que forma debe tener un colgante, para que realce aún más, la belleza del rostro que lo lleva. Pero lo que nunca sabrá, que destino tienen sus joyas cuando se van de él, siguiendo el camino de un amor, sincero o turbio, apasionado o calculador, solo sabe, que sus creaciones serán usadas, para embellecer aún más, si es posible, el cuerpo de una mujer, la maravillosa geografía, que hace que las joyas brillen con su total esplendor. Es entonces cuando apreciamos ese cuerpo, donde deslumbrados vemos el nacimiento hermoso de los senos, cual sendero que se abre en busca de la atención de aquel que los admira, descansando en ellos sobre la piel tersa, el medallón que el collar sostiene para que no se escape y vuele, mientras nuestros dedos, o tal vez los labios, lo alejen suavemente, porque impide el paso hacía el pezón, ansioso de que lo toquen o lo besen, quizás ¿Por qué no? Cuando atraemos la mano de la mujer que amamos y la llenamos de besos, porque es nuestra y sentimos, que recorre el cuerpo, como suave brisa que ansia llevarse nuestro amor con ella, es en ese instante entonces, que nuestra boca roza el anillo que en su dedo tiene y sentimos celos, del metal que a su lado se mantiene siempre, como en un acto de posesión sobre el ser que amamos. No habrá mayor fortuna, que la de retirar el pelo, que cual cascada de agua embellece el cuello y detrás de su oído, que un colgante adorna de refulgente fuego, depositar un beso, que estremezca su alma y deje volar sus sueños. ¡Joyas! Todas salen de la mente del orfebre, todas adornan a la mujer desnuda, que duerme al lado mío, en medio de la noche, rodeada del silencio extraño y melancólico que da el sueño ¡Mientras yo la admiró! Sueña, que un mundo de joyas la rodea y ella sola en el cuarto, lo contempla.




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