miércoles, 21 de marzo de 2012

FERTILIDAD E INTUICION



Estoy aquí en este Instituto de Fertilidad Asistida esperando a mi pareja, porque hoy sabremos los resultados de nuestro análisis de compatibilidad para tener hijos y me siento rara, si se quiere culpable, si, aunque parezca extraño, es tanto mi deseo de quedar embarazada, como el miedo de no quedar y eso se debe entre otras cosas, a que ya soy una mujer algo grande para ello, tengo cuarenta y dos años y por otro lado, mi pareja Carlos, de su primer matrimonio tiene dos hijos, un varón y una mujer ¡Hermosos! El no necesita de ningún análisis nada tiene que comprobar, porque en esas dos criaturas tiene la evidencia de su fertilidad. En cambio yo, yo me cuide toda mi vida y casi a la entrada de mi climaterio, decido no cuidarme más y buscar un hijo con Carlos al que lo veo y presiento, como el padre que siempre quise para mis hijos y tardo en llegar, pero por suerte hoy lo tengo y está conmigo. Por otra lado, la presencia de los hijos de él en casa, los fines de semana y ver su felicidad cuando está con ellos, me despierta también el deseo de darle un hijo, un hijo nuestro, para afianzar a la pareja y que todos los días, estando conmigo, vea en sus ojos la misma felicidad que veo en ellos los fines de semana, pero bueno, parece ser que los años me juegan en contra, todos me lo dicen, el médico, el, mis amigos, tanto es así que vinimos a este Instituto de Inseminación in Vitro, a ver si mediante estas nuevas técnicas, podemos conseguir lo que nos es esquivo, en una común relación sexual y es por eso, que hoy estamos esperando el resultado de los análisis, que es lo primero que nos pidieron nos hagamos, después vendrá el tratamiento posterior y con un poco de suerte, en un tiempo que nadie se anima a precisar, quedare embarazada ¡Ojala se me dé y tenga suerte! La necesito, porque si bien Carlos no me exige nada, que como él dice, solo me quiere a mi por lo que soy y no por lo que le dé, a mi me gustaría mucho darle un hijo, para que sea un hermanito mas de los dos que el ya tiene con su primer mujer. Por eso estamos aquí en esta clínica hoy, mejor dicho yo estoy, pero lo espero, porque como dije, dentro de quince minutos nos atiende el médico para darnos los resultados de fertilidad. ¡Estoy nerviosa! No por Carlos, que tiene dos hijos ya, sino por mí, que nunca quede embarazada, espero que la cantidad de estrógeno en mi sea la normal, porque eso facilitaría mucho los tratamientos posteriores ¡Oh! Ahí llega Carlos que suerte, ya falta poco para que el médico nos atienda.
--Hola Carlos ¿Cómo te va?
--Bien Lucia, todo bien ¿Y vos? ¿Falta mucho para que nos atienda el médico?
--No amor llegaste justo mira nos llama, veni vamos.
Ambos se acercaron a la puerta del consultorio donde el médico los aguardaba.
--Adelante pasen por favor.
Se sentaron los dos frente al profesional escritorio por medio y por un instante, el consultorio fue un silencio total, mezcla de querer y no querer saber, ansiedad de que aquello que no se conoce sea al fin rebelado. El médico jugo un poco con el informe que tenía delante suyo, sus agiles dedos, acostumbrados a las hojas de los análisis, los recorrieron como respondiendo a un agradecimiento por rebelarle cosas, que de otra manera seria imposible saber, sus ojos se posaron sobre lo escrito en cada una de ellas, fríos e indiferentes, cuando termino de leer su rostro dibujo una sonrisa mecánica de rutina, como aquel que enfrenta al cliente, que viene todos los días a comprarle la misma mercadería, como buen caballero se dirigió a la dama primero.
--Señora su nivel de estrógeno es normal, lo que ya es importante para su tratamiento y nos abre las posibilidades, de encara una incubación in vitro con mucho mas éxito.
--Pero doctor ¡Si mi estrógeno es normal! Entonces porque no intentamos un poco más, tener nosotros relaciones sexuales a ver si quedo embarazada.
--No señora imposible.
--¿Por qué imposible doctor?
--Porque lamento informarles que el nivel de espermatozoides en semen de su pareja es mínimo, el nunca en su vida podría dejar embarazada a ninguna mujer y a usted tampoco, empecemos el tratamiento in vitro.

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