--Fui con mi joven amiga a rogarle a Dios, para que seas feliz y hoy, al verte de buen animo, creo que Dios me ha escuchado.
--¿Eso crees?
--Si ¿Por?
--No lo que pasa, que no fue Dios quien cambió mi animo, sino que anoche, me acosté con tu joven amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario