martes, 17 de mayo de 2011

LA JOVEN Y EL PERRO



Una Mujer joven, con correa en su mano derecha y en el extremo de esta, un perro de raza indefinida, pasaba indiferente casi a la misma hora, todos los días, por la puerta donde vivo, frente a la ventana abierta que da paso al sol, al tiempo gris y los ruidos de la calle, yo la miraba irse, con sus tacones altos, sus pantalones yin y una remera negra, sobre su cuerpo flaco, yo la miraba irse y automáticamente, me venia a la memoria, La dama del Perrito, de Chéjov, me hundía en los ensueños, que esta novela cuando joven , desato en mi animo, para después, volver a mi realidad y seguir, escribiendo algún articulo para el Diario, así los días, así la joven y el perro, ambos dos, pasando siempre a la misma hora, por mi puerta cerrada, frente a mi ventana abierta, un día, uno cualquiera no se cual, de los tantos que tengo disponible, ya que trabajo online y puedo organizar mi tiempo, les aclaro, mi tiempo presente, lamentablemente no me ocurre lo mismo, con mi tiempo pasado, pero el devenir es así, no de otro modo, esta escrito, que lo que paso, no puede corregirse y lo que vendrá, no esta en nosotros anticiparlo, como les digo, un día, a la misma hora, apenas un poco antes, me levante del escritorio donde estaba, abrí la puerta y salí a la calle, la vi venir a la dama del perrito, me prepare canchero a abordarla, cuando me di cuenta, ¡OH sorpresa! Por mi no esperada, que en la punta de la correa, que su mano derecha llevaba, ya no había un perro de raza indefinida, sino un hombre, bello, de aspecto deportivo, que amoroso la miraba.

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