domingo, 25 de marzo de 2012

LA FUERZA



Debía recurrir a un ardid para salvarse ya que estaba indefensa en sus manos, el muy maldito le puso algo en la bebida, cuando después de bailar estaban tomando en el boliche, ya que ella no recuerda como llego a esa habitación especie de dormitorio, en donde se encontraba ahora. Quiso abrir la puerta y todo fue en vano ¿Que iría a pasar? ¡Daba miedo pensarlo! ¿Dónde estaba el? Un tipo que conoció en la galería y era la segunda vez que salían ¿Y la ventana? La ventana también tenía la cortina de enrollar baja y estaba trabada, porque por más fuerza que hiciera no podía levantarla. Aguzo el oído, le pareció escuchar ruidos muy cerca de la puerta, como si alguien caminara en la habitación de al lado, al lado, ese lugar que no sabía lo que era, pero si distinguía pasos como que se acercaran a la puerta y después, se alejaran nuevamente, como que de golpe volvieran para atrás ¿Estaría maquinando lo que haría con ella? ¿En el peor de los casos como violarla? ¡Un horror! Lo peor que no sabía cómo actuar, nada había en la pieza que sirviera para defenderse, salvo la cama y la ropa de la cama, después nada mas de veía en esa habitación, el placar totalmente vacío, sin mesita de luz, sin una sola silla, las paredes blancas y peladas. De pronto, se detuvo su mirada en los bordes de la cama y el horror fue en aumento, porque lo que vio en ambos bordes la enloqueció, agarrados de los costados de la cama, se encontraban aplicados un cinturón a cada lado, como para de esa forma atar el cuerpo de quien allí se encontrara durmiendo, no cabe duda alguna pensó, estos cinturones me demuestran que el tipo que me trajo hasta aquí es un sádico, un masoquista, seguro querrá atarme a esa cama mientras me viola, no sé qué juego sexual mas macabro se le podría ocurrir, no soporto esto, la idea de lo que me va a pasar me está matando ¡Necesito escapar de aquí! Avisar a mi familia para que me saque de las manos de este loco ¿Pero como hago para escapar? La verdad que no lo sé, lo único que puedo intentar apenas abra la puerta es tirarme sobre él y luchar para salvarme. Dejo de pensar por un momento y trato de concentrar todas sus fuerzas, en un solo objetivo, destrozar al hombre que entrara en esa habitación, debido a ello empezó a dar vueltas y vueltas sobre el piso del cuarto, clavada la mirada en la puerta cada vez que el girar la ponía frente a ella, esperando el momento que se abra. Vueltas y vueltas que cada vez mas y mas hacían, que una rabia inconsciente y terrible se vaya apoderando de ella, una fuerza nerviosa imposible de frenar, en una de esas vueltas, vio como la puerta se abría y se arrojo sobre él, pero cayó en brazos de una enfermera que con ayuda de otros enfermeros del lugar, le aplico un sedante y la volvieron a acostar.

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