sábado, 21 de mayo de 2011

SE ADENTRO

Se adentro por los senderos de ese jardín exuberante y mítico, buscó el laberinto construido con arbustos altos y frondosos, una ves en el, se dejó llevar entre rectas y curvas, caminos sin salida, falsas vías de comunicación que no conducían a ningún lado, estaba perdido. ¡Pero feliz de estarlo! Acaso pensó, ¿El laberinto no era la vida misma? Se despertó de golpe, un sudor frío recorría su cuerpo, el laberinto, la vida, era todo un sueño y él, se dio cuenta, que después de tanto tiempo, por primera ves no estaba en ella.

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