--¿Sabes lo que pienso?
--¿Qué?
--Que el escribir es ir vaciando de la mente,
las aventuras que guardamos en ella y nunca pudimos materializar y un día de
pronto en un descuido, se nos cae el lápiz de la mano, rueda por nuestro dedo
pulgar y nunca más vuelve la escritura, porque hemos contado la última aventura
que quedaba en nuestro pensamiento.
--¿Vos contaste esa última aventura? Te
pregunto porque por lo que se, ya hace tiempo que no escribís, dejaste de
mandar tus cuentos a la revista, tu pagina en la Web está clavada en una fecha
que data de un año atrás.
--Quizás sí, uno no se da cuenta, es como el
amor que surge entre un hombre y una mujer que antes ni siquiera se conocían y
un instante después ya no pueden separarse, el hecho cierto es que aunque ya no
cuentes nada, si has hecho un relato, te sentirás escritor toda la vida.
--¿El amor que surge es el nuestro y el
escritor que deja de contar sos vos?
--El amor que vivimos y la ausencia de
aventuras en mi mente y vos, entrelazando todo en mi pensamiento, juntando las
piezas sueltas de este juego literario y guardándolas en lo profundo del mar
inquieto de tus claros ojos, eso es lo que me pasa, lo que me sucede, mientras
te miro y me das el tema, de un cuento que ya no se si escribiré.
--¿Soy culpable entonces, de que hayas escrito
tu última aventura imaginada?
--No, solo eres culpable de mi felicidad, del
sentido del tiempo que le has dado a mi vida, pero de la continuidad de mi
escritura no, esta es como un deseo, idéntico quizás al que tengo de estar
contigo. Es como la necesidad de contar al personaje, que de pronto se hace el
dueño de tu interior, algo parecido a lo que has hecho vos con mi corazón,
adueñarte de el, marcarle un sentido más de los muchos por los cuales vale la
pena vivir.
--¿Me estas queriendo decir que yo soy el
cuento que no escribís, el personaje que se hizo realidad escapándose del papel
y de la tinta y vos lo llevas contigo, creando de esa forma el relato de tu
propia vida?
--No serías eso exactamente, pero a veces
cuando estamos juntos, de pronto pienso que bien podrías ser la heroína de
todos los distintos cuentos que he escrito, suponiendo quizás mientras lo hacia,
que por el influjo mágico del propio relato, algún día vendrías a mi y la
verdad, a veces siento que eso ha sucedido entre nosotros, el personaje de
mujer por mi deseado, a consecuencia de no se yo que conjuro extraño se
apareció a mi lado, llegó a mi corazón y se adueño de mi, no ya en el papel
cuadriculado ni en los arabescos de las letras pintadas en cada renglón de mi
cuaderno, sino aquí en la vida real, donde habitamos vos y yo, autor y
personaje, viviendo ambos un amor que siempre imagine, pero nunca creí pudiera convertirse
en una realidad.
--Por lo que escucho entonces, soy la chica
del cuento, la chica de las páginas impresas de la revista semanal, tu
muletilla principal para empezar a narrar y terminar cada relato, en todas las
entregas era yo quien te ayudaba, te daba el comienzo y el final y siempre
estaba allí sin saber a quien favorecía.
--Hoy lo sabes.
--¡Por favor amor! ¡Pura fantasía! ¿Vas a
decirme ahora que no escribís más porque personaje literario, de pronto pase a
ser parte humana de tu vida?
--No se ¿Quién puede saberlo? ¿Quién puede
saber con certeza de donde viene cada uno, de todos aquellos que se cruzan en
nuestra vida? Pueden ser tus iguales en forma, pero no en contenido y a veces
distintos en ambos sentidos ¿Acaso que sabemos de nosotros dos? ¿Apenas del
lugar donde nos conocimos?
--En un baile ¿Recuerdas? En casa de A… amiga
común que nos presentó esa noche hace de esto un año, si no me equivoco.
--Estas en lo cierto y desde ese momento
estamos juntos, vivimos bajo el mismo techo y yo muy contento y vos feliz, al
menos así lo pareces. Pero amor mío a veces, en la mitad de la noche, cuando
despierto en el lecho y te encuentro a mi lado, entibiando mi cuerpo con el
tuyo pienso ¿Por qué no escribo? Más aún al mirarte me digo ¿Por qué es tan
igual a mi personaje? Y tengo la duda de no saber si estoy contigo dentro de un
relato, o en el cuarto de la casa que hace tiempo vivo.
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