martes, 19 de junio de 2012

QUEDAR EMBARAZADA


     Mis amigos me llaman Fede, Federico para los otros, soy un tipo que me hice solo,                                  
    de joven trabaje y estudie, hasta que me recibí de abogado, debo decirles que soy                                   piola, por lo tanto a partir de ese momento todo me fue más fácil, forme mi estudio, y me dedique a los asuntos de familia, tuve éxito, divorcios, adopciones, herencias,         cuando estaba establecido conocí a Clara, hermana de un abogado que posterior-
mente fue socio mío, hermosa mujer, buen cuerpo, senos ni muy grandes ni muy chicos, excelente culo, como dije me gusto, empezamos a salir, día a día, bailes, hoteles, teatros, lugares de diversión, hasta que llegado el momento entendí que era la mujer para mi, le pedí que nos casáramos, acepto, estamos juntos desde hace ocho años, pero les diré algo, con el tiempo me dí cuenta que no podía estar en cuerpo y alma con una sola mujer, mejor dicho en alma quizás si, pero en cuerpo no, razón por la cual distintos asuntos de familia, me fueron acercando mujeres que las convertí en amantes, pero atención con Clara todo bien, ella me cree el más fiel de los esposos y yo disimulo como tal, a esta altura ya deben darse cuenta que soy mentiroso como les manifesté también, que era un buen abogado, pero, ¿porqué tanta charla en esta presentación? , sencillamente siempre hay un pero, en una parte importante de nuestra relación, no puedo darle a Clara la felicidad que ella quiere y necesita, lo que más desea es un hijo y no lo podemos conseguir, en estos ocho años polvo va, polvo viene y nada, no queda embarazada. Se hizo estudios ella, me hice estudios yo, y no se que, pero no pasa nada, en estos momentos el asunto que mas nos complica la vida, la tranquilidad, es que Clara no puede tener un hijo conmigo, estoy desesperado, ¿Qué hacer? En mi condición de abogado de familia le propuse una adopción, no acepto, me miró fijo y expresó, ¡de los dos o nada! , y aquí estoy, sumergido hace tiempo en esta nada existencial, sin saber que hacer, eso que anteriormente me manifestaba piola, de tiempo completo, pero algo me esta fallando, no se, otra cosa, creo que cometí una macana, estoy saliendo con una amiga de mi señora, no se que me paso, por experiencia profesional un abogado sabe que eso no debe hacerlo nunca, pero al final la culpable fue Clara, me la metió en casa, venía siempre, algunas veces se quedaba a cenar , como es divorciada yo tenia que llevarla a la casa, Fede lleva a Flor, es tarde para que vaya sin compañia me decía, si Clara, y allí iba yo con Flor rumbo a su departamento, vivía sola, linda, divorciada, fui un fiel chofer los tres primeros viajes nunca más pude serlo, a Flor una potra, esto le pareció divertido, sumamente excitante, era amiga de mi señora, y amante mía, es mas cumple los dos roles a la perfección, no se le mueve un músculo, debo reconocer que conocí a una persona más mentirosa que yo, ella no es abogada, es bioquímica, tiene un pequeño laboratorio de análisis más el hospital, vive bien, tampoco tiene hijos, dice que conmigo goza mucho y esta cómoda cojiendo, cartón lleno pensaran ustedes, puede ser, pero yo que soy un profesional astuto, a veces temo que este pleito termine mal y  pase a la condición de reo, debo confesarlo, también me gusta Flor, entiendo que Clara debe tener un hijo, pero hasta el momento no encuentro la solución a todo esto, y para colmo otro familiar más, voy a una entrevista con Joaquín, hermano de Flor, abogado recién recibido que tanto Clara como ella insisten en que venga a trabajar a mi estudio, no puedo evitarlo, lo voy a tomar, que hombre, abogado inclusive, se resiste a la presión combinada de su esposa y su amante, nadie, menos yo que soy piola. Caramba, ya estoy llegando, lo cite en este café de Avenida Cabildo, Cabildo y Juramento, voy a ver si encuentro estacionamiento por Ciudad de la Paz, dejo el auto y listo.
Federico estaciono su auto y se dirigió rápido al café señalado, ya que llevaba unos minutos de atraso, cuando entró, de acuerdo a los comentarios y fotos que ambas le mostraron, enseguida ubicó a Joaquín, sentado en una de las mesas que daban a la calle Juramento.
--¡ Que tal ¡, soy Federico el esposo de Clara.
--Mucho gusto doc. Joaquín, el hermano de Flor.
--Perfecto ya nos presentamos, no me digas doc. llamame por mi nombre, si vamos         a trabajar juntos, me gusta un ambiente de camaradería, donde no haya títulos  rompiendo los oídos.
--Excelente, la verdad yo también pienso lo mismo, para no perder más tiempo y entrando en materia, aquí tiene mi curriculum y el estudio donde trabajo, además hace ya casi un año que me recibí, quedo a su disposición para lo que quiera preguntar.
--No nada Joaquín, esta todo bien, conozco a la competencia donde estas trabajando, si te tomaron es porque sos bueno, el sueldo que ganas lo puedo pagar, en el estudio cada juicio que se gane, un veinte, veinticinco por ciento se reparte entre los profesionales, si traes vos un cliente, tendrás mejor retribución. Ahora si,  a mi me gusta ganar juicios no perderlos, por lo tanto lo único que te pido, es atención en como acumular pruebas, conseguir ventajas, de cualquier forma, eso de cualquier forma después lo hablamos cuando llegue el momento ¿de acuerdo?
--Si Federico, me gustaría mucho trabajar con ustedes son un estudio muy conocido y para mi un principiante es todo un desafío y una oportunidad.
--Bárbaro, aquí te dejo la dirección del estudio te espero mañana,  entramos a las nueve, ¡que joda! No vino el mozo y me quede sin café pero debo irme, Clara me espera para el teatro y se está haciendo tarde, chau Joaquín nos vemos.
--Vaya tranquilo Federico, aquí los mozos no se preocupan, la gente sale y entra continuamente, hasta mañana.
Federico salió en busca de su auto, minutos mas tarde ya en él se dirigió rumbo a su hogar, donde lo estaría esperando Clara como bien dijo para ir al teatro. Vivian en una linda casita estilo moderno de planta baja y primer piso sobre la calle Moldes, pasando Congreso en dirección a la provincia, estaba en un barrio tranquilo y a la vez muy comercial, le gustaba. Acciono el portón del garaje y entró, dejó su auto al lado del de su esposa y subió a los dormitorios donde suponía que Clara estaría terminando de arreglarse, así fue efectivamente, la encontró frente al espejo en los últimos detalles. Se besaron.
--¿Qué tal Clara como estas, todo bien?
--Si Fede, ya termino y podemos salir, estamos un poco justos de tiempo.
--No te preocupes, me acomodo  y ya nos vamos, me demore porque tuve una entrevista con este chico Joaquín.
--Así, lo tomaste, que te pareció, tenía razón Flor en que valía la pena.
--Si, la verdad creo que con el tiempo será un buen profesional, eso es lo que necesita el estudio. Bueno partimos si estas lista..
--De acuerdo salgamos..
Volvieron al garaje y Federico le pidió que vayan en el auto de ella porque él estaba cansado de manejar. Así lo hicieron, buscaron Libertador, Avenida Pueyrredón, Alvear, Talcahuano y  ya estaban en la Avenida Corrientes, en busca del teatro de revistas donde pensaban pasar un instante de abandono total de los problemas.
--Clara mira, ahí en esa playa hay lugar, entra y dejamos el auto ya que estamos a dos cuadras del teatro, caminamos un poco, la noche esta linda.
--Te has puesto sentimental, tengo miedo.
--No temas, sabes que te amo y me gusta demostrarte mi cariño, llevarte del hombro por Corrientes, porque no, mezclado entre la gente es cuanto mas te quiero, ya que me doy cuenta cuanto vales.
--¡Para loco!, voy a chocar el auto de la emoción, estas totalmente adolescente, espera ya estaciono y vamos.
Salieron ambos del estacionamiento como dos enamorados, tomados del hombro cruzados los brazos en la espalda, se fueron rumbo al espectáculo que les pareció muy entretenido, divertido y provocador, satisfechos y con el humor menos alterado, una vez que dejaron el teatro decidieron ir a cenar a Puerto Madero, poco después, los encontramos ubicados en coqueto restaurante de la zona de los diques, entregados al placer de comer cosas ricas.
--Fede.
--Si Clara.
--Hoy conociste a Joaquín, es un hecho que lo tomas en el estudio.
--Por supuesto, ya te lo dije, mañana empieza, imagino que Flor se pondrá contenta, ambas me hinchaban con eso.
--Calcula lo que es para una hermana el futuro de su hermano, ella estaba preocupada, quería colocarlo en un buen estudio y el tuyo lo es.
--Cierto, hablando de Flor, hace unos días que no la veo en casa, ¿paso algo entre ustedes?
--Nada, que te pasa, tiene mucho trabajo, eso es todo, pero mañana salimos a almorzar juntas, así que no te preocupes si falto todo el día, a la noche hablamos.
--Por supuesto, que inconveniente hay, me parece bomba que charlen entre ustedes y pasen un lindo día juntas.
--Seguro, será un día muy especial, porque pensamos disfrutarlo, salir en serio.
--Perfecto, total justamente el de mañana ha de ser para mí un día muy complicado, tengo dos audiencias de conciliación bastante bravas, especialmente porque no quiero que se reconcilie nadie, pero bueno veremos.
--Amor, llama al mozo y pedimos el postre, ya es tarde, mañana quiero estar lo más descansada posible.
--Tenes razón, ¡mozo!, por favor.
Eligieron los postres, después ella pidió te y él café, fueron al estacionamiento y terminaron en Moldes, su hermosa casita, durmiendo placidamente en espera del día de mañana.
Sonó el despertador igual que siempre a las siete del otro día, Federico se levanto he hizo la rutina, el baño, afeitarse, perfume, gel en el cabello y enseguida al placard, camisa, traje, todo lo necesario para ser y parecer un buen profesional, estaba terminando con su arreglo cuando apareció Clara en pijama.
--Fede, me levante así desayunamos juntos, hace un tiempo que perdimos la costumbre, total en un segundo preparo todo.
--Bueno, yo pensaba desayunar en el café al lado del estudio, pero acepto, es un buen comienzo tomar café con vos antes de salir.
--Por eso lo hago, quiero que empecemos la mañana bien unidos, sentate y busca las tazas que en un ratito sirvo todo.
Federico vino con las tazas, las dejo en la mesa, sacó el dulce y la manteca de la heladera, trajo unas galletitas de agua que le gustaban mucho, en ese instante sonó el celular.
--Hola, sí.
--Federico, habla Joaquín tengo un inconveniente. con empezar hoy a trabajar, no me dí cuenta anoche pero tengo que pasar por el estudio en donde estoy ahora, para terminar unos asuntos pendientes, pero mañana estaría seguro y libre de toda preocupación, ¿puede ser?
--Si Joaquín esta bien, no hay inconveniente entiendo que no puede uno irse de un trabajo de un día para otro, te espero mañana.
--Gracias y disculpe por no darme cuenta antes.
--Nada, todo bien, hasta mañana.
Apago su celular en ese preciso instante entraba a la cocina Clara con el café y la leche, mientras los servia miró a su esposo y le pregunto.
--¿Quién llamó?
--Joaquín que en ves de hoy empieza mañana, algo sin importancia.
--Que suerte así podemos tomar el desayuno tranquilos, veni sentate, tene en cuenta  que salgo casi todo el día con Flor, no te preocupes por mi, después a la noche hablamos.
--De acuerdo, ya te explique, hoy tengo una jornada muy agitada, no voy a estar para nadie.
Desayunaron, charlaron de los titulares del diario, más adelante beso mediante y promesas de cariño eterno Federico en su auto partió rumbo al estudio.
Clara se quedo leyendo un rato el diario, después acomodo la cocina, decidió darse un baño pues mas tarde tendría que salir y para ella era una salida muy importante, tan importante, que se dio un hermoso baño de inmersión , salió de el, se perfumo todo el cuerpo, y se vistió de la manera mas atractiva posible, sabia que lo que hacia debía estar hecho a la perfección, ya que era el condimento mayor del encuentro que se había propuesto realizar, ya lista a punto de irse llamó a Flor.
--Hola Flor
--Que tal Clara esperaba tu llamado.
--Todo listo.
--Si hable con el y no hay ningún inconveniente, ya sabe perfectamente a que y para que va, quédate tranquila es joven pero experimentado, hará bien su papel.
--Así espero Flor, luego te llamo y nos vemos, para contarte como fue todo.
--De acuerdo, desde ya te digo que será muy divertido, para mí como para vos.
--Por supuesto, chau.
Salió al garaje, se acomodo en su auto acciono el portón, y en poco tiempo se hallaba en medio del transito, encaminandose a un café por la calle Honduras en Palermo, no le costo mucho ubicarlo, dado que se preocupó en fijarse bien donde quedaba y el camino para ir, tenía lugar en toda la cuadra para estacionar, por lo tanto hizo tal cual le dijeron y dejo el auto lo más alejado posible del frente del local en un lugar que pasaba inadvertido para cualquiera, se miró al espejo, estaba hermosa como hacia tiempo no se veía, trabo el volante con la barra, abrió y fue al encuentro de la persona que la esperaba, entró al café, poca gente en su interior, sobre un costado en una mesa de difícil ubicación desde el exterior, estaba sentado un hombre joven en actitud de espera, fue decidida a su encuentro.
--¿Joaquín?
--Clara, ¡verdad?, no puede ser otra, esta usted muy hermosa, tal como me la describió mi hermana. Sientese por favor, ¿quiere tomar algo?
--Un cortado.
--Ya se lo pido. Por favor un cortado.
--Flor es una gran amiga, la única que tengo, y esta aventura que me propuso entre usted y yo, aunque de momento me pareció totalmente loca, hoy la acepto, espero que la pasemos lo mejor posible.
--Así será Clara, no tenga miedo, esto que vamos a hacer es una simple aventura de amor, diríamos romper la rutina no te parece.
--Tenes razón, a veces no hay nada mejor que romper la rutina, renovarse, cambiar a ver si se consiguen cosas nuevas, vamos. ¿pero adonde vamos?
--No te preocupes y dejame a mí, en este asunto soy el experimentado, te propongo ir en mi auto y el tuyo lo dejamos aquí, luego te traigo y nos separamos.
--De acuerdo Joaquín veo que sos una persona previsora y responsable, esto es importante.
--Diría mas soy totalmente reservado, en marcha.
Joaquín llamó al mozo, pagaron y una vez ubicados en el coche de él se alejaron rumbo a lo desconocido para Clara, estuvieron un tiempo sin hablar entretenido cada uno con sus pensamientos, poco a poco la ciudad se fue haciendo más chata y un rato después estaban en la Provincia por la zona de Olivos.
--¿Es la primera vez?, pregunto Joaquín.
--Si, aunque parezca mentira para todo hay una primera vez y espero que sea la última.
--Por mi parte yo también, mira estamos llegando, este es un hotel muy reservado con mi auto ingreso directamente frente a la habitación que nos toque, nadie nos verá entrar y salir.
--Eso es lo más importante para mí.
Joaquín ubico el auto frente a una habitación alejada de la entrada, bajó y se encamino a arreglar cuentas con el encargado, cuando volvió al rato, le dijo a Clara que baje, cerró el coche y tomándola del brazo se dirigieron a la puerta de la habitación, entraron.
--Clara vos desnudate aquí y acostate en la cama, yo lo hago en el baño y luego me acuesto con vos, es mejor que nuestros cuerpos se encuentren entre las sabanas.
Así lo hicieron, Clara desnuda fue hacia el lecho y retiro las sabanas acostandose. Espero, no sabia que, pero espero, hacia tantos años que estaba aguardando esa noticia, que un tiempo más ya no hacia mella en ella, en ese momento, por primera vez se dio cuenta que nada ni nadie seria más importante de lo que deseaba tener, así decidida a utilizar para su provecho esta oportunidad que se le ofrecía espero, hasta casi indiferente, a que el cuerpo de Joaquín se encontrara con el de ella, y esto ocurrió de improviso, él abrió la puerta del baño y un segundo después estaba junto a ella acariciándola, sus manos recorrieron su geografía de mujer, buscaron sus pechos, su sexo, se refregaron por toda su piel, y un estallido de besos y caricias, de susurros y palabras que solo entiende el deseo se fueron generando entre ambos, hasta que el le penetró en el momento que ella se ofrecía dulce y halagada, mas tarde la fatiga y el descanso, los besos que llegaron sin saber, los dedos que entrecruzan los cuerpos, como hilos que nos atasen para siempre.
Pasó un largo rato, nadie hablaba, solo el pensamiento silencioso imperaba en el cuarto, cada cual pensando las consecuencias y el porque.
--¿Qué hacemos Clara? La vos de Joaquín interrumpió esa conversación sin palabras.
--Nos vamos, lo mejor que podemos hacer, vos anda al baño y vestite, yo me visto aquí, cuando estoy lista te llamo y salimos.
--De acuerdo.
Joaquín se incorporó del lecho y fue al baño a prepararse para irse del lugar.
--¡Joaquín!
--¿Qué Clara’
--Tírame una toalla o dos, una húmeda para higienizarme, así no puedo salir.
--De acuerdo tenes razón.
Volvió al baño, mojó una toalla la estrujo lo mejor que pudo y junto con otra seca las dejo en la habitación.
--Aquí te dejo Clara, avisa cuando estes lista.
Clara se levanto buscó la toalla húmeda se la pasó entre las piernas, por el culo y en todos aquellos lados que considero necesarios, se secó, y comenzó a vestirce, se pintó y peino frente al espejo y ya en condiciones de salir llamó a Joaquín.
--Vamos estoy lista.
--Yo también, al coche entonces.
Fueron al auto y arrancaron alejándose de allí en la búsqueda del coche de ella en el barrio de Palermo.
--Clara.
--Si Joaquín.
--No se, quisiera preguntarte algo que me llamo la atención, ¿porque esa insistencia de no usar preservativo?
--Porque precisamente es algo que odio y detesto nunca lo uso, después de todo yo tomo la píldora, no hay ningún inconveniente, quédate tranquilo.
--No nada, tenes razón, el preservativo es odioso, simple curiosidad.
--Ya que estamos, una cosa quiero que quede bien aclarada entre nosotros, aunque tu hermana te lo habrá explicado bien, lo que pasó hoy entre vos y yo es hoy y nunca más, yo no te conozco, ni te conocí ni te conoceré, y vos tampoco, de acuerdo.
--Por supuesto Clara, antes te manifesté que yo soy muy reservado, además como garante esta mi hermana que es tu mejor amiga, y tu garantía más segura.
--Eso espero, lo que pasó entre nosotros, pasó y listo, quizás debía pasar, después nada más, bueno ya llegamos, apenas bajo del auto vos andate, yo me arreglo.
--Chau Clara.
--Chau, ¡hasta nunca!
Joaquín aceleró y se perdió en la tarde de Buenos Aires, Clara fue hacia su coche, aflojo la barra del volante y se alejó en dirección a un café de Avenida Cabildo y Maure donde se encontraría con Flor, a quien iba a llamar celular mediante, para
qué también se encamine al mismo lugar, estuvo manejando como piloto automático, sin darse cuenta bien por donde pero sabiendo lo que hacia, el paso que acababa de dar era loco, totalmente loco, pero la misma intensidad de locura lo ocupaba su deseo de ser madre, no se sentía culpable ni frente a su esposo, ni ante nadie, solo le invadía el temor por el resultado final de la relación sexual, quien lo podría saber, sería un desengaño mas, nada prendería en su vientre, quien puede saberlo, acepto lo que hizo como su deseo de querer, se olvido en ese momento y para siempre del hombre que un rato antes había estado con ella, y solo pensó en encontrarse con su amiga, para recibir un bálsamo a sus dudas y la confirmación de que lo que estaba hecho, había sido bien planeado, sin darse cuenta estaba en Maure y Avenida Cabildo, por lo tanto, estaciono lo mas cerca posible del café, y fue en busca de Flor, esta se hallaba en una mesa detrás de la mampara de vidrio que separaba la puerta de entrada del interior del local.
--Que tal Flor
--Hola Clara, te veo bien, mucho mejor de lo que esperaba.
Se sentó y pidió una lágrima, mientras buscaba una silla cercana para dejar su cartera.
--Si, la verdad, no es precisamente que me sienta bien, estoy satisfecha como si lo que hice fuera tal cual, lo que debía hacer, y eso, ese presentimiento me da tranquilidad.
--Muy bien, concuerda con mi pensamiento, yo opino como vos, por eso te lo propuse, nunca lo vi como una idea alocada, sino como un intento mas en la búsqueda de un fin.
--Exacto así es, y hablando de la búsqueda de un fin, hoy hace justo doce días que se me fue la mestruación por lo tanto, espero tener suerte y que el fin se cumpla.
--La vas a tener, tene fe, todo saldrá bien, el problema es tu actitud frente a Federico, sería conveniente que hoy o mañana, mantengas una relación sexual con el, por otro lado se cara de piedra y nadie se dará cuenta. Es mas por mi, nada sucedió, y acá solo estamos hablando de cosas de mujeres, ¿correcto?
--Por supuesto a partir de ahora mi cara es de cemento y si se me da, seré la mujer más feliz del mundo, y mi hijo, la criatura que me hará olvidar todo para siempre.
Siguieron hablando de otras cosas, varias y diferentes hasta que llegó la hora de volver a casa, ambas se despidieron jurándose discreción absoluta, sabiendo que este secreto las haría más amigas que nunca.
Clara volvió a su casa cuando caía el atardecer, lo primero que hizo se metió en el baño con el agua hasta el cuello, igual que antes de salir, pero mucho más relajada, se quedó en pijama yendo a la cocina a preparar algo de cenar ya que el reloj marcaba las diecinueve y treinta y seguro Federico estaría llegando alrededor de las veintiuna, y tal cual cerca de esa hora escucho ruidos en el garaje, poco después Federico hacia su entrada en la cocina donde su mujer cocinaba para la cena, atraído sin duda por el irresistible olorcito de lo que Clara estaba preparando.
--Hola amor por fin llegaste, estaba cansada de estar sola, te necesitaba.
--Clara querida, tuve un día terrible, viste que te hablé de las conciliaciones.
--¿Anduvo todo bien?
--Mal, una concilie y con la otra no, tuve empate y eso me da bronca, vos sabes que a mi siempre me gusta ganar.
--Fede, sabes que eso es imposible, como a todos alguna vez te toca perder.
--Tenes razón, pero no importa, a vos ¿como te fue en la salida con Flor?
--Hermosa, función completa, fuimos a almorzar, mas tarde al cine y luego a tomar el te, como vez más no puedo pedir, charlamos de todo y de todos, nos pusimos al día.
--Bueno por lo menos vos la pasaste bien, eso es lo más importante, tengo hambre ¿falta mucho para comer?
--No, cambiate y pone la mesa que esto ya está casi a punto.
Federico se dirigió al dormitorio, hombre prolijo, se cambió, preparo su ropa para mañana, se puso un pijama y volvió a la cocina en ayuda de su mujer dispuesto a preparar la mesa para cenar.
--Ya esta querida
--Pone el pan y el vino, sentate que ya llevo todo.
Se sentaron como siempre en los mismos lugares hablando de sus cosas, contandose las novedades del día, para posteriormente acomodar todo e irse a dormir en espera de mañana. Haciendo caso de los consejos de Flor, Clara mantuvo una hermosa relación sexual con su marido, libre de todo pecado, y viendo en él al hombre que por fin después de esa noche la dejaría embarazada, al rato llegó la hora de dormir y el silencio se hizo total. El tiempo pasó como todos sabemos que pasa y hoy nos encontramos, un mes mas tarde de esa noche de amor, con un Federico eufórico ingresando a su estudio comentándole a quien quiera oírle, que su mujer estaba embarazada y por consiguiente el Federico iba a ser papá, evidentemente el más piola de todos los papas del mundo, pues al fin había conseguido el solito, resolver el problema más jodido de su vida matrimonial, por lo tanto a partir de hoy Clara no le rompería mas con quiero un hijo, quiero un hijo, esta novedad cerraba para él de una vez y para siempre , el círculo completo de su condición de macho. Estaba refeliz, inusualmente feliz, por lo tanto una vez que ingreso a su despacho privado, cerró bien la puerta con llave para que nadie lo moleste, y marcó en su celular.
--Hola Flor amor.
--Fede mi vida ¿Qué tal?
--Te voy a dar una noticia inaudita.
--¿Cuál? decime no me tengas en ascuas.
--Agarrate fuerte, ¡voy a ser papá!, ¡Clara quedó embarazada! ¿Qué te parece?
--¡Increíble! No lo puedo creer, ¡una noticia semejante!
--Yo tampoco, pero es así, hoy me lo dijo, estoy tan contento que voy a pedirte nos encontremos a la tarde, para festejar como corresponde.
--De acuerdo mi vida, me pongo hermosa y perfumada para vos y festejamos juntos, pero antes voy a pedirte algo.
--¿Qué Flor?
--Quiero ser la madrina.   






       
  
        

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