domingo, 11 de marzo de 2012

EL BARRO



Frente a sus ojos allí mismo cerca del estero, pasaba el caño que traía el barro con las tierras raras, desde la mina a cielo abierto, hacia los barcos que lo aguardaban al costado del rio lejano, para llevarlo a países más distantes aun. Sin lugar a dudas era el barro, de donde salía lo esencial de la vida moderna, toda la electrónica, la computación, los satélites, los celulares, y los componentes micros que cuidaban de nosotros y también celular y computadora mediante, nos comunicaban -según se dice ahora- más que nunca en la historia de la humanidad. Volvió a mirar el caño y esa grieta que había en un costado del mismo, de donde gota a gota se perdían parte de las tierras raras, que iban a caer sobre el agua del estero de manera rítmica y constante sin detenerse un segundo, como pasa el tiempo y pasa la vida. Por un momento a través de la grieta, no vio que caían partículas de tierra húmeda, sino imagino que del caño se desprendían al estero, corporizándose en el aire televisores, GPS, notebook, computadoras, celulares, smart thones, I Pad, satélites e inmensos cohetes teledirigidos con cabeza nuclear, todos ellos se perdían rumbo a los mercados al tocar el agua, convirtiéndose en círculos concéntricos, uno a continuación del otro, como en el infierno del Dante, se acomodaban los espectros de la caracterología humana. El ultimo artefacto que vio aparecer, que se deslizo del barro por la pequeña grieta, era un I Book, en su opaca pantalla de vidrio que el creyó era de papel -tal la técnica- leyó sorprendido un breve texto “Este es el barro del progreso, para ser feliz ¡Únete a nosotros!” Algo lo llevo a tomar esa decisión, nunca se sabrá si por voluntad propia o presión social, pero de pronto, se arrojo al agua del estero y desapareció, dejando sobre la superficie el circulo mas grande, que al decir de Heráclito, era aquel que contenía a todos los barros de la humanidad, dado que quizás el barro sea un niño que juega con la muerte.  

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